∆MAFIA "LA CASA BÚHO"∆

°Inefable°

   —"Algo tan increíble que no puede ser expresado en palabras".

~Narra Hunter...

—Hola. ¿Estás sólo? — alguien con un tono muy sensual me interrumpe mis maldiciones hacia Gus. Al voltear observo a una chica pelilila,piel blanca de porcelana,alta, con un vestido ceñido a su figura en un tono fucsia con tonos en azul en la falda inferior dando un toque más oscuro;junto su máscara negra da una sensualidad y elegancia que por mucho que se vea hermosa...he visto mejores.

Quizás no sea tan malo coquetear un rato.

—Hola. Si,estoy solo,vine con una amigo pero el muy... Él me dejó sólo— no tengo ningún problema con que tú me acompañes.

—oh,bueno ¿Te gustaría bailar?— vaya voz sensual que tiene.

—Claro, con gus-

Otra chica llama mi atención. Está al otro lado de la pista de baile mirando fijamente dónde me encuentro, su mirada en mí me hace sentir un extraño sentimiento familiar. Al mirar a la chica que me invitó a bailar, decido que primero tengo que ver de cerca a la otra mujer.

—Disculpa, eehh... Yo... Tengo... — ¿Estoy nervioso? Yo nunca en mi vida estoy nervioso. —Iré por unas bebidas; ahora vuelvo.—

Ni deje que me respondiera, solo camine entre la pista de baile -enorme de hecho- a buscar a aquella dama que me cautivó solamente con una mirada.

Soy patético...¿Que estoy diciendo? ¡Claro que no! Pero es que... Demonios... ¿Dónde está?

La perdí de vista desde que voltee a ver a la pelilila; asi que sin mucho opción, caminé por en medio de la pista. Es entonces cuando me fijo que una chica está a punto de caer y como todo buen asesino y caballero con buenos reflejos la sostengo antes de que caiga.

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~Narrador omnisciente...

Luz enfoca la mirada en cierto rubio de chaleco de Smoking amarillo y traje negro con una máscara inusual. Por un momento tiene un pequeño deja vú, pero prefiere dejarlo así, él parece muy ocupado hablando con una chica de apellido Blight. Pero es cuando el joven gira su cabeza a su dirección y siente una mirada penetrar fuertemente en nadie más que ella. El joven le dedica una mirada a su acompañante y ella aprovecha la distracción para evitar  a ese chico de inexplicable mirar. Mientras camina un antiguo compañero de instituto la invita a bailar un poco forzadamente: —Vamos Noceda, ve a bailar conmigo.— le suplica su ex-compañero de clase.

Se siente incomoda, aún los sentimientos que pasó hace unos momentos siguen ahí, y siente que no se irán si no toma un poco de aire sóla. Intenta rechazar a su amigo pero, el mismo se niega a no bailar almenos una pieza. Luz no le queda de otra más que seguirle la corriente al chico, yendo ambos a la pista de baile cerca de una esquina. La Noceda pierde completamente de vista a aquel misterioso galán rubio e intenta concentrarse en su acompañante que no es tan mal bailarín, una música suave resaltando el piano y el violín se escucha por toda la fiesta, para completar la temática elegante y sofisticada. Pero Luz, por más que intenta no logra dejar de pensar en el chico de mascara dorada, o como ella prefirió llamarlo El caballero de mascara dorada. Es entonces, que por el rabillo del ojo nota que él está en medio de la pista como si buscara a alguien, ella está frente a él pero es opacada por su acompañante de baile el cual no la suelta por mucho que la morena se niegue a seguir bailando. El joven de nombre Matholomule le hace dar unas vueltas demasiado rápido a la joven queriendo dar un espectáculo para culminar su danza, pero es cuando algo mal pasa  al dar la vuelta final; Luz tropieza enredándose con los zapatos de tacón y el vestido largo que lleva puesto que ocasiona que vaya a parar al piso. De no ser por unos brazos fuertes y pecho duro Luz no cae al suelo, la música se acaba justo en ese momento para iniciar una nueva. Pero la Noceda está más concentrada en observar la máscara dorada de aquella persona que estuvo intentando esquivar desde el primer momento que lo vió.