Asco, repulsión y sobre todo, decepción.
¿Acaso él merecía todo eso?
Divaga su mente, se siente sucio, usado y un inútil por no huir antes, por no apartarse antes de ese hombre que lo tenía en vuelto en una maldita red que no lo dejaba escapar.
El amor ya no estaba ahí, solo eran los recuerdos de los sentimiento que tuvo hacia Jungkook cuando estaba enamorado de él, un espectro del hombre del que se había enamorado y del cual ya no iba a saber nunca más.
Porque todo se había ido al carajo.
Taehyung lleva hora y media dentro de la bañera, mientras sus lágrimas se mezclan con el agua que estaba pintada suavemente de un rojizo tenue, no quiere salir, no cuando frente a él, se encuentra un espejo enorme, lo recuerda él lo había comprado junto a Jungkook cuando recién se casaron, pero lo que no le duele son los recuerdos, sino darse cuenta de que al salir verá su cuerpo llena de marcas que quisiera ocultar.
Y que le causaban un dolor más allá de lo físico, sino del emocional.
Esta tan desconsolado, la temperatura del agua ha bajado y ahora es fría como un hielo, no le importaría morir de hipotermia de no ser porque recuerda al precioso niño de ojos de bambi que estaría solo y que no sería capaz de dejarlo, reúne todas las fuerzas suficientes para ponerse de pie, aunque tambalea en el intento.
Pero eso no le detiene, se traga las ganas de seguir llorando, su garganta arde demasiado, pero aún es soportable.
Le destrozaba cada cosa que había vivido desde que había decidido tener a Beomgyu, sabe que no es culpa de su hijo, sino suya por permitir ese tipo de abusos, odia esto.
Odiaba justo ahora en más con cada poro de su piel a Jungkook, cuando nunca imagino hacerlo.
Si tan siquiera fuera diferente, si tan siquiera, hiciera o intentará hacer el esfuerzo de sobrellevar de otra manera las cosas.
Ingenuamente creyó que sucedería todo como en las películas, que Jungkook terminaría aceptando todo y así podría ser feliz junto a la familia que siempre soñó, que siempre anhelo, y que desde luego, Taehyung pensó que iba a suceder, solo era cuestión de tiempo, se había repetido innumerables veces desde su embarazo.
Que ambos se adaptarán a un nuevo integrante y agrandar su familia, eso quería, ¿porqué simplemente no podía ser realidad?
Esperaba que con la llegada de Beomgyu al mundo, la opinión de su esposo sería otra, pero no fue así.
Sus manos tiemblan un poco, esta aún aturdido, pero eso no le impide llegar hasta la habitación de su amado hijo, quien descansa en un cómodo sueño, no quiere despertarlo, Jungkook se ha marchado desde hace varios minutos atrás, no quiso encontrarse con el hombre que más lo ha herido en su vida.
Esta más que decidido, terminaría su martirio en el que se había condenado él mismo.
Saldría por si mismo y no quería volver a pasar de nuevo por todo lo que ya había pasado anteriormente, no, eso no.
Beomgyu se remueve entre sus brazos, no despierta pero por algún motivo sabe que esta ahí, se engancha aun más a él y Taehyung se siente cómodo, en su lugar.
Finalmente ambos duermen cómodamente en la habitación del menor.
Se sumerge en un profundo sueño, en el que probablemente, sería mejor que la atormentosa realidad que estaba viviendo.
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Blanco.
¿Porqué siempre relacionaban ese color con la pureza, cómo algo limpio?
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En Tus Redes ▸ 𝖪𝗈𝗈𝗄𝖳𝖺𝖾⎿𝗖𝗢𝗠𝗣𝗟𝗘𝗧𝗔⏋
FanfictionCeloso, violento e infiel, ¿cuánto tiempo soportará estar en las redes de un hombre así? Taehyung solo quiere ser feliz junto a su hijo; felicidad que Jungkook, su esposo, no está dispuesto a dársela, ¿o sí? información: જ fanfiction...