¡¡¡Actualización por fin!!!
Lamento mucho la demora, pero aun tenia problemas con el equipo, pero por ahora parece haberse solucionado
Llegamos al clímax de esta historia, Undertaker ha mostrado finalmente su verdadero rostro, 3 shinigamis y un demonio contra él, y aun así luce bastante confiado.
Jill se queda helada ante los recientes hechos, y mas al ver su pesadilla de la noche anterior, materializarse frente a ella.
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Capítulo 39 - Shinigami
Grell cayó en mitad del salón, rodeada de los cristales restantes de la claraboyas, Jill se acercó a ella para asegurarse que estaba bien, afortunadamente solo tenía una herida sobre la ceja derecha, Grell no dejaba de mirar a Undertaker, Ronald se les unió para ayudar a la pelirroja.
— Te has escondido bien, ya que mantenías tus ojos fuera de la vista de los demás — dijo Sebastian seriamente — inclusive yo, no me había percatado
— También yo lo hubiera notado si lo hubiera visto antes — chasqueo Grell
— Sempai... esos ojos — murmuró Ronald
— Sí, no hay duda alguna, ese centellante verde amarillento...
Jill no entendió de inmediato a que se referían, dirigió su mirada hacia Undertaker, dándose cuenta de que hablaban, observo el rostro de Undertaker, ahora que su flequillo no cubría su cara, pudo percatarse de su mirada, aquellos ojos verde y amarillo que tanto empeño había tenido en esconder.
— ¡Un... shinigami! — Exclamo Jill — ¡¿Undertaker es un Shinigami?!
— Hee, hee, ha pasado más de medio siglo desde la última vez que alguien me llamo así
Ryan interrumpió la conversación, reclamándole a Undertaker de que el aparato no había funcionado, y de haberlo engañado, el sepulturero solamente se rio.
— Me pareció muy divertido que trataras de traer a los muertos de regreso con tanta seriedad — respondió — Me pareciste la persona adecuada para mis propósitos — agrego burlesco — tú no puedes hacer la resurrección con ese tipo de medicina que usas — señalo encogiéndose de hombros — desde el momento que confiaste en mis habilidades dejo de ser medicina... Alguien que usa un tratamiento en sus pacientes, el cual ni siquiera entiende, ya no puede ser llamado doctor — le acuso, Ryan estaba en shock, cayó de rodillas frente a Undertaker — Tu solo fuiste un buen niño que creyó honestamente en mi historia
— ¿Así que tú eres el causante de esto? — le pregunto Ciel
— Eso es un secreto — respondió llevándose el dedo índice a los labios — o eso debería decirles, pero después de esa pose del fénix, me han hecho reír tanto que fue el pago suficiente por una terrible cantidad de información
— ¡Ese maldito bastardo! — chasqueo Jill
— Es cierto — dijo Undertaker tranquilamente — Fui yo quien hizo que estos cadáveres se movieran
Jill lo miro con sorpresa, no sabía que un shinigami pudiera hacer algo como aquello, se suponía que ellos solo debían recolectar las almas y ponerle fin a la vida. Los humanos eran la unión de cuerpo y alma, cuando el cuerpo envejecía, o sufría daños incompatibles con la vida, entonces los shinigamis aparecían para cortar el hilo que une al alma con el cuerpo, recolectándola de este modo, y provocando la muerte del cuerpo.
— Día a día, un shinigami observa pacientemente y espera a que el final llegue — comenzó a monologar — pero... ¿Qué pasaría si el termino tuviera una continuación? ¿Qué pasaría si al cuerpo le conectaras una continuación los recuerdos que han terminado?
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Una Shinigami en la Casa Phantomhive
Hayran KurguJill Sutcliff, la hermana menor de Grell, es enviada al mundo humano en busca de su hermano justo durante el caso de Jack the Ripper; lo que no esperaba era que resultaría castigada por incumplir una regla vital para William, abandonada a su suerte...