🔳 潘多拉之谜 ~ Penguins: El Misterio De Pandora [2° Parte]

Venom

Julien entró a la mansión encontrándose con Maurice, quien estaba esperándolo en la sala.

—¿Dónde estabas? Son más de las doce. Es peligroso estar en la calle a esta hora. ¿No has escuchado sobre los asesinatos? Unos chicos de la escuela Holmes han muerto —dijo Maurice y prendió la luz, notando la apariencia desaliñada del actor—. ¿Qué te pasó?

Julien frunció el ceño al recordar las veces que tuvo que correr y alejarse de la gente porque escuchaba una voz que le decía que quería comer personas y animales, incluso tuvo que salir del tren y caminar hasta la mansión.

—No quiero hablar de eso ahora, Maurice —dijo pasando a su lado para dirigirse a las escaleras.

̶C̶o̶m̶i̶d̶a̶ ̶ —escuchó otra vez la voz.

—¡Ya para! —gritó, sorprendiendo a Maurice.

—Julien, ¿se encuentra bien?

—Estoy cansado, me voy a dormir.

—Te tengo noticias, rescataron a Skipper, está en el hospital Destino Final. Fue drogado, pero los doctores dicen que estará bien —dijo Maurice sonriendo levemente—. Podríamos verlo en la mañana.

—No lo sé —contestó subiendo las escaleras—. Después hablamos. Realmente quiero dormir ahora.

Horas después Julien se movía de un lado a otro intentando dormir, mientras giraba recordaba los gritos y gruñidos que escuchó en Pandora.

Se levantó y fue a la cocina por un vaso de agua. Al llegar Julien dejó el vaso sobre la mesa, fue hacia el refrigerador y agarró el pollo broaster.

Julien comió rápidamente, pero luego corrió al baño y vomitó. Volvió a la cocina y comió rápidamente dos sándwiches, volvió a vomitar y al regresar a la cocina comió los restos del pollo que estaba en la basura.

—Sí... —murmuró con la boca llena, tomando otro trozo de pollo que estaba rodeado de moscas. No supo exactamente en qué momento se quedó dormido.

En la mañana Julien despertó e hizo una mueca al ver la basura y comida esparcida por el piso.

—Qué asco —murmuró poniéndose de pie.

Fue al baño y se mojó el rostro.

—¿Qué me está pasando? —dijo viéndose en el espejo. De pronto algo blanco apareció de su rostro, cubriéndole ambos ojos al mismo tiempo que volvió a escuchar una voz grave, esta vez diciendo su nombre—. ¡AH! —gritó asustado y retrocedió rápidamente, tropezando y quedando inconsciente al golpearse la cabeza cuando cayó en la bañera.