Por qué a mí, que hice para merecer esto, todo cambio de un momento a otro, por qué, hace unas semanas todo era rutinario, pero... tu apareciste, y toda mi vida empieza a dar un vuelco, veniste a sacarme de mis casillas y ella no sabe lo misterioso y increíble que es eso, me da miedo pero a la vez curiosidad, es sentirse cautivado con la simple presencia, o el solo preguntarse, ¿Cómo lo hace?, te tengo miedo, no se lo que harás o me harás, pero al mismo tiempo me emociono, tratar de saber cómo tú sonrisa me hace parecer tonto, o el simple hecho de verte me hace querer seguirte viendo, tan solo unos segundos más, con eso es suficiente, pero si solo tal vez... me permites hacerlo por el resto mi vida, te prometo amarte sin importar que, enserio, me tienes como loco enamorado.
Aquellas historias que me parecían de fantasía, se volvió tu hermosa sonrisa, que es mi poesía, no necesito versos ni rimas para decirte el cuánto te amaría.
-Quien diría que aquella casualidad que me parecio no importar, se volvería el accidente, que sin duda, volveria a causar. No sería suficiente está sola vida para demostrarte el amor que tú mereces conocer-, La brisa golpeó suave el rostro del joven que susurraba al alcance de si mismo las palabras para aquella joven que paseaba por las orillas de aquel lago reflejante de amor, todo coordinaba con su presencia, el viento se azotaba cuando ella caminaba, haciendo sacudir el hermoso cabello castaño que deslumbraba, un rayo de sol daba justo a su rostro, dando a mostrar los mas pequeños detalles que a los ojos del joven, habian sido esculpidos para ser contemplados por el ser humano.
Su entorno parecían bailar a su alrededor, Victor solo observaba, -Soy un tonto, que está tontamente enamorado de ti-, decía para si mismo, en que momento habia pasado, se preguntaba una y otra vez, ¿Cuando?, ¿Dónde?, ¿Por qué?, y la respuesta casi de manera instantánea llegó a su mente, haciendolo posar su mirada en aquel lugar... Así es, el sitio donde la vio y ... Sonrió, en ese instante su corazón había sido robado y el sin percatarse.
Volvío a ver a sus alrededores, encontrando a sus padres, hablando con los progenitores del amor de su vida, ¿Infarto cardíaco?, ¡En camino!, -Tragame tierra, por favor- escondia su cabeza con sus manos, como era que hasta este momento se había dado cuenta de sus sentimientos, no pasó mucho hasta que vio a sus padres señalandolo, y lo llamaban para que se acercara, -Esto debe ser una broma, okey, primera impresión vale oro-, se dispuso a levantarse para después encaminarse a dónde lo llamaban, -El es mi hijo, Victor-, sonreia amablemente su padre, -Un gusto Víctor-, levanto su mano para después estrecharla con el chico, -El es el señor Shield, y ella su esposa, Leslie Marcikc,- explicaba la progenitora del jóven, -Un placer conocerlos, mi nombre es Victor Gilbert Onstein- la presencia de aquel hombre era imponente, apesar de medir casi lo mismo, no quita el hecho de que tenia una mirada amenazadora.
La mujer observaba con cautela al muchacho, era alguien apuesto, y al parecer muy educado, -Y dime Victor, conoces a mis hijos, según me contaba tu madre asisten a la misma escuela-, el primer ataque se hacía presente, -Si, si los conozco- hablo tranquilo el muchacho, -¿Y conoces a mi hija?-, está vez intervino el señor Shield, está era una prueba de fuego, -Si la conozco -, no sabía que decir ante su defensa, el hombre lo miró unos pocos segundos para después sonreír, -Gracias por hacerla sonreír-, esto tomo por sorpresa al chico que se quedó confuso por aquella respuesta, a qué se refería.
Su duda no fue resulta, los mayores sigueron hablando entre si, Victor miraba alrededor buscando con la mirada esa precencia femenina que lo hacía dudar y preguntarse así mismo, ¿Cómo lo hizo?, su vista paro hasta donde se encuentraban los tres hermanos, ahora que se fijaba si tenían parecido aquellos gemelos, Miret, se percató de aquella mirada sobre ellos, esto la hizo reír, parecía un tonto mirando como un niño pequeño a algo que llama su atención, -Que tonto se ve mi cuñado-, dijo riendo dejando confundidos a Layla que peleaba con Liam, -¿Cuál cuñado?-, Liam volteaba a ver a todos lados sin encontrar respuesta, Layla seguía con el rostro confundido, a la mayor le causó gracia ver a sus dos hermanos menores comportarse de esa manera, ella era mayor por apenas un año, un año después que nació, nacieron sus dos hermanos gemelos menores, recordó lo emocional que se puso ella según contó su madre al ver a sus hermanos.
-El amor de tu vida lo conociste por una hermosa casualidad-, murmuró Miret, fue suficientemente fuerte para que los oídos de Layla la escuchara, sus pensamientos se aclararon y sus mejillas se enrojecieron levemente, mala idea habérselo contado a su hermana, no sabia a donde mirar, temia toparse con su mirada, pero inconscientemente... lo buscaba, su vista paro en cierto punto, admiro al ser que observo, ahí estaba, rezaba para que apartará la mirada.
Victor conecto su vista con la de la chica, pasaron los segundos y esta sonrio, una sonrisa que lo derretía, que lo hacia ponerse nervioso, que intentaba comprender por qué lo hacia ponerse asi, el se recargaba en el bandaral que tenía el camino, ella estaba bajo un árbol un tanto lejos, el joven sin darse cuenta correspondio a la sonrisa de manera alegre, para después apartar la mirada hacia otro lado, necesitaba comprender esos sentimientos que surgian, nunca los había sentido y eso era extraño, pero interesantes.
Paso el rato y aquellas familias se fueron, quería decir mucho pero su boca decía poco, iba pensativo en el transcurso de regreso, ¿Por qué?, no entiendo cómo paso, ¿Que es?, que es esa sensación al verla, esa alegría sin razón de la nada, aquella sonrisa que se escapa sin darme cuenta, ¿Amor?, pero como, no entiendo, no se que es estar enamorado, soy un novato enamorado, me robó el corazón y se escapó, no lo se, tengo miedo de amar y no ser correspondido, temo del dolor, ¿y si es simple ocasión?, un amor pasajero, ¿Pero que tal si no?, no entiendo, me enredo, me pierdo, ella, ella es como un laberinto, tan difícil de entender y comprender pero tan emocionante de conocer.
El joven subió directo a su habitación, se tiró a la cama, -Siento haberme enamorado-, un susurro se escapó de sus labios para después caer profundamente dormido. Al día siguiente se levantó de muy mala gana, le dolía la cabeza, seguro se había resfriado, quería seguir durmiendo, -Victor, ¿Estás bien, hijo?- se escucho la voz de su padre en el marco de la puerta, -No, no estoy nada bien- dijo mientras se tallaba el rostro con las manos, -Hoy no irás a la escuela, te ves fatal, hoy tu madre saldrá con unas amigas así que nos quedaremos tu y yo solos-, decía su padre un poco triste, odiaba quedarse solo, y más por qué ya había estado mucho tiempo de esa manera y lo único que quería era pasar el día con su esposa, claro también con su hijo, pero era evidente que Victor no es como que estuviera en las mejores condiciones para divertirse, la iba a pasar solito, -Dormire otro rato, es martes, así que hare los ejercicios de química después-, una notificación interrumpió a su padre antes de hablar, "Que no piensas ir a la escuela hoy retrasado mental", esto lo hizo reir un poco, Miel si que daba apodos muy "lindos", su padre salió de la habitación, "No ire, estoy enfermo, babosa", desde el otro lado de la pantalla estaba una muy ofendida Miel, "Entonces yo tampoco voy", "¿Por qué?, debes de ir para que después me pases la tarea", victor si o si quería mandar a su mejor amiga a la escuela, si no, no habría a quien pedirle los apuntes, "Por qué si tú no vas, yo tampoco, aparte quería faltar hoy, hoy es martes de hermoso examen de Biología y yo no estudie ni pío, así que hoy estudio y mañana lo hago :)", definitivamente Victor aceptaba la astucia de su amiga, "Estas loca :)", la confianza que habian generado estos dos en tan poco tiempo daba por seguro a una linda amistad,
"Eso ya lo se :v, además si tú preocupación son los apuntes, puedes pedirselos a tu novia ;)", ¿Cuál novia?, preguntaba Víctor, "Ni en tus sueños, vas y se lo pides tu a tu novio", "En mis sueños si pasa, y respecto a lo otro no, sabe que, después vemos que hacemos, yo voy a disfrutar mis últimas horas antes de que mañana llegue a reprobar el examen, así que a estudiar".Los jóvenes se despidieron, y Miel fue directo a estudiar, mientras Victor se volvió a sumergirse en sus sábanas, las horas pasaron y Victor se digno a bajar a hablar con su papá, -Hasta que baja el bello durmiente, ya te iba a ir a hechar agua-, ambos rieron, eran las 10 de la mañana apenas, -Oye papá, ¿que se siente estar enamorado?-, hablo de manera espontánea el joven hacia su padre mientras desayunaba, -Si es por Layla, ¿es enserio que hasta ahorita te vienes dando cuenta?-, decía el progenitor mientras miraba sarcásticamente a su hijo, -¡¡EHH!!-, grito derrepente el chico, -Hay vamos Victor, no hagas un escándalo, si es eso, ponte a pensar en tus sentimientos y compáralos con los que tienes a otras personas y obtendrás una respuesta-, dijo su padre mientras tapaba sus oídos con sus manos por el grito.
Su padre tenía razón, necesitaba pensar,
-La quiero, la aprecio, la admiro, en tan poco tiempo se volvió importante para mí, me pierdo en sus ojos, sonrió torpemente, la miro apreciando cada detalle, y su sonrisa en mi poesía.-
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Tan Hermosa Como La Poesía © || Hanne Rossy || Editando
PoetryDos jóvenes, un verso de poesía. Simplemente resonando al compás de sus corazones sin haberse conocido, una simple coincidencia daría resultado un lindo sentimiento. El no entiende lo que siente y ella no comprende lo que sucede. Tal para cual. ¿Un...