Héroes Unidos | Choque De Mundos

Capitulo 123

—————— Nueva York.

Un pandillero cayó al suelo derrotado e inconsciente a su alrededor se encontraban sus compañeros con las mismas heridas causadas por Bakugo e Izuku.

Llevaban varias horas deteniendo a los pandilleros que encontraban con dos objetivos: llevarlos a prisión y que hablaran sobre el paradero Hammerhead.

El peli verde revisaba las manos y brazos de los delincuentes buscando el símbolo de los Maggia.

— Esta es la quinta vez en la noche que hago la misma pregunta: ¿Dónde está Hammerhead? — preguntó fastidiado Midoriya.

— ¡No sabemos nada! Y aunque lo supiéramos, no te lo diríamos.

Izuku apretó sus manos.

— Mira, alguien va hablar o mi amigo de allá atrás — señaló a Bakugo — traerá todo un mundo de dolor, créeme, no quieres saber lo que hace.

Las manos de Bakugo soltaron chispas, los ojos del rubio parecían arder y eso asustaba al tipo el cual estaba siendo interrogado por Izuku.

— ¡No se donde esta! ¡Lo último que supe fue que había estado involucrado en la explosión de un Penthouse! ¡Es todo lo que se!

Midoriya suspiró, noqueó al delincuente y se levantó del lugar donde estaba.

— Dijo lo mismo que los demás... admítelo, aquel sujeto se fue — dijo Bakugo.

El peli verde hizo una llamada rápida a la policía dejando la ubicación de los maleantes que acaban de detener. Una vez hecho eso, él y Bakugo se retiraron de la zona.

— ¿Y ahora que?

— No lo sé... todos han dicho lo mismo una y otra vez. No tiene sentido que Hammerhead haya desaparecido de la noche a la mañana.

— Supongo que daremos finalizada la búsqueda por ahora. A menos de que tengas otra pista.

Izuku se quedó pensando intentando atar los cabos. Era cierto que debía de haber algo más involucrado con Hammerhead, solo que no sabía por dónde empezar.

— Si se de algo te contaré y seguiremos, por ahora vayamos a casa. Ya hicimos suficiente por hoy.

Ambos se retiraron de la zona y se dirigieron a casa.

—————— Mientras tanto.

Unos criminales se encontraban colgados boca abajo los cuales eran observados por el héroe callejero Chat Noir el cual estaba apoyado en su bastón.

— ¿Le hallas sentido a lo que dijo el gordito? — preguntó hacia su compañera.

— A aportado mucho para nosotros como nuestro "amigo de la silla" yo digo que le demos una oportunidad — contestó la catarina — aunque es extraño todo eso de terremotos en Nueva York. No es tan común.

— ¿Común? En mi opinión todo es posible, alienígenas, magia y personas de otro universo. Si no hemos visto todo, que me caiga un rayo.

— Ay ajá señor común — le dijo entre risas Ladybug.

La chica utilizó su yo-yo y reportó al grupo de maleantes que habían detenido.