Perfecto sueño

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-¡VICTOR!-, se despertó de golpe sin saber que pasaba.

-Ya levantate dormilón-, hablo su padre desde la puerta, estaba confundido.

-¿Que hora es-, pregunto sin mas, mientras se tallaba los ojos.

-Son las 10 AM, Victor-, se sorprendió, es que momento había faltado a la escuela, por qué su alarma no sonó.

-Hay no, otra vez falte a la escuela-, se golpeó la frente con la almohada, mientras su padre no entendió.

-Como que otra vez Victor, ¿Te sientes bien?, no es otro día, solo te dormiste-.

-¿Que?-, no lo podía creer, ¿Cómo que era el mismo día y solo se quedó dormido otro rato?

-Vamos, levántate, ven a desayunar que ya es algo tarde-, Victor estaba inmóvil, entonces todo lo que sucedió era un simple sueño, rápidamente tomo su celular para verificar todo, y era cierto el mismo día, los mensajes con Miel solamente hace unas cuantas horas, solo... fue un sueño.

Layla se encontraba en la escuela, -¿No has visto a Víctor?-, pregunto a su gemelo al lado de ella.

-¿Ah tu novio?, no, ¿por qué?-, la chica le dió un fuerte codazo en el hombro.

-Por que me pegas salvaje-, exclamó ofendido Liam.
-Que tu noviecito no haya venido no es para que te desquites conmigo imbécil-, dijo molesto mientras se sobaba.

-Que no es mi novio idiota-, recalco la joven a su hermano.

-Pues debería, por qué a kilómetros se te cae la baba, no quieres que te traiga una cubeta-, hablo riendo el joven, burlandose.

-A ver mocoso menso, otra más y está vez te pego dónde más te duela-, hablo amenazante su hermana, Liam solo trago saliva.

-Por eso digo que mejor ya no digo nada-, dijo sonriente el muchacho.

-Bueno, de puraaa casualidad, por azares de la vida, osea yo nomás digo por pura curiosidad, no será que has visto a Miel-, decía Liam tratando de sonar desinteresado en el tema, obviamente no le salía.

-No finjas, que mentir no se te da-, menciono a su hermana.

Ambos siguieron discutiendo por un rato más, lo de ser hermanos no quita el hecho de quererse matar cada 5 minutos entre ellos. Las demás clases pasaron tranquilos pues respecto a que no compartían ni una sola, lo cual para ellos era el paraíso.

Era curioso, cuando eran pequeños eran muy unidos entre si, no podían estar mucho tiempo lejos del otro por qué lloraban y gritaban, pero ahora es todo lo contrario, ahora lloran y gritan por estar mucho tiempo juntos, prefieren no verse en todo el día a qué tener que tener una charla, Miret odiaba aquello, siempre extrañaba esos momentos cuando los tres jugaban juntos, pero ahora rara vez están cerca del uno del otro, y lo peor de todo para ellos que eran gemelos lo único que los diferenciaba era que uno era hombre y la otra mujer, dejando eso de lado son iguales, ambos tienen un lazo muy apegado a su hermana mayor.

Puesto que entre ellos no se llevan, su único lugar seguro es ella, normalmente tienen peleas continúas, la anterior discusión era como una linda charla de hermanos, normalmente eran insultos fuertes, así que eso no es nada.

Sinceramente ni siquiera sus padres sabían el por qué de sus carácteres entre si y cambio drástico, ambos eran grandes personas pero entre ellos siempre había una barrera, Miret sabía por qué eran así ahora, y todo era culpa de sus mismos padres que se dedicaron toda su infancia a compararlos entre si.

Aplaudían el logro de uno y sobajaban el del otro, si uno tenía un fracaso lo comparaban con su gemelo, jamás halagaron a ambos siempre buscaron quien era mejor, "deberías ser como tu hermano o hermana", desde ese momento hicieron que se generarán rivalidad entre si con tal de resaltar y sus padres los alagaran, aplaudíeran, y inconscientemente sus padres eran los culpables de aquello sin saberlo.

-Liam-.

-Que quieres-, la joven solo lo miraba molesta.

-Toma-, su hermano la miro confundido.

-¿Que es?-.

-Tu solo abrelo-, este hizo lo dicho y desenvolvió el objeto.

-Feliz cumpleaños idiota-.

-Pense que no te acordabas-, rio el chico mientras observaba el objeto.

-Pues como no lo voy a recordar si es mi cumpleaños también tonto-.

-Cierto-.

-Feliz cumpleaños tonta-, solo eran ellos en su casa, sus padres no se encontraban, lo habían olvidado... otra vez. Siempre solía ocurrir lo mismo, normalmente estaba Miret ahi, pero ella también tenía ahora sus propios compromisos, que en ese momento odiaba, ir a la universidad no era nada sencillo. Así solo se tenian el uno al otro.

-¿Quieres ir?, digo, solo si quieres-, Layla miro a otro lado evitando la mirada de emoción de su gemelo.

-¡Todavía lo preguntas!, por supuesto que quiero ir por Dios-, Liam saltaba de emoción, mientras Layla sonreía, por dentro ambos estaban tristes, el hecho de que no fuera la primera vez que pasaba dolía, rara vez los veían y las pocas eran solo para revisar sus calificaciones o algo por el estilo, algunas veces iban a algun lugar como premio, solo por ello se esforzaban.

-Oye, que crees que pasaría si papá y mamá estuvieran aquí-, pregunto el chico mientras observaba las atracciones de la feria, -Solo, digo, si estuvieran... aquí-, un tono de tristeza se hizo presente, el agachó su cabeza.

-Sinceramente sería raro, talvez un poco incómodo, no estamos acostumbrados a su presencia todo el tiempo, pero sería lindo... si tal vez fuera cierto-, su voz bajo, y miro a su hermano

-Pero... al carajo eso, hoy es nuestro cumpleaños y no pienso permitir que nos la pasemos encerrados en nuestras habitaciones como siempre, se que duele saber que siempre lo "olvidan", oh que Miret no está aquí, pero nos tenemos el uno al otro, siempre discutimos pero nada fuera de normal, podremos gritarnos hasta de que nos vamos a morir pero cuando uno llora el otro termina consolando, entonces a divertirse niño tonto por qué el dinero que nos dieron no va a ser en vano-, decía layla apuntando a su hermano.

Su gemelo que reia ante los actos de su hermana, en verdad lamentaba haber esperado tantos años solo por su orgullo sin divertirse con su loca favorita.

-Entonces, ¡Vamos a la montaña rusa!-, el chico tomo de la chaqueta a su hermana para arrastrarla a la atracción, sabía perfectamente que ella le tenía terror a ese juego lo cual lo hacía más divertido, Layla estaba pálida.

Pasaron toda la tarde jugando como locos, maldiciendose pero se divertían.

-¡OIGAN ENANOS!-

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⏰ Última actualización: Aug 15 ⏰

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Tan Hermosa Como La Poesía © || Hanne Rossy || Editando Donde viven las historias. Descúbrelo ahora