En todo el mundo es sabido y, por todos conocido, que en Murillo del Tocón ningún secreto está seguro ya que, no existe ninguno, que no haya sido descubierto y anunciado a los cuatro vientos.
Eso, claro está, hasta que Carlos comienza a desvariar...
Me complace presentarte este cuento que escribí hace ya mucho tiempo y, con el tiempo, he ido perfeccionando.
Como está pensado para ser narrado, el texto va rimando. En la historia se mezcla humor, misterio y fantasía. Tanto el pueblo, como los personajes, son ficticios.
Tengo mucho afecto a este modesto cuento y, en verdad, deseo que llegues a conocerlo. Espero que te guste y te animes a comentar conmigo a lo largo de los capítulos.
Dicho lo anterior, pasemos al siguiente punto a tratar.
Todo ilustre relato, incluye un buen puñado de personajes que lo protagonicen y, «El fantasma de Murillo del Tocón», no va ser una excepción. Si te apetece conocerles, aquí va una breve presentación.
Carlos. Nunca te negará un trago. Despistado pero honrado.
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De pelo revuelto
y gesto travieso
es el prota de este cuento.
Le gusta vestir largo el abrigo
y los mofletes luce coloradillos.
Es risueño y algo loquillo,
se peina hacia atrás el flequillo.
Es buen tipo, garantizado,
aunque también muy despistado
Cuenta anécdotas de todo tipo,
Algunas, incluso quitan el hipo.
Por todos es sabido:
del vino, es buen amigo.
Una botella no puede faltar
cuando Carlos sale a pasear.
Don Serafín. Amable y gentil. Un párroco que tiene el cielo ganado.
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Juliana. Directa a la diana. Un alma libre que siempre hace lo que le viene en gana.
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Valentina. Siempre divina. Influencer reconocida.
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Doña Vicenta. La vecina más atenta.
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Dime, estimado lector, ¿alguno te ha llamado la atención? Espero que les cojas afecto porque ellos te acompañarán a lo largo de este cuento.
No seas travieso porque, te advierto, que el cuento está registrado y, cualquier copia o plagio, puede salirte muy caro.
Sin nada más que añadir, te dejo comenzar la lectura.
¡Abrazo!
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