"En un abrir y cerrar de ojos"
La luna también lloraba, pero el lobo nunca lo supo.
-Adolphus Bruce Wolf
Faltaba una semana para el cumpleaños de los gemelos, su primer cumpleaños. Para el dolor de Snape, lo pasarían sin sus padres. Aunque nunca le cayó bien Sirius, Severus sabía que era el padre de los niños y, por ende, una figura importante en sus vidas, ya sea para bien o para mal. El Slytherin miraba fijamente el calendario, que con colores mal marcados, mostraba la fecha del 20 de junio resaltada por Regulus. Mientras observaba esa fecha marcada con un tono de tristeza, una mezcla de emociones invadía su mente. Por un lado, lamentaba la ausencia de los padres de los gemelos, pero por otro, sentía una ligera esperanza de que quizás, de alguna manera, qué él pudiera hacer que, solo por un día, ninguno de los hermanos Black se quedara una hora en la ventana esperando a su progenitor. Que, por una vez, pudieran disfrutar de la ilusión y la felicidad de un cumpleaños sin la sombra de la ausencia paterna acechándolos. Que ese día pudieran sentirse completos y amados, rodeados del cariño de quienes sí estaban presentes en sus vidas. Sería un pequeño pero significativo regalo para los gemelos, una pausa en su eterna espera y una oportunidad para experimentar la plenitud de la infancia sin la carga de la soledad.
Fue alejado de su trance por una pequeña mano que tiraba de su ropa pidiendo su atención. Inmediatamente, el pelinegro se dio la vuelta y vio a Regulus sonriéndole, con manchas de pintura en su cara y ropa.
-Mira, Tío Sev, ¡mira lo que he hecho! -dijo dulcemente el infante, mostrándole una hoja de papel donde había dibujado unos monigotes de distintos colores.
-Qué bonito -respondió Snape, sin saber exactamente qué representaban esos monigotes.
-Mira, esta gris es mamá, este negro es papá, estos dos de rojo son los gemelos, esta pequeña rosa es Emily, este azul soy yo, y este verde que está con mis hermanitos y conmigo eres tú -explicó, señalando uno a uno los personajes del dibujo, el primogénito de la casa de los Black.
-Eres todo un artista, lobito -le revolvió el pelo Snape al menor, mientras cogía el dibujo y lo ponía en la nevera ante la atenta mirada de Regulus.
-Ven, Reg, hay que pensar qué les regalaremos a los gemelos por su cumpleaños -dijo el hombre, extendiendo la mano para que el pequeño la cogiera y lo siguiera.
Los dos se dirigieron al salón de la casa, donde Regulus daba ideas muy imaginativas pero imposibles de regalar a unos gemelos de 1 año. Sin embargo, Snape no descartaba ninguna idea, ya que quería darles a los gemelos lo mejor. De repente, un escalofrío recorrió su cuerpo y un recuerdo acudió a su mente: Elizabeth, con 16 años y un vestido veraniego blanco, estaban en uno de los bosques de los territorios Wolf. Ella le decía: "Soy la única mujer de mi familia
nacida en la cuna de los Wolf. Si nace otra, serían capaces de ir a por ella".
En ese momento, un ruido en el piso de arriba interrumpió sus pensamientos. Severus ordenó al pequeño Regulus que se escondiera con un gesto rápido y cogió su varita. En silencio, subió las escaleras. Primero, fue al cuarto de los gemelos, que todavía dormían, y luego se acercó al cuarto de Emily. Como era costumbre, ella no lloraba, pero la ventana de su habitación estaba abierta, algo que Severus sabía que no era habitual. Con un movimiento de varita y la palabra "Revelio", intentó encontrar algo sospechoso, pero lo único que encontró fue una mariposa. Sin embargo, no se arriesgó y la mató inmediatamente, por si acaso era un animago que iba tras los Wolf.
Snape soltó un suspiro y se acercó a la bebé, que al verlo, se rió ignorando el mundo que la rodeaba. Volvió a morder aquel peluche de león. Snape sonrió y la cogió en brazos, envolviéndola en su manta rosita. Bajó con ella donde Regulus, quien los vio llegar y salió de su escondite. Snape se sentó en el sillón cuando vio que Regulus quería ver a su hermanita. El menor se sentó al lado de Snape y empezó a acariciar la cabecita de la bebé, pero de repente, dejó de hacerlo y su sonrisa desapareció. Se quedó mirando fijamente a la niña, con una expresión de preocupación en su rostro. Snape notó el cambio en Regulus y frunció el ceño, preguntándose qué podría haber perturbado al pequeño.
-¿Qué sucede, Reg? -preguntó Snape.
-Nada, simplemente... -respondió el menor, sin completar la frase.
-Sabes que me puedes decir cualquier cosa, ¿verdad? -le recordó el mayor.
-Porque yo no soy igual que mis hermanos y madre -preguntó Regulus al borde de las lágrimas.
-Ey, lobito, no llores. Sabes, tú tienes los ojos de los Wolf y tus hermanos los ojos de los Black. Tú tienes el pelo de tu padre, tu hermanita el pelo de tu madre y los gemelos una curiosa combinación de los dos -respondió esta vez Snape, intentando consolar al menor.
-Tío Sev, a veces olvido cómo es papá -le confesó el menor, dejando a Severus sorprendido por la nueva revelación.
-¿Cómo? -preguntó el pelinegro mayor, confundido.
-A veces no recuerdo su voz, ni cómo es, ni lo que le gustaba -relató con tristeza Regulus. En ese momento, Snape pensó en el dibujo anterior, donde el monigote negro representaba a Sirius pero no tenía ningún rasgo característico de él. Antes de que Snape pudiera decir algo, el menor volvió a hablar.
-Yo no quiero olvidar a papá -empezó a llorar el menor. De inmediato, Snape dejó con cuidado a Emily a su lado, tumbada en el sillón, y abrazó a Regulus, intentando consolarlo.
-Nunca podrás olvidar a tu padre porque siempre estará en tu corazón. Además, cualquier cosa que necesites, nos puedes preguntar a mí y a tu mamá -le explicó Snape con toda la paciencia del mundo. Sus palabras parecieron calmar un poco a Regulus, quien se aferró al abrazo de su tío en busca de consuelo.
En ese momento, escuchó a uno de los gemelos llorar, así que Snape le indicó al menor que vigilara a su hermana. El pequeño hizo un saludo militar y miró fijamente a su hermana. Mientras tanto, Snape subió a la habitación de los gemelos, pero resultó que quien lloraba era Ónix. Al despertar a Orión, este le tiró del pelo con el ceño fruncido. Ónix lloraba más fuerte por eso, gritando con su voz aguda "¡Tito Se!". Rápidamente, Snape separó a Orión de Ónix, pero este último seguía sollozando con fuerza, evidenciando su malestar. La preocupación se reflejaba en el rostro de Snape mientras trataba de calmar al pequeño Ónix.
-¿Qué pasó aquí? - cuestionó Snape a los gemelos.
-Tito Sev, On molesta -respondió Orión de manera inusualmente directa.
-Pero, Orión, sois hermanos, no debes pegarle. Tenéis que protegeros entre vosotros -le dijo amablemente Snape.
-Pelo -intentó replicar Orión.
-Ni peros ni peras. ¿No ves que tu gemelo está llorando porque le hiciste daño? -explicó Snape, resaltando el "tu". Entonces, Orión miró a su gemelo, quien aún lloraba en la cuna, y trató de acercarse a él. Snape lo dejó junto a su hermano.
-Perdón, On -se disculpó Orión mientras abrazaba a su gemelo.
-Te perdono, Oli -le dijo Ónix mientras se limpiaba las lágrimas.
-Vamos abajo a jugar con Reg y vuestra hermanita -les dijo Snape, haciendo que los gemelos aceptaran inmediatamente.
Snape cogió en brazos a los gemelos y bajó con ellos al salón. Al llegar, dejó a los menores cerca de la caja de juguetes para que eligieran con qué jugarían esta vez. Mientras tanto, él se dirigió a la cocina y cogió un biberón con leche. Regresó al salón y se sentó en el sillón con la bebé en brazos. Comenzó a darle de comer mientras observaba a los gemelos jugar tranquilamente. El ambiente estaba lleno de una paz reconfortante, y el sonido de las risas de los niños llenaba la habitación, haciendo que Snape se sintiera un poco más relajado después de un día agotador. Se permitió disfrutar de ese momento, sabiendo que la felicidad de los pequeños era lo más importante.
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¡Hola a lobillos! Lamento la demora en actualizar, estuve bastante ocupada el sábado. Espero que estén disfrutando del fanfic. ¡Me encantaría que voten y comenten, ya que me hace mucha ilusión!
¡Nos vemos luego!
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El legado continúa
FanfictionEl eligió a sus amigos antes que a su familia. Ahora ese fue su mayor pecado cual ahora debe cargar. Ella eligió la libertad de sus hijos antes que ella. Ahora ella está aveces sola pero sus hijos son libres. El es amigo de ella, y le está haciend...