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Despierto con el sonido del timbre, me levanto y veo la hora en el reloj de mi mesita de noche. Las 4 am. Busco mi arma antes de bajar a ver quien toca el timbre.

Cuando llego a la puerta, no hay nadie afuera, abro y encuentro una caja. La abro con cuidado, aún en la puerta de mi casa y encuentro una mano. La analizo, fijándome en sus dedos. Un dedo tiene un tatuaje que simula un anillo, pertenece a la chica que estoy buscando. Debajo hay una nota.

"Ella no volverá. Dejen de buscarla."

Me preocupa que tenga mi dirección, pero decido pensar en eso más tarde y llamo a los padres de la chica.

-Tengo malas noticias. - informo en cuanto atienden. Le cuento lo sucedido mientras los escucho llorar. - Lo siento. - murmuro, aunque no sirve de nada. - Ni siquiera quiere dinero, no sé como seguir ayudandolos.

Cuentos nocturnos para personas solitariasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora