⁰².𝐈saac's 𝐡ouse

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La castaña buscaba entre toda su ropa algo para ponerse, no quería dar una mala impresión ese día en la casa del chico.

Terminó optando por un vestido azul con un collar de perlas blancas adornando su cuello, su cabello únicamente lo arregló un poco dejando sus rulos naturales.

—¿Y a donde vas?— la voz de Myles de hace presencia en la habitación de la chica, él se recostó en el marco de la puerta y elevó una ceja.

Marlene frunció el ceño, creyó que Isaac también había invitado a su hermano. Después de todo ellos son los amigos y ella solo se metía en sus planes de vez en cuando, pero nunca había estado sola con el pelinegro.

—A la casa de Isaac ¿no te invitó?— se aplicó un gloss transparente para darle brillo a sus labios y posó sus ojos en su hermano, —¿No te invito?— pregunto un poco más fuerte.

—No, si me invito, pero le dije que no podía ir— explicó su hermano, —solo me parece raro que te haya invitado a ti, se vieron dos o tres veces y ya se puso en confianza.—

Se podía notar un tono algo sobreprotector, desde la ultima decepción amorosa de la chica, Myles cuidaba el corazón de su hermana.

—Dijiste que querías que haga amigos de mi edad, él es el único de mi edad que no intenta coquetearme— sonrió para tranquilizar a su hermano y tomó su celular. No era muy de llevar su bolso a todas partes.

—No llegues tarde, y saluda a la enana de mi parte.

Mar frunció el ceño, —¿a quién?.—

—La hermana menor de Isaac.

Mar elevó sus pulgares con una sonrisa y abandonó la habitación, su padre la llevaría ya que se conocía el camino de tantas veces que había llevado a su hijo mayor.

La chica subió al vehículo, en el asiento de copiloto obviamente. Nunca podía sentarse allí porque su hermano se lo ganaba.

—Entonces, ¿no te olvidas de nada?.

La chica negó ante la pregunta de su padre y el hombre se puso en marcha para llegar a la casa del joven.
El camino se basó en canciones y ambos cantando a todo pulmón repetidas veces las canciones de Frozen, otra de las películas favoritas de la menor.

—Llegamos— el hombre estacionó frente a la casa del chico y se despidió de su hija con un beso en la mejilla, —me avisas para venir a buscarte.—

—Si pa, adiós— se despidió con una sonrisa antes de bajar del vehículo y encaminarse a la puerta principal.

Toco el timbre y no tuvo que esperar mucho para que la puerta fuera abierta por una chica de cabello negro muy bonita a los ojos de Mar.

—Debes ser Marcita ¿verdad?— pregunto ella con una gran sonrisa.

Marlene frunció el ceño algo confundida por el apodo, no le molestaba, pero era raro conocer a alguien y que ya te llame por tu apodo.

—Si, buen día— sonrió tímidamente, acostumbraba a saludar de esa forma a todo el mundo.

—Aunque de curiosa, ¿como te llamas?— hizo una pausa, —Porque Isaac cuando habla de ti solo te dice Marcita, y estoy segura de que es un apodo ¿no?.—

—Mi nombre es Marlene, pero si quieres puedes decirme Mar... ¿y tú cómo te llamas?.

—Keilani, un gusto— le dio un beso en la mejilla como saludo y le indicó que pasara, —ISAAC— grito la pelinegra llamando a su hermano mayor.

El chico bajo las escaleras rápidamente, su cabello estaba húmedo dado que acababa de ducharse. Al ver a la castaña una gran sonrisa se plantó en sus labios.

𝐆𝐨𝐫𝐠𝐞𝐨𝐮𝐬; Isaac ArellanesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora