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El día transcurrió como cualquier otro, en la clase; y para ser sincera, no recordaba absolutamente nada de los temas vistos en las clases de la señora Kerwin.

Con la ausencia de Peter, parecía un alma solitaria vagando por la escuela y por las calles mientras caminaba a casa. Estar en casa tampoco era lo más divertido; pues tenía la mala suerte de que al menos dos veces a la semana, su hermana llevaba a Wendy Rowling y esta en ciertas ocasiones llevaba a Melissa -ella tambien se alegraba de estar ahí como Summer se alegra de verla. -; comprendía perfectamente que a ella también le obligaban a ir.

Esa misma tarde (al salir de la escuela); tuvo la no tan agradable sorpresa de que Emelin, estuviera afuera esperándola. Usualmente nunca lo hacía, ni si quiera iba por ella a la escuela; y eso significaba una sola cosa, sus padres habían salido de la ciudad por algún motivo que ella desconoce.

En ese momento quería darse la vuelta, pero la última vez que hizo eso pasó la vergüenza más grande de su vida y Zoey se encargó de recordárselo cada que pudiera.

-Y vinieron por ti, Calimero -dijo burlonamente Zoey, quien pasaba a su lado. Summer solo rodó los ojos y pasó de largo, caminando en dirección hacía su hermana mayor.

Emelin solo sonrió inocente, antes de que Summer dijera algo.

- ¿Cuánto tiempo llevas ahí? -preguntó.

-Me alegro de verte también. -contestó. -Antes de que preguntes, mamá y papá salieron de la ciudad. Tienen que hacer algunas cosas de su trabajo. -se adelantó a explicar y acto seguido, subió al auto seguida de Summer.

— ¿Cuánto tiempo estarán fuera de la ciudad? —quiso saber.

—No lo sé, pero no creo que más de dos semanas. —respondió. Encendió el auto y comenzó a conducir. —Al menos solo seremos tú y yo. Thomas fue con ellos.

—Entonces tienes una carga menos —afirmó sin mucho interés. En realidad, eso significaba que su hermana mayor no la dejaría en paz ni por un segundo. Por lo general su hermano menor ocupaba todo el tiempo de Emelin por lo que Summer tenía tiempo de tranquilidad. Pero esta vez no la habría ni por cinco minutos.

—Al menos puedo enfocarme más en ti. —contestó y puso su mano sobre la cabeza de Summer. A esta no le agradó mucho y la quitó a penas dos segundos después, Emelin solo río y después se concentró únicamente en el camino.

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Al volver a casa, Summer se apresuró y entró a la casa en dirección a la escalera; subió a la segunda planta y entró a su cuarto. Dejó su mochila en la silla de su escritorio y después miró por el relieve de la cortina, no había nadie desde aquel día.

Se recostó en su cama, pensando en lo que había dicho Noah sobre Jennie Evans, su declaración de la casa y sus múltiples denuncias sobre un encapuchado que la seguía por donde fuera. No estaba segura de si esto realmente ocurrió con los chicos que se perdieron y si ella podía ser la siguiente en hacerlo.

No muchos tenían la suerte de Jennie Evans para sobrevivir a una situación de muerte; ¿pero que habría pasado si ella no hubiese sobrevivido o simplemente hubiese sido tomada como una loca más cuyos celos por alguien se habían rebasado? Al final el tiempo le dio la razón.

Broksford - Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora