Esta era una parte diferente del bosque, donde los árboles se alzaban imponentes, como guardianes centenarios que formaban un techo de ramas entrelazadas. La luz del sol apenas se filtraba entre las hojas, creando un juego de sombras y luces que danzaban al compás del viento. A medida que avanzábamos, el suave susurro de la brisa que acariciaba las copas de los árboles me envolvía, como una melodía casi etérea que calmaba mi mente. El aire tenía un frescor reconfortante, y a pesar de la presencia de fantasmas, había algo en ese lugar que irradiaba paz, como siempre.
Esa tranquilidad se quebró cuando unos golems irrumpieron en nuestro camino, tambaleándose en su huida. Mi cuerpo reaccionó de inmediato; mis piernas vacilaron y di un paso atrás. Miré a Abdiel, y vi que también retrocedía un poco, sus ojos alertas y su mano derecha moviéndose lentamente hacia la empuñadura de su espada. Entonces, de entre los árboles, surgió una figura imponente. Una mujer alta, musculosa, cuyo cabello parecía relucir con un brillo cálido, como si acabara de salir de las profundidades de un volcán. Un gran martillo descansaba en su hombro, y su mirada, penetrante pero tranquila, no mostraba signos de fatiga pese a haber estado persiguiendo a los golems. Me sentí pequeña ante su presencia, y el calor que emanaba de su cuerpo contrastaba con el frescor del bosque. Todo mi instinto me decía que debía mantenerme alerta "¿Quiénes son ustedes?" preguntó la mujer. Abdiel y yo nos miramos. Ninguno respondió de inmediato, pero era evidente que no podíamos evitarla "Solo estamos de paso" dijo finalmente Abdiel, con voz firme pero mesurada. No bajaba la guardia.La mujer ladeó la cabeza, evaluándonos con una mirada experta, como si supiera medir nuestras capacidades solo con vernos "Soy la mejor herrera de estas tierras" declaró con orgullo. Pero luego su voz se tornó más suave, casi un murmullo "Aunque últimamente no he tenido muchos clientes..." hizo una pausa, y pude haber jurado escucharla balbucear algo sobre "destrucción".
Sin embargo, antes de que pudiera hacer o decir algo, la mujer sacó una llave de entre sus pertenencias. Su forma era simple, de metal bruñido, pero su peso en el aire parecía mucho mayor de lo que debería ser. La ofreció a Abdiel sin previo aviso "Toma , te ayudará a buscar el arma perfecta para mejorar " Abdiel no la tomó de inmediato. Sus ojos vacilaron por un instante. Observaba la llave como si fuera una trampa, como si al tomarla estuviera comprometiéndose a algo más profundo, algo que aún no podía entender. Un silencio cargado de tensión nos envolvió, mientras él seguía contemplando el objeto.
Yo podía ver el conflicto en su rostro, incluso si no decía una palabra. Sabía lo que esa llave representaba: una oportunidad. Quizá un paso más hacia su objetivo, hacia la princesa a la que tanto buscaba. Pero la duda seguía ahí, clavada en su mente. Si aceptaba, estaría confiando en una desconocida que, a primera vista, no ofrecía razones para creer en ella. Sin embargo, si se negaba, corría el riesgo de retrasar su búsqueda. Y cualquier retraso, por pequeño que fuera, podría costarle más tiempo, algo que él no estaba dispuesto a perder.Sus labios se apretaron en una línea fina, y un suspiro pesado escapó de su pecho. No necesitaba decirlo, su lucha interna era evidente, era una decisión difícil, y yo no pude evitar sentirme tan desconfiada como él.
Finalmente, Abdiel alzó la vista y asintió una vez, despacio, aceptando lo inevitable. Su mano se extendió hacia la llave, y cuando la tomó, lo hizo con un gesto calculado, como si todavía no estuviera completamente convencido, pero sabiendo que debía seguir adelante "Gracias" murmuró, su voz apenas audible.
El aire entre nosotros pareció tensarse un segundo más, y aunque la llave ya estaba en su mano, la incertidumbre aún flotaba en el ambiente. Yo permanecí cerca, observando la escena con una mezcla de curiosidad y cautela, sabiendo que, aunque no entendía completamente las implicaciones, ese objeto nos llevaría más cerca de algo importante. O, quizás, nos pondría en peligro.Sin decir más, la mujer se alejó, dejándonos con la llave y nuestras dudas. Abdiel guardó el objeto en su bolsa, y sin mirar atrás, comenzamos a caminar de nuevo.
ESTÁS LEYENDO
guardián tales: Desviación del cuento
FanfictionEsta es la historia de un universo alternativo, contado a través de los ojos de Coco, una chica inuit extremadamente solitaria. Coco vivía en una aislada existencia, de hecho, no conocía a nadie más que a su pequeño perro de trineo, redondo y esponj...