4.

40 14 18
                                    

Al volver a casa, lo primero que Summer pudo notar era que habían algunos camiones de mudanza en la casa de enfrente y un coche. No le dio tanta importancia, pues sabía que se trataba de los vecinos nuevos que alguna vez mencionó la señora Matheson y segundo, hacía demasiado frío como para quedarse afuera.

Abrió la puerta y lo primero que pudo ver, fue a su hermana mayor, Emmelin y Thomas, un niño de apenas cinco años, jugando alegremente con su hermana mayor. Summer cerró la puerta principal y caminó hacía las escaleras, pero se detuvo a penas subir estas cuando Emmelin le habló.

—Al fin llegas... ¿Por qué llevaste ese suéter? —preguntó Emmelin, quien fijo por un momento la mirada a su hermana menor. —Hace demasiado frío afuera, te vas a enfermar.

—Si eso hace que no vaya a la escuela, esta bien. —comentó y subió el resto de escaleras.

—Si enfermas, mamá y papá van a matarme. —aclaró. —Por cierto, ellos volverán tarde hoy.

— ¿Por qué? —quiso saber y se detuvo a mitad de las escaleras.

—Cosas de su trabajo. —respondió.

—Entiendo. —dijo Summer y acto seguido, volvió a subir; después caminó por el pasillo hacía su recamara.

Se quito su suéter y se acercó a la ventana de donde a simple vista podía verse a los nuevos inquilinos del vecindario; y cerró las persianas. Dejo el suéter en la silla de su escritorio y tomó un libro apodado: «Cuentos y Poemas de Robert Andreotti». Un famoso escritor que había que había nacido en Broksford; y mismo que era considerado un orgullo.

Con el pasar de algunas horas, había comenzado a llover a cantaros. Con relámpagos, truenos y alguno que otro rayo. No paso mucho cuando escucho un sollozo desde la planta baja, Thomas había comenzado a llorar por alguna razón. Había pensado en encender el radio pero con el fatal clima que hacía, la interrupción sería demasiado frecuente.

Dejó el libro a un lado y se recostó en su cama; pensando en lo que había contado Peter del señor McLagen. ¿Cuál era su razón de creer que el incidente de la escuela Bellforth era falso? Podía ser incluso una idea muy ambigua, pues existian fotos de aquel trágico día.

Summer siempre había pensado que el señor McLagen era alguien demasiado peculiar. Nunca había tenido la más mínima interacción con él y la mayoría de cosas que sabia del mismo eran por voces externas, tal vez y solo era una mala imagen de alguien que nunca ha conocido.

Aquella tarde había estado llena de aburrimiento total, levantó la persiana y la lluvia no había parado por al menos dos horas, afuera se habían formado miles de charcos y algunos cuervos volaban alrededor del frondoso bosque, el cual era visible desde kilómetros y una parte estaba cubierta por neblina, los bosques de Broksford eran tan enormes que aquel que se perdiera, necesitaría mucha suerte para volver. De cierta manera, era un lugar intrigante con cientos de historias ocultas dentro de aquellos frondosos árboles.

Broksford - Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora