6. Noticia

100 21 21
                                    

Nota: estoy en un grupo de WhatsApp sengen/RyuKyo y saque el tema de los cuentos de Disney e imaginamos a Tsukasa y Minami como la bella y la bestia. Este capitulo va dedicado a la gente del grupo de WhatsApp, mañana público el de yandere (ori no me mates)








Nada más subir al barco Ryusui emprendió viaje de regreso a Japón, se propusieron llegar antes del anochecer para revivir a Tsukasa. No sabían cuánto tiempo más iba a durar la batería de la medusa, si se agotaba cada vez que se usaba o con el pasar del tiempo, lo mejor era no correr riesgos.

El dispositivo en si era extraño, no era algo antes visto y el tipo de material el cual estaba hecho era un misterio. Kohaku fue la encargada de guardarlo hasta volver, durante el viaje estuvo hablando con Kirisame aprendiendo nuevos movimientos de lucha.

Nada más tocar tierra la rubia salto a los brazos de su hermana enredando sus piernas en su delgada cintura mientras sollozaba sobre cuando la extrañaba y como se habían encontrado con un viejo pervertido, Ruri solo la abrazaba con una sonrisa dando palmaditas en su espalda.

A todos los presentes se les llenaron los ojos de lágrimas ante la escena de la pequeña Mirai abrazando a su hermano diciéndole cuanto lo extrañaba. Desde que Tsukasa fue congelado la niña solía visitarlo varias veces en el día para contarle sus experiencias, le hablaba sobre como el cielo en las noches era tan claro y bonito y como jamás pensó en ver tantas estrellas en su vida, le contaba sobre los aldeanos de la aldea Ishigami, como aprendió a pescar y como se cayó al agua más de una vez del susto cuando los peces se agitaban de la nada en sus manos, a veces le traía algunas flores que encontraba por ahí. En muchas ocasiones algunos ex miembros del reino de la fuerza encontraban a la pequeña dormida junto al refrigerador con lágrimas secas en sus tiernas mejillas y la cargaban para llevarla a su cabaña.

El castaño se agacho a la altura de la niña y limpio sus lágrimas con cuidado para tranquilizarla.

A las afueras de la cueva Gen y Nikki trataban de convencer a cierta rubia de entrar.

- ¡No! Ya les dije que no, además este es un momento entre hermanos. No quiero arruinar el ambiente.

- No estas arruinando nada Minami, al contrario, sería muy lindo que Tsukasa vea lo amable de eres.

- Exacto, de todos modos, se va a enterar tarde o temprano que mientras estaba convertido en una paleta humano tú fuiste la encargada de cuidar de Mirai-chan durante todo este tiempo - Gen apoyó a Nikki mirando a la rubia quien se revolvía incomoda en su lugar dando miradas rápidas al interior.

- ¿y si piensa que lo hice solo para estar cerca de él y me aproveché de que Mirai estaba sola?

- Minami tu siempre nos dices que tengamos confianza en nosotros mismos, entiendo que esto puede dar miedo, pero debes ser valiente - La de trenzas apoyo su mano en el hombro de su amiga en señal de apoyo.

- Además, Tsukasa-chan te tiene una alta estima, puedo apostar a que incluso la pequeña Mirai-chan ya debió contarle sobre lo amable y bondadosa que eres. Eso te asegura unos puntos de cariño.

- Mejor mantengo mi distancia, le daré mi apoyo y cariño igual a como lo he hecho antes... en silencio lo más lejos posible - la rubia sonreía mientras gotas de sudor bajaban por su frente, Nikki y Gen dejaron salir un quejido exasperante, estuvieron a punto de regañarla hasta que Ruri apareció con una dulce y tierna sonrisa procediendo a empujar el cuerpo de la periodista con su propio cuerpo para acercarla al hombre, él claramente noto la presencia de Minami y no dudó en acercarse.

- Hola Minami.

- Oh... Tsukasa que bueno volver a verte - gracias al cielo la cueva era lo suficientemente oscura como para ocultar su sonrojo, de todos modos, no quiso arriesgarse y bajo la mirada.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 31 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

DEJA VU SengenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora