capítulo 3 pollo al coñac

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Odiaba a su jefa, la odia con su alma. Quanxi había sido traicionada por su jefa cosa que no la sorprendió. Al final ella era una perra y kishibe se lo dijo, ahora ella se encontraba caminando por la calle buscando a kishibe. Ella sabía muy bien donde vivía pero al llegar a su casa noto que no había nadie y eso lo descubrio cuando miro por su ventana y no lo vio sentado en el sillón.

Lo había buscado por treinta minutos y no lo encontraba, busco en el bar cercano, en el prostibulo y debajo de un puente y no lo encontró. Alguno pensaría que sería lugares pésimos para buscar, pero ella lo conocia desde hace mucho tipo, por suerte su búsqueda no era ella sola, Pingtsi la acompaño y aún que no la ayudo en mucho en la búsqueda era agradable su compañía.

-Señorita quanxi? Por qué estamos buscando al perro loco- dijo Pingtsi.

-El es la clave para que ustedes consigan sus derechos-

-Pero no habían dicho que si usted trabajaba para makima tendríamos nuestros derechos?-

-Si, pero cambio de golpe, ella nos dará todos los derechos de ustedes si descubro que le pasa a kishibe... Y espero que no mate al niño que está cuidando, no quiero tener que esconder un cuerpo- dijo algo cansada.

Mientras ellas hablaban un chico paso corriendo al lado suyo mientras se reía junto a un perro...

-Pingtsi? Ese Nino tenía un demonio en sus brazos?-

-Si... Tu crees que deberíamos-

-No. que sea el problema de otro- antes de volver a caminar.

Al caminar un rato más ellas dos habían girado en una esquina y por no mirar habían chocado con alguien, instantáneamente Pingtsi arremetió con un golpe, pero antes de poder detenerla la chica salió volando al cielo por el movimiento del tipo.

Quanxi se había puesto en posición de ataque pero antes de poder actuar ella noto quién había hecho eso.

-Kishibe-

-Que molesta, ¿ no puedo tener un día tranquilo?-

Quanxi había relajado la postura y espero que long callera, kishibe aún que parecía algo flojo y que no comía bien el viejo tenía una fuerza estúpida. Tuvo que espera unos díez segundos más antes de por fin poder atrapar a su protegida.

-Sabes que podrías haber usado menos fuerza- dijo mientras notaba como los ojos de Pingtsi estaban con símbolos de espirales.

-Enséñale a tu mocosa más discreción y hay lo pensaré un poco-

Ahora que quanxi lo miro fijamente noto como el cargaba unas bolsas en la mano . Eso la sorprendió, normalmente este tipo se aguantaría las ganas de comer por el simple hecho que le daba flojera ir a comprar y por eso ella tubo debes en cuando traerle provisiones de comida. No por qué lo quisiera o algo así, sino por qué era necesario para las misión y aún que le costaba admitir el era bueno en lo que hacía.

-Que miras- dijo kishibe- tengo arrugas en la cara?-

-Si y muchas- respondió antes de empezar a caminar al lado de el.

-Que haces?- le pregunto curioso.

-Solo te acompaño-

-Por qué?-

-Por qué quiero...¿ Que tiene algo de raro?-

-Si y mucho, normalmente me saludas antes de ignorarme como si fuera una mosca- dijo de forma cortante- quien te pidió que me siguieras-

Quanxi sabía que kishibe era inteligente y aveces lo odiaba por eso- makima-

Esa perra- suspiro antes de seguir caminado- acambio de que?

la cafetería de una motosierra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora