1. Cansado

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Para Senku Ishigami las relaciones personales estaban sobrevaloradas y eran completamente innecesarias, claro que tenía sus excepciones como lo son Taiju y Yuzuriha, pero eran sus mejores amigos por lo que a sus ojos no tenía la intención de relacionarse con nadie más, claro que su padre también era una excepción.

A veces se preguntaba qué diría su viejo ahora mismo, ¿Qué diría Byakuya al verlo ser tan amigable con todo un grupo de personas y sonreír más? (incluso si no estaba haciendo algún experimento moralmente cuestionable)

Para Senku la soledad siempre había sido su compañera en sus experimentos, era fría y callada lo que le permitía pensar claramente y nadie le contradecía, para él eso era perfecto... luego ocurrió la petrificación y de una forma muy inesperada termino reemplazando a la soledad con el calor de la compañía, el bullicio constante le empezó a relajar y los debates en sus experimentos le hicieron reflexionar y buscar otras alternativas, por primera vez en toda su vida disfruto estar rodeado de personas y no sufrió de agotamiento social como en el pasado.

Las expresiones en los aldeanos cada vez que Senku hablaba sobre su vida en la época moderna no tenía precio, sus constantes preguntas casi agobian al científico y debe tomarse unos momentos para aclarar su mente, tanta interacción social lo pone de los nervios y por suerte tiene a su querido mentalista listo para intervenir con alguna historia fantástica o para aclarar ciertos puntos de una forma demasiado simple.

Esa era una de las cosas que agradecía de tener a un mentalista de su lado, y era su habilidad de leer a las personas, descifrar sus más oscuros secretos y hacer con ellos lo que quisiera. Gen era todo un manipulador y claramente Senku no desaprovechaba cualquier oportunidad para burlarse de sus trucos baratos además de llamarlo "mago estafador" lo que le parecía intrigante era que Gen parecía estar de acuerdo con él, a veces dejaba salir una fuerte carcajada para luego limpiarse algunas lágrimas y llamarlo "cruel". En el pasado cuando Senku hacia ese tipo de comentarios despectivos recibía miradas llenas de odio y fuertes reprimendas de extraños y algunas de su padre quien debía explicarle que no siempre se debían decir ese tipo de cosas.

Él trato de controlar esa parte sincera de sí mismo y aunque lo consiguió en su momento debía admitir que estar en un mundo de piedra le daba cierta libertad de hablar sin problemas. Bueno no exactamente, las personas ahí no parecían importarle realmente si Senku era cruel, después de todo era su líder y debían respetarlo, luego estaba Gen quien parecía tener una lengua extremadamente ágil y afilada, además de aburrirse fácilmente de interactuar con otros a pesar de ser ese uno de sus trabajos.

Cuando el científico le pregunto al respecto él simplemente dijo "las personas de la aldea Ishigami no conocen nada más que esto y es fácil convencerlos... los demás solo necesitan un propósito nuevo ya que ahora no poseen nada y sienten la necesidad de sentirse útiles"

Pasaban casi el 90% del día juntos, su rutina se basaba en Gen haciendo cualquier trabajo manual en el laboratorio sentado en una esquina y a Senku garabateando en un trozo de papel algún proyecto futuro, se acostumbraron a la presencia del otro y a los pequeños actos que hacían como por ejemplo que el mentalista le recordara sus horarios de comida prácticamente arrastrándolo a la mesa para comer o simplemente trayéndole un tazón caliente, también le recordaba su hora de dormir y en ocasiones lo arrastraba al observatorio para que descansara, el peliverde era perfectamente capaz de hacer las cosas por su cuenta, no por nada paso gran parte de su niñez viviendo solo cuando su viejo se fue al entrenamiento espacial, pero era lindo tener a alguien ahí para ti.

Senku estaba perfectamente bien con esa rutina, no pudo evitar sentirse inquieto cuando una noche Gen no se apareció en el laboratorio para recordarle su hora de dormir. Contaba cada segundo del día por lo que saber la hora no era un problema, memorizo el momento exacto en el que el mentalista entraba en la choza para reclamarle lo poco saludable que era desvelarse, pasaron cerca de 10 minutos en lo que Senku no dejo de golpear la mesa con uno de sus dedos sintiéndose inquieto. Dejo su trabajo sobre la mesa y apago la luz del laboratorio para buscar a Gen.

DEJA VU SengenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora