¿Y cuando todo acabe?

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Enzo.

— Mati, ya me estás asustando. ¿Qué pasa? — No era mentira que se le notaba algo inquieto.

— Es que.. Estuve pensando las cosas.. — Dijo y guardó silencio para luego mirarme a los ojos, los suyos estaban cristalinos. — ¿Qué va a pasar cuando todo se termine? ¿Cuando el rodaje acabe? ¿Qué va a ser de nosotros dos? — Finalizó con algunas lágrimas en los ojos.

Era verdad lo que decía, nunca me puse a pensar qué pasaría luego del rodaje, me centré en vivir el momento.. No sabía qué contestarle, me agarró por sorpresa todo esto, realmente no había meditado que en algún momento iba a acabarse.

— Chiqui.. Vos tranquilo, vamos a estar juntos mientras vos quieras estar conmigo.. ¿Si lo sabés no?

— Si.. Pero igual me da miedo, me da miedo perderte Enzo. — Logró decir entre sollozos.

Lo abracé fuerte y le dí un beso. Él se sentó en mis piernas y se recostó en mi hombro, calmándose un poco, pero me dejó preocupado.
Mati se durmió encima mío así que me quedé abrazándolo hasta que lo llevé a la cama y lo dejé acostado allí.

Me fuí al baño, prendí la ducha y miré a la nada misma.
No sabía como podía calmar a Mati si yo no estaba tranquilo, me sorprendió el hecho de que él sí pensara eso tan importante y yo ni siquiera lo considerara..
Duré una hora en el baño, luego salí, me puse nada más un bóxer y me acosté con Mati.

Lo abracé hasta dormirme.. Y soñé con nosotros separándonos, me pegó mucho al parecer.

Nos levantamos y nos abrazamos, casi siempre nos saludabamos con un beso.. Pero nos abrazamos con mucho sentimiento.

— Te amo Enzo.

— Yo más Matías.

Nos arreglamos y bajamos a desayunar y emprender camino al set.
Nos sentamos juntos y volvimos a parecer una pareja enamorada de secundaria.

Agus Pardella me notó algo serio y más callado de lo normal. Se me acercó y se puso al lado mío.

— Che, ¿Qué tenés? Estás muy disociado..

— No, no, nada. Solo estaba pensando. — Terminé contándole todo lo que pasaba con Mati.

Él me miró con cara de haberse dado cuenta que al final a casi todas las parejas les pasaba algo parecido. Pero me ayudó a calmarme y con eso calmarse a sí mismo.

Igualmente no paraba de pensar en eso. Pero a Mati no se lo demostraba porque, ¿Para qué preocuparlo más? Él ya tenía mucho con sus propios pensamientos.

Los días de rodaje continuaron, y un día simplemente nos vimos al final.
Nos vimos en un final que nadie quería ver, al que nadie quería llegar.

Lloramos, reímos y cantamos todos juntos.
Luego nos tomamos un tiempo privado para las parejas.
Mati no paraba de llorar, su carita estaba llena de inconsolables lágrimas que ni yo sabía que hacer.
Lloré con él y le recordé siempre que lo amaba como nunca amé a nadie en mi vida, él era el hombre de mis sueños; Yo lo quería para siempre. Solo él y yo con él viento, así como el primer beso.

Yo, aprendí a amar a Matías de una manera única, ví más allá de sus ojos, en los cuales antes encontré soledad y desorientación, en los cuales ahora sólo veo amor y frustración porque nos vamos a separar.
Lo amé de todas maneras, lo amé estando con Malena y lo amé soltero, lo amé enojado y lo amé cariñoso.
Lo necesitaba como un bebé necesita de su madre, y lo quería en serio para mí. Al principio,  me costaba asimilar como alguien de veintidós años era capaz de hacerme sentir tanto en mi corazón de treinta.. Pero, luego lo acepté.
Y amé cada parte de él, aprendí a amar su alma de la manera más sincera que puedo amarla.

Tuvimos una última cena en conjunto, todos estábamos hablando de lo lindo que había sido el rodaje, y de los lindos momentos que pasamos en ese hotel, que al principio no era más que eso, un hotel, y ahora es nuestro hogar y museo de recuerdos fragmentados e impregnados en las paredes de cada una de las zonas de él.

La mayoría viajaba a la mañana, así que pudimos dormir por última vez en las habitaciones, claramente lo aprovechamos para disfrutar y tomar fotos que quedarían plasmadas para siempre.
Matías solo me miraba.

Nos besamos un rato y luego caímos dormidos de tanto llorar.
Esa noche dormimos abrazados, sentí su corazón latiendo a mil, y el mío no se quedaba atrás.. Éramos uno.
Nos extrañabamos y estábamos al lado.. no quería ni imaginarme como iba a ser estando a kilómetros de distancia.

Llegó la mañana más rápido de lo que nos hubiese gustado a los dos, y Matías ya tenía su vuelo.. Así que lo acompañé hasta el aeropuerto.
Llegamos bastante rápido y ayudé con sus valijas. Él me hablaba de vez en cuando, pero se centraba en tomar fotos de nosotros juntos y mirarlas hasta que alguna le gustara.

Nos besamos con el sentimiento del alma, y aunque era temprano estábamos muy despiertos.
Esperé con él cuatro horas hasta que llegara el avión, y lo acompañé hasta donde pude y me dejaron.

— ¿Te voy a ver otra vez? — Me preguntó antes de despedirse.

— Estoy seguro de que sí. — Le respondí.

Nos dimos un último beso, un último abrazo, y el último adiós que iba a permitir que nos diéramos.
Él se despidió algo triste, y con los ojos cristalinos, yo no me molesté en demostrar fortaleza, me dolía. Estuvimos dos años juntos en rodaje, y un año como novios, obviamente me iba a doler en el alma.

Él se dió vuelta, suspiró y caminó, antes de subir a su avión, se dió la vuelta, hizo un corazón con las manos seguido de un beso que le correspondí y se fue.
Me sacaron a mi chiquitito. A mi nenito inmaduro que me hizo madurar.

Me partió el alma.

Matías.

Entré al avión, me senté y lo primero que hice fue llorar hecho bollito.
No sabía que una despedida podía doler tan absurdamente.
Enzo se encargó de que nuestro último día juntos fuese genial, y yo solo pensaba en ese momento de otra vez verme a mí solo todos los días.. De otra vez ser solo Matías, y no Mati con Enzo.

Dormí en casi todo el vuelo, a excepción de las comidas. Y lo primero que hice apenas llegué a Argentina fue escribirle a Enzo, él ya estaba viajando, así que no contestó.

Llegué al departamento que había comprado meses antes, estaba vacío, solo tenía un colchón y sábanas, suficiente para subsistir, pero eso no me ayudó a sentirme acompañado.
Me sentía tan solo sin el grandullón que me abrazaba siempre que no quería ni podía soportarlo.

Le mandé mensajes hasta cansarme, desde fotos mías haciendo locuras, hasta un te amo sincero y un audio llorando de veinte minutos.

Él llegó a Uruguay y me llamó.
Mi corazón sintió alivio.

— Hola chiquitín. Estoy vivo. — Se rió y me calmó más.

— Hola corazón, que bien que estés vivo. — Constesté burlón.

— Si.. Apenas llegue a casa te aviso, ¿Dale?

— Dale, te amo..

— Vos sabés que yo te amo más.

Nos reímos y colgamos luego de un tiempo. Me acosté en el colchón, miré a la ventana, la luna brillaba demasiado esa noche.

Y pensé en que era la misma luna que veía Enzo, así que tan lejos no estábamos.

Pero ya quería verlo. Quería sentirlo otra vez y no separarme más de él.

Quería tener a Enzo conmigo.

🤍

Nooo puede ser, ya se acabó todo.. ¿O no? JEJEJEJA, ESTO ACÁ NO ACABA MUCHACHADA.

Ya van a ver el próximo cap y se van a querer matar (de la felicidad) los amo.
Casi lloro haciendo esto, bye.

Mua mua

Loving Your Soul / LYS / Enzo x MatíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora