Tras una semana del exterminio todo se había tranquilizado, lograron reconstruir el hotel gracias a Lucifer y con la eliminación tan humillante del líder de la legión de exterminadores Adan, el infierno estaria en paz por un buen tiempo, o eso creía...
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—Estoy embarazada—los ojos del ángel se abriron a más no poder
Con esas dos palabras su mundo se distorsiono
Se alejo de la azabache, trato de decir algo pero de su boca solo salió un simple "ha", en ese momento no pensó en nada, simplemente retrocedió y camino fuera de la casa emprendiendo vuelo
Sus pensamientos estaban echo un lío, ¿Embarazada? ¿Eso era posible tan siquiera? De cierta forma, el volverse un angel de la muerte y al ser el primer humano, aquel que mas hijos a tenido, se le habia arrebatado ese privilegio, o almenos eso pensaba, ya que en todos sus milenios de vida celestial nunca había llegado a al punto de volver a procrear
Pero, viendo el lado positivo ¡sería papá! (Denuevo), tendría un hijo con la mujer que ama, aunque le asustaba ese echo, nunca fue un gran padre y temía no serlo para su futuro pequeño, no era precisamente "cariñoso", siempre fue frío, cruel y hasta cierto punto sádico, no tenía ni la menor idea de cómo tratar a a su pareja mucho menos un niño, aunque se había estado esforzando por ser un buen hombre para ella
Suspiro con pesadez y se detuvo en el aire mientras procesaba más las cosas, el viento revoloteaba sutilmente sobre su cabello, después dio vuelta y se dirigió denuevo a su hogar, al llegar a la puerta fijo su mirada en un árbol caído por alguna fuerza sobrenatural y se preocupo al instante entrando a la casa en buscar a su mujer, más no encontró nada
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—Mierda...—la joven demonio abrazaba sus piernas mientras trataba de no sollozar, el ver como el ángel la rechazaba de esa forma la hirió, sabía que esto podía pasar, pero aun así, ella esperaba, que fuera diferente... Negó fuertemente con la cabeza y seco aquellas lágrimas que amenazaban con salir
Se puso de pie y se dirigió a un pequeño cajón del cual sacó unas bendas con las que cubrió sus manos, salió de su casa y se dirigió a un árbol y le propinó un fuerte golpe lleno de rabia que lo derribo al instante, poso su mirada en una roca a lo lejos y se dirigió a ella, para después empezar a golpearla consecutivamente provocando que sus puños sangraran y la roca se desmoronara como si de simple arena se tratase, golpeó y golpeó hasta que un fuerte hagarre en su muñeca la detuvo, miro con rabia al causante de parar su ira
