A JiMin cada vez le pesaba más el amor, ponerlo en palabras, admitirlo, le había dado mayor consciencia de cómo tal sentimiento se apoderaba de su ser con la sola presencia de YoonGi.
Retomar el trabajo a su lado se sentía distinto, tan falso como siempre, pero su sentimiento era muy real.
—Cielo, espera...—Dijo YoonGi fuera de la empresa y tomó un broche con una pequeña flor y lo acomodó en el cabello de JiMin.
Lo había visto batallar con un pequeño remolino que insistía en picarle el ojo hace días, así fue que compró un broche para él.
Claro que aprovechó a estar en su rol de novio para dárselo. Quería estar a su lado mientras pudiera, dolía saber que era muy raro para que lo amaran, así que decidió tomar la oportunidad de tener una probada de eso, consideraba que podía ser la primera y única.
Admiró como lucía tal broche en el cabello rubio recientemente tinturado de su chico y dio un casto beso en sus labios.
—Lindo.—Murmuró antes de seguir caminando.
JiMin sentía sus mejillas arder, y su cuello, y sus orejas, sentía que hervía... YoonGi había tenido el descaro de seguir como si no se comportará como el chico más precioso y romántico que haya conocido.
No alcanzaron a llegar a la empresa cuando un par de paparazis los encontraron de frente.
JiMin se escondió detrás de su novio, siempre temía de lo que la gente con cámaras podría decir o hacer con él. Temía que la intromisión de tales personas acabara con el enorme proyecto que su padre había construido, no le tenía mucho afecto, sólo sentiría culpa de arruinarlo y no tendría su estabilidad económica.
Las preguntas eran sobre los recientes despidos y cambios de accionistas y varios empleados, cuestionaban lo que JiMin hacía, lo acusaban de planear la ruina de su padre por su desagrado por las cámaras y especulaciones varias, muchas sin siquiera tener sentido.
YoonGi se sintió paralizado un instante, no sabía cómo abordar todo y esas odiosas personas les obstruían el paso.
—Ya fue suficiente, es agotador que no dejen tranquilo a JiMin.—Habló YoonGi y todos los micrófonos y celulares se acercaron a él.
—Es precioso, entiendo que llame la atención, pero incluso en citas en el parque las mariposas no dejan de confundirlo con una flor, déjenlo en paz, vinimos por trabajo, las decisiones de mi chico son sabias y adecuadas, no juzguen, sólo vean los resultados en silencio.—Finalizó YoonGi abriéndose paso tomando la mano de JiMin quien estaba avergonzado.
Nunca habían tenido una cita, nunca habían estado juntos en un parque siquiera, lo que dijo YoonGi fue relleno irrelevante para tratar de satisfacer el hambre de "información exclusiva" y de paso llamarlo "Precioso" y compararlo con una flor ante los medios de comunicación.
Desde el primer día, JiMin admiró la habilidad de YoonGi de callar a esos parásitos que se alimentan de vidas ajenas, pero parecía superarse a sí mismo en cada ocasión.
No sabía de dónde venían esos momentos de profunda elocuencia, pero ante los que tenían cámaras más amenazante que cuchillas, sonaba espectacular y lo salvaba.
~♡~
Una vez en el elevador, YoonGi se quitó el saco, llamando la atención de JiMin, quien de inmediato miró su vientre, su camisa perfectamente acomodada aún no tenía esa pancita con la que lo conoció y la cual era un tipo de fijación, esperaba verla como si mágicamente fuese a hacer aparecer de nuevo sus mejillas redondeadas que le daban una apariencia menos intimidante como la que tenía estando delgado y con la mandíbula marcada, su apariencia no se sentía como la del chico adorable que era.
Pero vio una oportunidad en la corbata desacomodada de su amado.
—Tu corbata, Yoon... Te ayudo.—Dijo JiMin antes de poner sus manos sobre él.
YoonGi suspiraba por la cercanía, JiMin se tomaba su tiempo, así que aprovechó de poner una mano sobre su cadera.
—Tengo sueño, ¿Sabes? Me esperaba algo así y me pone muy nervioso cada vez que ocurre.—JiMin mintió, durmió como bebé.
Sólo puso su cabeza en el hombro de YoonGi y suspiró profundo para provocarse un bostezo, sentir como era acurrucado le confirmó que había triunfado.
—¿No te molesta la etiqueta en tu camisa? Me pica sólo de mirarla—Cuestionó YoonGi.
A JiMin le llamó la atención de otra manera esa vez, se había acostumbrado a las quejas de YoonGi por las etiquetas o verlo rascarse desesperado.
—¿Qué te hacen sentir las etiquetas? Además de picazón... ¿Cómo te afectan?—Preguntó JiMin.
Si bien a YoonGi tales preguntas le tomaron por sorpresa, no dudó en responder:
—Depende del tipo, pueden picar, pinchar o hacerme sentir dolor, es una agonía.
—Iremos con MinHo hyung.—Decidió JiMin y presionó otro botón en el elevador.
~♡~
La oficina de Choi MinHo estaba mucho más arriba, JiMin solía trabajar entre el tercer y quinto piso del edificio, en el décimo estaba "diseño y confección" un lugar amplio con maquinaria y el lugar de MinHo.
—¡Hyung! Llegó un posible proyecto.—Anunció JiMin.
—Es guapo tu proyecto.—Dijo Choi.
—Te voy a acusar con Kibum.—Amenazó JiMin.
YoonGi observaba como ambos interactuaban, por más que Choi estuviera en pareja con un tal Kibum, seguía sintiéndose extraño, ver el rostro iluminado de JiMin al hablar, estaba algo desconectado, por lo que todavía no captaba la idea en absoluto.
—Gigi... ¿Qué dices?—Preguntó JiMin.
—¿De... Qué?—YoonGi respondió.
No lograr enfocarse en una conversación por estar sobrepensando le avergonzaba y le hacía sentir culpa, claro que JiMin le importaba, pero una cantidad enorme de emociones y sensaciones lo agobiaban cada vez que JiMin interactuaba con otro hombre.
—Oh, te desconcentraste, same, te resumo, pretty boy, mi papá quiere un proyecto para que yo me abra paso en la empresa... Quiero hacer ropa deportiva sensory friendly y que trabajes conmigo en ello.—Explicó JiMin.—MinHo es nuestro diseñador supremo aquí, pero tú eres el sensible, así que harías pruebas de calidad y seguro también tienes ideas increíbles de diseños que te harían sentir cómodo.
JiMin estaba acostumbrado al rostro inexpresivo de YoonGi, por ende, que alzara sus cejas podía parecer mínimo, pero era una sorpresa máxima, le complacía haber conseguido lo que necesitaba y además la posibilidad de estar por más tiempo con su novio falso.
—Me agrada la idea.—Dijo por fin, YoonGi.
—JiMin, tu cuello...—Señaló MinHo rompiendo su burbuja de miraditas coquetas.
—Ya sentía yo que me picaba...—Dijo JiMin mirándose con la cámara de su celular, su piel en esa zona estaba algo irritada.—Voy a tomar un antihistamínico y vengo, Pretty boy.
Una vez JiMin salió de la oficina, MinHo suspiró y habló a YoonGi:
—Sé que son novios falsos, JiMin tiene terapeuta pero a veces viene conmigo por consejo.
—Debe ser difícil lidiar conmigo.—Comentó YoonGi honesto.
—Nah, se hacen ojitos, tanto que me hacen sentir mal tercio, ¿son buenos actores o en serio se gustan? — Choi preguntó.
Sabía de antemano cuánto le estaba agobiando a JiMin sentirse enamorado de YoonGi, aún así, fingió no saberlo porque quería saber la otra parte, aunque no tuviera la misma confianza, cualquier información le sería útil.
Pero YoonGi seguía procesando aquello, nunca consideró que en serio podría gustarle JiMin, no debía, trabajaba para él y se vería como un hambriento de afecto si se enamoraba de los detalles gentiles que había tenido JiMin con él.
—Es un trabajo... Poco usual.—Respondió YoonGi de forma vaga.
Aunque se llevaría a casa una nueva duda.
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No, Nos Amamos. | YoonMin.
FanfictionJiMin, el hijo del CEO de Go!Park debía detener sus polémicas por su identidad y todo lo que involucraba su vida personal. YoonGi, el hijo autista de la cocinera del hogar de los Park era la herramienta perfecta. -Ser afectuoso con mis amigos no e...