Tan Hermosa Como La Poesía © || Hanne Rossy || Editando

Pieza de cristal

<<Tu existencia hace mi vida perfecta>>

-Deberias ir con ella mañana a la escuela, además ella es nueva y no conoce los alrededores- hablo su madre muy segura de si misma, claro ese comentario traía otras intenciones.

-Esta bien, pero ni crea que yo voy a salir con ella, es solo una nueva "amistad" y ya, nada mas, así que parele al disimulo que no le funciona- Victor tras decir esto miro a su madre quien se encontraba con una expresión ofendida al máximo.

-¡¿Yo?!, malas intenciones ¡Jamás! Bueno si, pero no, osea si .... aveces, pero hoy no, mañana tal vez-

Empezaron a reir, mientras su madre seguia en posición de ofendida, que no le duró mucho para seguir la corriente de su hijo.

Al día siguiente Victor se disponía a ir a la casa de su nueva amiga para ir juntos a la escuela, tal y como su madre lo había pedido, pero al parecer la señora ya tenía todo bien preparado.

-¿A dónde vas Victor?- el chico volvió su mirada a su madre que lo miraba con una sonrisita sospechosa.

-Si vas a buscar a Miel, ella llegara en un momento aquí, hablé ayer con su madre.-

Dijo su madre en tono orgullosa de sus actos, pasaron unos cuantos segundos antes de que Victor pudiera hablar para que sonara el timbre de la puerta, el joven se dirigió a la puerta ya esperando a quien podía ver ahí.

-¡Hola! Buenos días, Victor- dijo la joven con una sonrisa de lado a lado, se notaba emocionada, la madre de Víctor no tardo nada en ya estar hablando de un momento a otro con la chica, que parecía sentirse muy a gusto, el chico sin lugar a dudas ya se sentía mal tercio por estar parado en medio de ellas solo observandolas, su madre terminó la conversación con Miel para despedirse de ellos dos, y así al fin poder irse.

Los jóvenes se encontraban caminando por la calle hacia la escuela, Miel parecía divertirse con su alrededor, casi al momento de entrar a la escuela, un auto paro frente de ellos, de dónde bajo aquella linda chica de la vez pasada, Layla, quien al parecer se estaba despidiendo de alguien, Layla se percató de la presencia de victor pero una voz la interrumpio antes de poder hablar.

-¡Victor, hola!, que lindo verte- la voz pertenecía a nada más y nada menos que a Miret que se acercaba con dirección a el.

-Oh, hola, Miret, que bueno verte- dijo el muchacho mientras miraba a la chica frente suyo, Miret estaba a punto de volver a hablar cuando una familiar voz la detuvo.

-¿Tu de dónde lo conoces?, Miret- menciono su hermano que tenía una mirada interrogativa hacia su hermana mayor, que al verlo lo noto.

-Victor es un nuevo amigo, que conocí en el festival, cuando fui a ver a Layla- menciono la figura femenina, para rápidamente volver su mirada al chico.

-Por cierto Victor, recuerdas que te dije, que algún día deberíamos salir para conocernos más- dijo Miret mirando al Victor con una hermosa sonrisa, los demás al igual que Miel y Layla solo observaban lo que sucedía a su vista, Victor solo asintio.

-Bueno, ¿te parece si salimos hoy?, claro si tienes tiempo-. De inmediato al decir esto, provocó tremenda indignación en Liam que los veía totalmente fuera de lugar, el chico no sabía que decir al respecto, claro estaba libre pero la mirada amenazadora de Liam no ayudaba mucho que digamos, además era demasiado repentino para el.

-Esta bien, no hay problema- dijo Victor para después ver a la chica saltando de la emoción, -Bueno, entonces así será, por cierto, ¿quién es la chica que te acompaña?- al momento de decir esto dirigió su mirada a la chica a lado de Víctor que sinceramente no sabía que hacer.