¿Hola, cuál es tu nombre?

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Victor siguió con la mirada disimuladamente a la silueta que se le aproximaba hacia si, para después tenerla frente a frente, sin prestar atención aún, hasta que esa melodiosa voz hablo diciendo.

-Hola, disculpa, me podrías decir cuál es tu nombre?-. Esto le trajo extrañeza a Víctor quien solo la miro extrañado, con algo de confusión a lo cual está chica noto.

-Oh disculpa mi mal educación, lo pregunto para inscribirlo en la lista de participantes de el festival- dijo la chica en un tono amable, esto aclaro los pensamientos de el joven quien solo se dispuso a mencionarselo para así poder seguir tranquilo antes de que recibieran el primer llamado al patio.

La chica solo se retiró de su lugar para repetir la misma acción con su compañero de atrás, quien rápidamente se lo menciono con cierto entusiasmo, termino dejando eso de lado cuando el profesor entro en el aula para decirles que deben ir al patio, todos salieron como balas al patio.

(zona donde normalmente la usaban para armar algún plan antes de alguna competencia) y está no era la excepción, Victor solo se dispuso a seguir a sus compañeros que corrían como si su vida dependiera de ello.

Al llegar a mencionado lugar tuvo que hacer fila al igual que todos para poder saber su compañero de equipo (los equipos serían de dos personas), llego su turno y sin pensarlo mucho, tomo un papel que contenía el número "24" el cual fue mencionado por el maestro en voz alta para que se reuniera con su equipo.

El joven esperaba a cualquier persona, pero si que la llegada de la tan enigmatica chica seria de su gran sorpresa, pues como se podía tener tanta casualidad o era el destino o simple coincidencia fue lo que se pregunto el chico sin poder quitar esa cara de no entender lo que sucedía a su alrededor.

la chica se acercó al parecer también un poco sorprendida por volver a verlo, el profesor les dio una etiqueta con el mismo número para colocarla después en el uniforme deportivo, los dos jovenes asintieron en forma de agradecimiento para después alejarse un poco de la fila y no estorbar a los que seguían.

Era un silencio un tanto incómodo hasta que ella hizo mención de que debía ir a cambiarse a lo cual el joven repitió lo mismo, ambos tomaron camino hacia los vestidores que desde luego están divididos, al momento de llegar a ellos solo entraron con velocidad, se les hacía demasiado incómodo ese silencio.

Después de unos cuantos minutos los dos salieron para encaminarse otra vez afuera pero hacia el jardín de la escuela ya que aún faltaba un poco para que empezase el festival, de un momento a otro el hablo casi sin pensar.

-cual es tu nombre?, esto tomo por la tomo por sorpresa, pero le respondió con una cálida sonrisa.

-Mi nombre es Layla, un placer victor- el chico solo esbozo una pequeña sonrisa para decir -El placer es mío, Layla, espero y nos llevemos bien- la joven al escuchar esas lindas palabras solo asintió, ella lo había visto unas cuantas veces, pero pensaba que era una persona más cerrada debido a su semblante relajado y tranquilo que tenía todo el tiempo.

Pero veía que no, era una persona un tanto dulce por la forma de dirigirsele y hablar, era un tono de voz un poco suave y tranquila pero a la vez firme, esto si que le sorprendió para una primera impresión, por el lado de Víctor no había novedad alguna, conocía a la chica solo a lo lejos pero no era secreto su gran amabilidad y forma de tratar a los demás, por lo cual no se sorprendió y lo tomo con indiferencia, ya que lo único que desconocía como detalle básico era su nombre jamás le había tomado importancia escucharlo.

Ambos jóvenes llegaron al hermoso jardín que a su vez era gigantesco: los árboles lo cubrian por completo debido a su ramas espesas, el césped tenía una tonalidad única de color verde claro que brillaba por los rayos del sol que dejaban pasar algunas ramas, el empedrado era magnífico pareciera cuento de hadas, Victor se perdió completamente ante aquella escena ya que era el único lugar que no conocía de la escuela a pesar de ser fanático de ellos, se estaba cuestionando por qué no había venido antes en lugar de quedarse todo el rato en el aula, sus ojos centellaban con un lindo brillo al seguir espectando su alrededor.

Layla lo noto de inmediato, podía asegurar que el se encontraba mirando a detalle todo, pero también se quedó observando el brillo incesante de sus ojos parecía un niño pequeño cuando descubre algo que le llama su atención.

El lugar era sin duda perfecto, pero para ella se volvió más perfecto su forma de contemplar todo lo que veía en ese parque lo cual inconscientemente le hizo formar una sonrisa en su rostro, sería gracioso a la persona que los viera así.

Mientras el se perdía con su entorno, ella se perdía en su mirada fija hacia los lados de aquel jardín, asi pasaron unos cuantos segundos más hasta que el chico dirigiera su atención hacia ella para decir.

-Es muy lindo no lo crees?- Layla rápidamente esbozo una gran sonrisa.

-Es perfecto, todo rima al zon del compas, pareciera que cada elemento del parque complementase a otro y así sucesivamente-, el chico rio ante aquella poética descripción para mencionar.

-Es curiosa tu forma de describirlo, pero no te equivocas, lo es, mejor mención no pude a ver escuchado.- Layla hizo aclaración en qué la poesía era un de sus mayores gustos.

Para luego seguir caminando por el lugar hasta sentarse en una banca de ahí, aúnque ella se levantó para ir a jugar con unos niños pequeños que se encontraban ahi, seguramente eran familiares de algún estudiante.

Víctor le pareció un gesto muy adorable y amable, que se quedó viendo aquellos pequeños jugar con ella, ahora que la observaba le resultaba una persona más interesante que antes, era muy hermosa pareciera que todo su alrededor siempre se congeniara para hacerla resaltar.

Era algo que no había notado antes, nunca le había tomado importancia eso, su cabello se sacudía de una manera elegante, los mínimos rayos del sol lo hacían brillar tomando un tono más suave y claro, sus ojos no eran la excepción se veían muy lindos al volverse un tono mas claro y destacable.

Victor pensaba que lo que veía era un personaje sacado de un cuento de fantasía. Salió de sus pensamientos hasta que se topo con la mirada de aquella chica sobre el, sonrientemente lo miraba por un momento, por acción involuntaria y simplemente por instinto, le devolvió aquella sonrisa tan peculiar de el, era demasiado linda, se veía sencilla y sincera no había más.

El chico acababa de sonreír de una manera inconsciente solo por la presencia de aquella persona.

Tan Hermosa Como La Poesía © || Hanne Rossy || Editando Donde viven las historias. Descúbrelo ahora