La visita resultó ser sólo la tía odiosa, hermana de su padre que llamaba a Jimin "mi niña" a cada momento.
Llevaba dos semanas ahí. Como si no tuviera para pagarse un hotel en la ciudad en vez de aprovechar la casa de su hermano.
JiMin estaba irritado, pero no contaba con que YoonGi también fingiría ser su novio ante la -para él- extraña y equilibraba la situación con un "Mi chiquito", su rol era ser un soporte en un ambiente intolerante y lo tomaba muy en serio. Cosa que tenía a JiMin al borde de un colapso emocional.
—Mi novio no me ha besado en un rato, se me antoja.—Dijo JiMin sentado en la encimera de la cocina. Porque en esas dos semanas no había pasado, no había sido necesario, según el acuerdo inicial.
YoonGi, quien había ido por agua, sabía que la intolerante señora Park rondaba por la casa, supo que debía hacerlo y quería hacerlo.
Al principio sentía que se metía en un tipo de personaje para tener interés por JiMin, pero con el paso del tiempo se volvió un juego de roles que disfrutaba mucho, una probada del amor que nunca tendría.
En su mente, seguía siendo sólo su trabajo y sentía que se estaba aprovechando de JiMin, la sensación de culpa lo consumía, las insinuaciones del chico no hacían más que confundirlo. Muy raro para ser amado.
—¿Qué esperas pretty boy?—JiMin insistió al notar que su propuesta tenía a YoonGi en un dilema.
—Eres un mimado, ¿Lo sabías, chiquito? —Dijo YoonGi posando sus manos en los muslos de JiMin.
—Así me acostumbraste.—Respondió JiMin en voz baja, ante la cercanía.
YoonGi besó su mejilla y rozó sus labios en la mandíbula de JiMin, aquel recordaba a su amigo burlándose por las reacciones exageradas de su micropene, porque Min parecía saber cómo hacerle perder la cordura, Park no sabía cuánto lidiaba el contrario con la propia.
JiMin suspiraba por las caricias de los labios de YoonGi y como las manos sobre sus muslos se movían de arriba a abajo, ejerciendo presión.
La paciencia de Park llegó a su límite y asumió que YoonGi no le besaría, por lo que le tomó por el mentón y lamió sus labios, manteniendo su cercanía, haciéndole saber que en serio quería ser besado.
YoonGi por fin dejó atrás sus dudas y una de sus manos se posó en la cintura de JiMin y la otra en su nuca, por fin besando sus labios como ambos anhelaba. JiMin aferró su agarre en la espalda de YoonGi, asegurándose de no dejarlo ir.
No fue dulce como la expectativa de JiMin, sino que se volvió desesperado, haciendo resonar chasquidos húmedos y suspiros tratando de tomar aire sin acabar el contacto.
A JiMin le tomó por sorpresa cuando creyó que había acabado, pero YoonGi había comenzado a besar su cuello. Era un peligro, se sentía tan ardiente.
Estaba escalando tan rápido que esta vez, JiMin agradeció una interrumpción:
—Es mi culpa por no avisar que venía.—Dijo SeokJin tapándose los ojos con ambas manos.
Se apartaron y YoonGi algo apenado simplemente salió de ahí, fue a su habitación con un nudo en la garganta, JiMin le dio todo y él no sólo se enamoraba, sino que se casi se lo comió en la cocina mientras la única persona presente era esa señora y el padre que estaba en el despacho.
Agradecía a SeokJin, de otro modo seguiría arruinando todas sus oportunidades.
—Ya no puedes dudarlo, también le gustas, casi te come y... ¿Eso es un chupetón?—Dijo Jin.
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No, Nos Amamos. | YoonMin.
FanfictionJiMin, el hijo del CEO de Go!Park debía detener sus polémicas por su identidad y todo lo que involucraba su vida personal. YoonGi, el hijo autista de la cocinera del hogar de los Park era la herramienta perfecta. -Ser afectuoso con mis amigos no e...