CAPÍTULO 11

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A la mañana siguiente Felix se despertó antes que Hyunjin a causa de la vibración de su teléfono. Por suerte, el pelinegro tenía el sueño pesado así que el hecho de que el teléfono vibrara sobre la mesita de noche no fue capaz de despertarlo.

El rubio, adormilado, estiró el brazo para agarrar el móvil y miró el identificador de llamadas desaparecer frente a sus ojos antes de que lograra leer quién llamaba. Había finalizado la llamada, pero él ya se encontraba despierto.

Vio que eran las diez de la mañana, así que se forzó a levantarse para ir al baño, con cuidado para no despertar al pelinegro a su lado. Sonrió sin poder evitarlo al verlo dormir, todavía desnudo. Todo en él era precioso, y a día de hoy se seguía sorprendiendo con su belleza. Durmiendo parecía un ángel. Se puso sus boxers, que la noche anterior habían acabado en el suelo, y fue hacia el baño.

Había amanecido con una erección matutina así que tuvo que mear sentado, y de mientras aprovechó para mirar la llamada perdida de antes.

De todas formas, no tenía agendado el número, aunque fue sencillo descubrir de quién se trataba después de entrar en WhatsApp y ver aquel chat.

"¿Todo bien? Te escribí anoche pero no me respondiste."

"Te he llamado, pero tampoco lo has cogido. ¿Duermes?"

Se mordió los labios. No podía evitarlo para siempre, y le dijo a Hyunjin que no quedaría con él, pero como mínimo le debía una explicación al que una vez fue su amigo, pues no creía que se mereciera que le hiciera dos veces lo mismo: desaparecer de su vida sin decir nada ni dar explicaciones.

"Todo bien, ayer estaba liado." —respondió.

"Ya me estaba asustando, pensaba que me bloquearías y desaparecerías otra vez jajaja."

Felix se quedó sujetando el móvil con ambas manos, sin saber muy bien qué decir. Max no iba desencaminado con aquello, porque de hecho hacer justamente eso era algo que pasó por su mente.

"Jajaja." —se vio obligado a responder, sin saber bien qué decir ante aquello.

"¿Y bien, cuándo nos vemos? Hay que ponernos al día."

Felix suspiró y se rascó la cabeza. No sabía cómo hacer aquello, porque no creía que fuera muy maduro de su parte decirle por WhatsApp que no volverían a verse.

—¿Felix? —escuchó la voz ronca del pelinegro desde el otro lado de la puerta y se sobresaltó, haciendo que se le cayera el teléfono al suelo. Era absurdo, pero sentía que estaba haciendo algo malo. Igual debería hablar con Hyunjin acerca de aquello y que le ayudara a decidir qué hacer.

—Sí, ya termino. —se levantó y agarró el teléfono del suelo dándole un rápido vistazo para comprobar que no hubiera recibido daños. —Puedes pasar si quieres. —dijo, dejando el teléfono sobre el lavabo. El pelinegro entró vistiendo solo unos boxers cuando se encontraba abriendo el grifo para lavarse las manos.

—¿Hace mucho que estás despierto? —le preguntó, de pie frente al retrete.

—No. —respondió. El aura se sentía tensa, y no era precisamente por tener al pelinegro meando a su lado porque aquello era algo que hacían desde mucho antes siquiera de ser más que amigos, sino porque no sabía cómo explicarle la situación. —Hyunjin, acerca de Max... —el pelinegro giró levemente la cabeza para mirarlo. —Me habló anoche, y como no le respondí me ha llamado esta mañana. —explicó, suave para medir su reacción. Se miraron durante unos largos segundos antes de que el pelinegro rompiera finalmente el silencio.

—Sé que te dije que no quedaras con él... —murmuró. —Pero creo que... igual le debes una explicación. Es decir, si fuera yo... No me gustaría que me hicieran lo que... Lo que te pedí que hicieras con él. —se acercó hasta el lavabo y el rubio le dejó espacio para lavarse las manos. —Intento ponerme en su lugar. —añadió. Felix lo abrazó por detrás, apoyando la mejilla sobre la espalda del pelinegro.

HÉROE | Lixjin/HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora