Tras una semana del exterminio todo se había tranquilizado, lograron reconstruir el hotel gracias a Lucifer y con la eliminación tan humillante del líder de la legión de exterminadores Adan, el infierno estaria en paz por un buen tiempo, o eso creía...
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—¡¡SOY EL PUTO ADAN, SOY EL PUTO AMO DE TODA LA CREACIÓN Y TU SOLO ERES UN PAYASO MISERABLE, YO EMPECE LA VIDA EN LA TIERRA, TODA LA MALDITA HUMANIDAD, VINO DE ESTOS MALDITOS HUEVOS!!... ¡¡TODOS USTEDES DEVERIAN ADORARME—Grito— MALAGRADECIDOS, REPUEGNANTES, PERDEDORES, DE MIERDA!!...AHG—El ángel sintió un fuerte dolor en su abdomen, bajo su mirada y pudo apreciar como un objeto atravesaba su cuerpo
—Algo salio de tu pecho, hay, una cosa ahí —Hablo lucifer al ver el castaño, el cual callo al suelo mientras se desangraba
—¡¡NYFTY!!—Exclamó la princesa del infierno y todos en general, estaban sorprendidos al ver a la pequeña mukama apuñalar múltiples veces al angel mientras reía como una loca desquiciada, por otro lado un grito lastimero de la mano derecha del ángel hizo reaccionar a Lucifer, el cual corrió a todos los seres celestiales de su territorio
Tras ver la muerte de su líder, la legión de exorcistas procedieron a retirarse con una derrota inminente, en cambio Charlie y compañía procedieron a reconstruir el hotel.
En las afueras del anillo del orgullo, una joven demonio se encontraba recolectando hiervas medicinales en la orilla del río, cuando noto algo o ¿alguien? flotando en las aguas de este, sin pensarlo entro al agua y cargo al extraño hombre, tenía una ropa peculiar y múltiples heridas en el pecho, es un milagro que aun estuviese con vida, necesitaría muchos cuidados para sobrevivir, la chica lo observo con curiosidad, no era tan despiadada como para dejarlo morir, más tampoco quería estar cuidando a un desconocido en agonía
—ah, mierda...— revolvio su cabellera con frustración para después posar al hombre con cuidado en una carreta improvisada con troncos y ramas y lo arrastro a un lugar más seguro
ya en su hogar lo recosto en su cama y dio los cuidados necesarios para poder salvar su vida, tuvo que retirar toda su ropa dejándolo solo con pantalones, era alguien algo, peculiar, tenía una cara atractiva, sin mensionar las enormes alas que sobresalía de su espalda, ademas ¡su sangre era dorada! como diablos era eso posible, quien diablos era este tipo... suspiro pesadamente, lo miro fijamente al rostro, y después a sus enormes alas, hacerco su mano a ellas y las acaricio, eran suaves, pudo sentir como este dio un pequeño quejido por el contacto, mas ella solo sonrio y se alejo
bueno, resolveria el problema de su identidad después, por ahora le salvaria el culo y talve ganaría algo de plata, se ve que es alguien importante, ¿Un noble talvez?
Tras una semana del exterminio todo se había tranquilizado, los pecadores retomaron su vida normal, el hotel estaba 100% reconstruido y con la "muerte" de Adan, el infierno estaria en paz por un largo periodo de tiempo, o almenos eso se esperaban...
—¡señor!, ¡SEÑOR!, ¡¡ADAN!—
Y así el exorcista abrió los ojos de golpe, trato de sentarse más le fue imposible ya que un dolor insoportable invadió todo su cuerpo
