𝐆𝐨𝐫𝐠𝐞𝐨𝐮𝐬; Isaac Arellanes

10. 𝐆et 𝐡im 𝐛ack!

Desde que Isaac le dejó a Mar en claro que no pensaba rendirse con ella, todo comenzó a ir de mal en peor.
Pero, no por ellos dos, sino por William, el ex novio de la chica.

Él por algún motivo quería volver a su vida, sin importarle que le había roto el corazón incontables antes de terminar con ella cruelmente.
No solamente volver a su vida, era algo más, quería recuperarla. Y Mar dudaba de eso, estaba dispuesta a perdonarlo si no fuera por Isaac.
Él no merecía saber que la chica que le gusta había decidido perdonar a su ex novio, el causante de que él no pudiera estar con ella.

—Entonces, ¿estas tan loca como para perdonarlo?— exclamó molesta la pelirroja. Era la hater número uno de William y ahora que quería volver, ella estaba más que furiosa.

Mar mordió su labio inferior sin saber que decir, William era su primer amor y el chico al cual había jurado amar siempre. Isaac, para ella solamente era el amigo de su hermano.

—No lo sé, estoy segura de que todo va a ser diferente esta vez...— dejó de hablar al recibir un golpe en la parte trasera de su cabeza. Cuando volteo vio a su hermano con los brazos cruzados mirándola fijamente.

La apunto con su dedo índice antes de fruncir el ceño.
—No seas estupida— se cruzó de brazos y se recostó en el marco de la puerta, —¿Siquiera puedes pensar en que tienes un chico que en verdad te quiere?, que está rogando por un poco de tu cariño como si fueras la única chica en el mundo.—

La castaña no podía sentirse más culpable. Myles tenía razón, pero ella no quería arriesgar su felicidad por la de Isaac. En verdad creía que todo lo que necesitaba era a William para ser feliz.

No podía estar más equivocada.

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Como todas las tardes, Isaac llego de visita a la casa Perez. con la misma excusa de siempre, ver a Myles.
El padre del chico lo dejó pasar y le dijo que todos se encontraban en la habitación de Mar.

El pelinegro le agradeció y fue a toda velocidad al cuarto de la chica, aún le daba un poco de vergüenza estar frente a ella luego de declarase, pero todo eso desaparecía cuando veía su sonrisa. Todo valía la pena al ver la sonrisa de la chica.

La puerta de la habitación estaba entreabierta por lo cual no fue necesario golpear. Cuando estaba a punto de entrar escucho algo que desearía nunca haber escuchado.

—Si yo quiero perdonar a William y estar con él, es mi problema no es de ustedes.

Isaac reconocería esa voz en cualquier lugar, era Mar, su Mar, hablando de perdonar a su ex.
Él sabía que si William quería darse una segunda oportunidad, ella la tomaría. Estaba seguro de que ella todavía lo amaba y quería que se reconciliaran.
Pero no le parecía nada justo, él había hecho todo para conquistarla.
Todo para que luego llegase el idiota de su ex para arruinar sus planes.

Cubrió sus labios con ambas manos para evitar hacer algún ruido, y por ruido hablamos de sollozos que no tardaban en salir de sus labios.
Las lágrimas no tardaron en comenzar a bajar por sus mejillas.

Sentía que nunca iba a conseguir su objetivo. Quizás Mar esa demasiado para él y debía bajar sus expectativas.
O quizás Mar debía abrir los ojos y ver que el chico indicado no era el que ella creía.

Isaac limpió sus lágrimas y puso una sonrisa, intentando verse lo más convincente posible. No quería que supieran que él había escuchado. Iba a esperar a enterarse mediante la chica.

—¡Ya llegue!— exclamó ingresando a la habitación sobresaltando a la pelirroja quien estaba de espaldas a la puerta.

Todos se miraron entre ellos y luego a Isaac buscando rastro de que hubiera escuchado la conversación que estaban tendiendo. Pero al ver que estaba sonriendo y parecía bastante alegre creyeron que el chico acababa de llegar.

—¿Jugamos a los sims 3?— pregunto la castaña con una sonrisa —¡Me lo compre hace unos días!.—

El pelinegro asintió para luego sentarse junto a la chica y pasar un tiempo bastante lindo juntos en el cual se dedicaron a arruinar la vida de los sims.
No eran nada buenos en ese juego y siempre terminaban incendiando la casa o se les morían de la nada.

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—¿Entonces?— pregunto Isaac con su cabeza sobre el regazo de Mar, quien estaba sentada en su cama recostada en la pared.

La de ojos azules frunció el celó confundida, —¿Entonces qué?.—

Isaac mordió su labio inferior. Costumbre que se le había pegado de Mar, siempre lo hacía cuando no sabía cómo responder o cuando lo mataban los nervios.

—Nada...— mintió, aunque luego negó con la cabeza y la miro a los ojos, —Bueno, creí que quizás ya habías considerado lo que te dije.—

Mar suspiro, había estado intentando evitar ese tema de conversación durante los últimos días. Pero quizás ya era momento de hablar de eso.
—Isaac, perdón, pero sigo pensando lo mismo.—

Evitaba a toda costa el tema de William y Isaac podía notarlo. ¿Por qué le mentía? No era nada difícil decirle que ella amaba a otro chico.
Necesitaba saberlo, no iba a interponerse si eso era lo que a Mar le hacía feliz.

—¿Sigues sin querer nada romántico con nadie?.

La chica asintió con la cabeza

Le estaba mintiendo en la cara y no parecía arrepentirse por eso. Le daba falsas esperanzas al no decirle que su corazón le pertenecía a otro.

En ese momento Isaac se sentía como su segunda opción...

—¿Crees que en algún momento yo pueda ser suficiente para ti?— pregunto con una pequeña esperanza.

La castaña divagó unos segundos sin saber cómo decirle que él era Perfecto y era más que suficiente, pero no lo amaba como lo hacía con William.

—Quizás puedas buscar otras opciones

Con eso Isaac la lo supo todo, quizás nunca se le presentara la oportunidad de tenerla y poder llamarla su chica.

©𝑜𝑙𝑖𝑣𝑖𝑖𝑑𝑘 | 2024

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|𝐍𝐨𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐚𝐮𝐭𝐨𝐫𝐚•

Revivíii
¿Me extrañaron? Yo si las extrañé mucho 🫶🏻

Pobrecito Isaac, es que Mar es una ciega de mierda. Pero se la quiere igual.

Las quierooooo

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-oliv