9

0 0 0
                                    

-Quiero amarte, pero no sé como. - le digo antes de salir de la casa.

Camino hasta llegar a una cafetería, me siento pensando en que haré ahora. ¿A dónde iré? Tendré que volver a buscar mis cosas. Soy una estúpida, no debí irme así. Decido llamar a mi mejor amiga.

-¿Dónde estás? - pregunta a penas  atiende la llamada. - ¿Paso por ti? - le doy la dirección y espero a que llegue. - Tienes una cara horrible. - ruedo los ojos.

-Hola a ti también. - digo con sarcasmo.

-¿Qué pasó? - se sienta frente a mi y llama a un camarero.

-Ya lo sabes. - digo mientras ella pide café y donas. - Ya te he contado todos los problemas que tenía, que tengo. - suspiro. - Lo intenté, te prometo  que lo intenté. En un momento, hasta creí que realmente lo amaba. Pero es tan diferente pasar las 24 horas de los 7 días con él, a lo que teníamos antes. Tenía que dejarlo, por no mentirle, por no mentirme. Me dolía el corazón cada vez que me decía "te amo" y yo no podía responderle con los mismos sentimientos. Era lo mejor para los dos.

Cuentos nocturnos para personas solitariasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora