El legado continúa

CAP 7

"Serpientes"

"No todo es lo que parece ser"

-Elizabeth Wolf.

Los gemelos se levantaron con cautela, aún nerviosos por lo ocurrido el día anterior. Al descubrir que sus túnicas estaban en su lugar, un suspiro de alivio escapó de sus labios. Sin embargo, su breve momento de tranquilidad se vio rápidamente desvanecido cuando, al bajar a la sala común, un líquido rosa comenzó a caer sobre ellos, seguido de una lluvia de plumas. La risa burlona de los leones resonó por todo el lugar, y la humillación se apoderó de ellos, 

sintiendo el calor enrojeciendo sus mejillas.

Sin detenerse a limpiarse ni a enfrentarse a los responsables, los gemelos decidieron huir de aquella situación. Corrieron a través de los pasillos, con la mirada fija en la entrada de las mazmorras, donde se encontraba la sala común de Slytherin. Determinados a no permitir que los actos de intimidación los derribaran, avanzaron con paso rápido hacia el lugar donde se sentían seguros y protegidos.

Al llegar a las mazmorras, los gemelos se toparon con Draco, quien salía de la sala común de Slytherin acompañado por un grupo de serpientes. Al percatarse del estado de los gemelos, Draco y sus amigos no dudaron en ofrecerles ayuda para entrar en la sala común, a pesar de conocer las posibles repercusiones de su acto. Con gestos rápidos y discretos, los amigos de Draco facilitaron la entrada de los gemelos, asegurándose de que nadie los viera.

Una vez dentro, Draco subió corriendo unas escaleras, seguido de cerca por Blaise. Durante unos instantes, reinó el silencio en la sala común, hasta que este fue interrumpido por el grito estruendoso de Regulus. En ese momento, se escucharon pasos apresurados por encima de ellos, y pudieron ver a Regulus y sus amigos corriendo por las escaleras, visiblemente alarmados por lo que acababan de presenciar con los gemelos Snape.

Después del incidente en las mazmorras, Lorenzo, Tom, Alex y Regulus se enteraron de lo sucedido con los gemelos Snape. Al escuchar la historia, decidieron llevarlos a su habitación para que se ducharan y se arreglaran. Los gemelos, todavía avergonzados, admitieron que siempre eran blanco de las travesuras de los Weasley, especialmente de Fred y George.

Sentados en la habitación, los mayores compartieron algunas palabras de sabiduría con los gemelos. 

-Nunca puedes bajar la cabeza- dijo Tom con firmeza. 

-Y mucho menos mostrar debilidad, especialmente ante los Gryffindor- Asintiendo con seriedad Lorenzo

-Si te hacen algo, tienes que devolvérselo. -Agrego Regulus cogiendo los hombros de los gemelo.

-Esas son las reglas de Slytherin-Suspiro Alex viendo como los gemelos sufren el destino de las serpiente siendo ellos leones.

Los gemelos escucharon atentamente, tomando nota de cada palabra. Se sentían agradecidos por el apoyo de sus amigos mayores, quienes les recordaron la importancia de mantenerse firmes y no permitir que los demás los vean afectados por las travesuras de los demás. Sin embargo, en lo más profundo de su ser, aún se preguntaban por qué siempre eran los blancos de las bromas de los Waesley.

Después de ducharse y cambiarse, los gemelos se sintieron un poco más reconfortados. Aunque seguían sintiéndose humillados por lo sucedido, al menos tenían el respaldo de sus amigos mayores. Se prometieron a sí mismos que no dejarían que esta experiencia los debilitara. Por el contrario, estaban determinados a mantener la cabeza en alto y, si era necesario, devolver el golpe con fuerza.