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Le sostuvo la cara antes de que pudiera ver y le dijo:

-¿Por qué hiciste eso?

-No me digas que crees que estuve mal, se lo merecía. - se quejo ella.

-¿En serio debo decirte por qué está mal golpear y tirarle una bebida en la cara? - el chico se frota la cara con frustración.

-¿En serio debo decirte que ella es una imbécil que se lo merecía? - le molesta que su chico prefiera defenderla en lugar de apoyarla.

-¿Qué es lo que hizo para merecerlo? Aparte de ser mi exnovia. - el suspiro frustrado que suelta solo la enoja más.

-No lo sé. - responde con sarcasmo. - Tal vez acosarme desde la primera vez que hablaste conmigo no es suficiente para ti. - la chica comienza a guardar sus cosas para irse del comedor.

-¿Ella hizo eso? - la sorpresa en la voz del chico la enfada aún más, como si eso fuera posible.

-Si no la tuvieras en ese estúpido pedestal verías lo que he intentado decirte todas estas semanas. - su enfado pasa a ser una decepción tan grande que le duele el pecho, sabía que no debería haber aceptado salir con él, era obvio que aún no superaba a su ex. - Ve a asegurarte de que esté bien, se que quieres hacerlo. Pero no vuelvas a buscarme.

La chica se va, mientras el chico intenta procesar todo lo que le acaba de decir, se deja caer en su silla sin saber que hacer. ¿Va tras su exnovia o tras la chica que le gusta?

En lugar de eso decide sacar su celular, ve todo lo que la chica que le gusta le ha mandado en estas semanas que llevan saliendo. ¿Cómo pudo ser tan ciego? ¿Cómo fue capaz de creerle a su ex? Por algo es su exnovia y ya no está con ella.

Suspira mientras guarda sus cosas y corre por el camino que su chica tomó, rezando porque no fuera tarde para tener una segunda oportunidad.

Cuentos nocturnos para personas solitariasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora