Parte 15 - La Bestia detrás del rostro de un hombre

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Y como cada fin de semana, les traigo actualización, debo confesar que cada que leo esta parte del manga o la veo en el anime, me da un coraje... (si, más que el coraje que me dio con Beast), mi pobrecito bebé tuerto, como se atreven a hacerle eso Q.Q

Agradezco muchísimo el apoyo a los que le han dado una oportunidad a esta historia, espero siga siendo de su agrado, y no se olviden de dejar su voto para seguir apoyando esta historia... death!

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Capítulo 15: La bestia detrás del rostro de un hombre

Ciel durmió toda la tarde, y el día siguiente, no fue sino hasta que cayó la noche cuando despertó finalmente.

Jill entro a la habitación junto con Sebastian, el cual le llevaba la cena.

— Buenas noches, enano dormilón — se burló Jill.

— ¿Qué hora es? — pregunto con fastidio, a decir verdad, lucia completamente mejor que el día anterior.

— Las 7:14 de la noche, joven amo — respondió el demonio

— ¿Por qué no me despertaste? — gruño

— Considere que era mejor dejarlo descansar más tiempo — respondió — Fue una decisión basada en que, como mayordomo, debo cuidar la salud de mi amo — agrego aproximándole la cena — La cena para esta noche es risotto de leche con tres tipos de hongos con cerdo y vino *pot-au-feu — le señalo — El postre es compota de manzana cubierta con yogurt, entonces joven amo, diga "Ahhhhh" — le dijo a Ciel ofreciéndole la comida en la boca

La shinigami no pudo contener la risa, las acciones del mayordomo y la cara de Ciel era de lo más gracioso que había visto en todo el tiempo que llevaba viviendo bajo el mismo techo.

— ¿¡QUE RAYOS ESTAS TRATANDO DE HACER SEBASTIAN!? — le reclamo completamente rojo — ¡detente ahora mismo es una orden! — agrego gruñendo

— El príncipe Soma dijo que a los pacientes hay que consentirlos — respondió el mayordomo con fingida aflicción

— ¡No necesito que me consientas! — gruño — es desagradable — agrego comiendo por su cuenta

Sebastian y Jill permanecieron a la espera, mientras Ciel terminaba de comer, Sebastian le ayudó a vestirse para salir.

— Por cierto, cerca de las 4 pm recibí una llamada de Tanaka — dijo — dice que Lady Elizabeth llego a la mansión, y se niega a irse sin haberlo visto antes.

— ¡¿Por qué no me lo dijiste antes?! — le reclamo

— Quería que el joven amo cenara tranquilamente — respondió con calma

— ¿Has buscado la casa del barón Kelvin? — le pregunto dejando que Sebastian le ajustara el parche del ojo

— Tuve tiempo suficiente, es una mansión que queda a un día de la ciudad de Londres conduciendo un carruaje, o en ferrocarril.

— ¿Un día? — murmuró Ciel pensativo — siendo tú, estaremos ahí en una hora ¿no es así? — pregunto sin esperar realmente una respuesta, estaba más que seguro que el mayordomo era capaz de eso — ¡Es una orden Sebastian, terminemos esto y regresemos a la mansión cuánto antes!

— ¡Al fin! — sonrió Jill — comenzaba a aburrirme de la espera

— ¿Qué es lo que harás tú? — le pregunto Ciel, no esperaba que mostrara interés en el caso

— ¿Acaso no es obvio? — pregunto rebuscando en su pernera — No dejare que se marchen sin mi esta vez — agrego sacando unas gafas de color azul brillante — Estoy lista para la función de esta noche

Una Shinigami en la Casa PhantomhiveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora