En el amor todo es principio y fin, ¿ O no ? ( Rin X Tu )

El libro de los 300 bombones

Si quieres enterarte de todo lo que se menea, solo tienes que preguntarle a Fuyuka. Diría que es mucho más chismosa que yo y mi grupo entero de amigas.

Así que no me sorprendió el hecho de que largara cualquier estupidez sobre algunos de los jugadores.

Cada una con su "Libro de los 300 bombones " miraba atentamente a ver si su corazón era robado por algún que otro delantero.

Pero a quien vamos a engañar, mientras que Fuyuka tenía reacciones exageradas de fan girl, yo solo esperaba no encontrarme con algún que otro individuo, ejem ejem. Y para que decir, que viendoles el careto a todos se quedan cortos para superar el de él.

- ¡T/N mira este! - giró el libro y señaló a un chico pelinaranja que estaba en forma, muy en forma diría yo.

- Kunigami Reisuke - susurré.

- Madre mía de la vida santísima, has visto ese bícep - intentaba imitar el pedazo de musculo que tenía el chico mediante unas poses de gym algo irregulares - sería muy raro si al verlo le pregunto, "¿ me escachas la cabeza con tu brazo?"

Yo solo reí ante sus ocurrencias, pero a ver, el chico no estaba mal solo que no me atraía.

Seguí buscando alguno que pudiese al menos hacerme olvidar de él, pero que va, todos eran intentos fallidos.

- Oye Fuyuka, creo que el libro tendrá que pasarse a llamar " El libro de los 290 bombones" porque estoy encontrando a gente aquí que guapos guapos no son - mi cara de disgusto lo decía todo y a ver, no siempre tienen que ser como modelos, pero habían algunos que se pasaban de la raya.

La pelirroja coincidió conmigo, con algunas caras de disgusto. Seguimos a lo nuestro, hasta que hizo el aman de querer enseñarme algo. Pero a los segundos se retractó con manos temblorosas.

Yo seguí insistiendo en ver el papel, ¿ por qué lo quería esconder ? ¿Acaso era tan guapo para no compartirlo?

Desgraciadamente, la curiosidad mata al gato y al ver el informe mi sonrisa juguetona desapareció. Es más, me senté con algo de pesadez. Toda la diversión se esfumó en un segundo.

¿ Acaso Fuyuka también lo sabía ?

- T/N... - se acercó a mi y pasó un brazo por mi hombro - sé que será difícil por todo lo que estás pasando y que no seré de mucha ayuda porque no conozco del todo lo ocurrido. Pero me tienes para todo eh, que para eso soy tu súper hiper mega compañera.

Una mueca salió de mí cara, se suponía que era una sonrisa. Pero no nos mintamos, hasta Fuyuka se había enterado de mi ruptura.

De seguro más gente lo sabría y habría sido el hazme reír de todos ellos. Con solo pensarlo me entra la ansiedad. La pelirroja lo debió de notar porque con sus dos manos agarró mi cara como si fuera un cuenco.

- Oye, tranqui ¿vale? Estamos aquí para trabajar y además de eso, pasarlo bien teniendo nuevas experiencias. No estés mucho tiempo por su módulo y listo. - tras eso me dio un gran abrazo, que fue bastante reconfortante.

A decir verdad, Fuyuka era madura a su manera. Tenía sus momentos de locura como toda persona, pero era fascinante como podía cambiar en cuestión de segundos. Siguió con sus gratas ocurrencias, intentando hacerme reír y crear un ambiente feliz como el de hace unos momentos.

Yo le seguía el juego pero en realidad mi batería ya se había agotado. Parecía que sobrepensar era un hobbie nuevo para mi cerebro, porque lo podía practicar durante horas.

Le saqué la excusa de que ya era tarde y con todo el lío estaba exhausta. No se le veía del todo convencida pero aún así decidió hacerme caso e irse a su habitación a dormir.

Justo al cerrarse la puerta, automáticamente me acurruqué entre las sábanas. Mirando al techo, me preguntaba, como todos los días. ¿ Seguirá siendo esto una buena idea ?

Con rabia sobé mis ojos, ¿por qué siempre tengo q estar comiéndome la cabeza con estos rollos? Ya hasta mi cansancio era producido por pensar tanto y no por las actividades diarias.

Como por si fuera poco las luces se apagaron una tras otra, quedando completamente a oscuras. Miré al reloj que contenía una luz reflectante, las 10 de la noche. Se me había olvidado por completo que se apagaban a esta hora.

-Espera... ¿y las ventanas?

Me llevé mis manos a mi sien, a quien en su sano juicio se le ocurre hacer un pedazo de pentágono en medio de la nada pero NO agregarle ventanas. Es que es de tontos.

Pero ya que, no tenía elección y ganas de ponerme a hablar tampoco. Mi única opción, dormir.

...

Tranquila, que si las luces no te despiertan ya lo hará una persona chillona con voz de pito. Y sí, me refiero a Fuyuka, a quien va a ser si no.

Parece ser que el planin tuvo un giro inesperado y los delanteros llegaban hoy por el mediodía. A Ego le fue mejor de lo que se pensaba y todos habían aceptado moviéndose por el entusiasmo y como no, el egoísmo.

Que agradable noticia, ahora tendría que prepararme a contra tiempo, ayudar a Fuyuka, seguir órdenes y por supuesto, presentarme a los jugadores. Me encanta.

Mientras Anri les daba el uniforme e indicaciones a los chicos, a nosotras nos tocaba organizar un poco cada habitación y estar pendientes por si necesitaba ayuda.

Las dos llevábamos el uniforme azul, que para mi sorpresa, me quedaba de lujo.

- Oye quejica, tengo una idea - ese apodo me llamó la atención pero no comenté nada, no me molestaba porque sabía que se me ocurriría algo mejor para rebatir.

- Dime que piensas - me limité a contestar.

- Los equipos se dividen por abecedario, es decir de la A a la Z.

- Wow Fuyuka, el descubrimiento del siglo no te consideraras Einstein.

- Cállate quieres - habló entre risas - algunas veces dudo de tu inteligencia por eso lo digo. Como seguía diciendo, va a ser muy pesado ir las dos uno por uno hasta llegar a los 27 grupos, así que he pensado que podíamos dividirlos, lo que quedaría en que una hace 14 y otra 13. Después a la hora del almuerzo nos cambiamos, es decir, yo hago tu grupo y tú el mío. ¿ Qué te parece ?

- Creo que es la mejor idea que se te ha ocurrido desde que te conozco. Yo me pido presentarme a los 14 primeros, cuanto antes me lo quite de encima mejor.

- Si es que soy la mejor dando ideas no me lo niegues, yo haré los 13 siguientes. Más te vale estar atenta eh, a la hora del almuerzo quiero detalladamente tu experiencia.

- Lo mismo te digo.

Nos fuimos por caminos distintos cuando la alarma programada nos avisó que ya podíamos empezar nuestro trabajo. Llega la hora de la acción.