Tras una semana del exterminio todo se había tranquilizado, lograron reconstruir el hotel gracias a Lucifer y con la eliminación tan humillante del líder de la legión de exterminadores Adan, el infierno estaria en paz por un buen tiempo, o eso creía...
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Tras todo el inmenso dolor del parto y unos minutos llorando por el enorme parecido de su pequeño a Adan kaito salió de la cama como pudo para después acercarse al peliblanco, lo tocó suavemente tratando de despertarlo, a lo que recibió un quejido por su parte
—Oye despierta... Tenemos que salir de aquí—el demonio abrió lentamente sus ojos y visualizo a la menor, quien traía a su hijo en brazos, al ver la cara del niño se petrifico
Era idéntico a el
Instintivamente empezó a temblar, recuerdos azotaron su mente, gritos y muerte por todos lados seguido de unos ojos dorados llenos de maldad, estaba a punto de entrar en un ataque de pánico, mas sus pensamientos fueron dispersados por su compañera de celda quien le propinó una fuerte bofetada trayendolo a la realidad
—¡Oye reacciona!—dijo mientras abrazaba a su pequeño—¿Que ocurre?—El demonio simplemente negó y sonrio forzadamente para evitar preocupaciones
—N-no es nada... simplemente se me vino un mal recuerdo—respondió con simpleza para después ponerse de pie aunque algo aturdido
—Deberías recostarte... No estas en condiciones de hacer esfuerzos—El albino la miro incrédulo ¡ella literalmente acababa de dar a luz hace unos momentos! Y lucia mejor que el
—Tenemos que salir de aquí... tu llevas más tiempo en este lugar, alguna idea?—El simplemente negó
—Ya e tratado de escapar múltiples veces, la puerta esta cerrada por ambos lados y es de un material resistente... Y sinceramente estoy empezando a extrañar a mis amigos—Ella lo miro con tristeza, es verdad que al principio no confiaba en el y tenía planeado matarlo, pero ahora era distinto, ya que sin su ayuda posiblemente no estaría cargando a su hijo
Desvío su mirada hacia la puerta, la toco con suavidad y sonrio
—Oye tu... Cual es tu nombre—El la miro
—Angel
—Muy bien Angel, te confiaré por unos segundos mi vida—Dijo mientras se acercaba y le entregaba a su bebé—soten su cabeza, solo será por unos minutos—El la miro incrédulo, pero no pudo negarse, miro al niño y no pudo evitar sentir un escalofrío, de no ser por el cabello negro y los pequeños cuernos sobre su cabeza, pensaría que es aquel demonio que era todo menos un ángel
Sacudió la cabeza disipando esos pensamientos y puso su atención a la azabache la cual empezó a golpear múltiples veces la gran puerta de metal hasta que sus puños sangraron, pero como resultado la puerta callo al suelo totalmente abollada, kaito sonrio pero callo de rodillas por el agotamiento y el dolor ¡Carajo parir a una criatura era una tortura!
—¡Que estabas pensando, no tienes ni una hora de haber dado a luz, no estas en condiciones—Le regaño
—Thsk suenas como mi hombre —susurro—Estaré bien, enfoquemonos en salir de aquí—ambos salieron de la habitación en busca de abitaciones o una salida, lamentablemente se encontraban en el sótano y el lugar era demasiado extenso, como una colmena u hormiguero
