Cayendo al abismo

Capítulo 37: La Asociación de la Gracia del Señor (III)

"Bueno, ¿Qué estás haciendo escabulléndote por aquí?" De repente, una mano golpeó a Ethan en la espalda y casi se levanta de un salto. Cuando se dio la vuelta, vio a Kim Ki-joon, quien trabajaba en el departamento de mantenimiento de tuberías con él. Su viejo rostro se veía borroso bajo la iluminación del foco, por lo que parecía un fantasma cuando Ethan lo miró.

Los pensamientos de Ethan comenzaron a dar vueltas en su mente mientras señalaba a las personas en la orilla que habían comenzado a cantar himnos al unísono. "Escuché sobre el sermón aquí, así que quise unirme".

Kim Ki-joon tenía una mirada insondable en su rostro, y se desconocía si creía lo que Ethan había dicho. "Entonces, ¿Por qué no te dirigiste?"

"... Quería escucharlo primero".

Kim Ki-joon de repente sonrió y lo agarró por los hombros antes de empujarlo y decir: "Tengo la culpa ya que olvidé contarte sobre la reunión. Había pensado que alguien de las altas esferas como tú despreciaría estas actividades".

Ethan se quedó sin palabras. Que te llamaran 'alguien del escalón superior' no era algo bueno en la Ciudad Prohibida.

"¡Maestro, vamos a tener un nuevo miembro!" Gritó Kim Ki-joon.

Los ojos de Chen Zeng se posaron inmediatamente en Ethan y mostró una sonrisa sincera y feliz. "¡Así que eres tú, mucho tiempo sin verte!"

Tal vez era raro ver a su maestro ser tan familiar para alguien e incluso saludarlo, pero las miradas de los no humanos se volvieron hacia Ethan. Ethan sintió la presión de sus miradas incrédulas presionándolo, pero tuvo que sonreír, hablando con una ligera formalidad: "Sí, mucho tiempo sin vernos".

Chen Zeng saltó de la gran piedra donde estaba dando el sermón y se acercó a Ethan. Le dio unas palmaditas en el hombro a Ethan e hizo un gesto como un anciano. "Fue gracias a ti la última vez que pudimos escapar de la Tierra Roja con éxito. No he tenido tiempo de expresarles nuestro agradecimiento. ¿Cómo está Samuel recientemente?"

Ethan recordó que no tenía mucho contacto con el líder del culto en la Tierra Roja. Ahora que de repente era tan amable con Ethan, estaba perdido. Tuvo que responder cortésmente: "Está bien. Gracias por su preocupación".

Chen Zeng de repente le dio unas palmaditas en la espalda y se volvió hacia todos los no humanos frente a él, diciendo: "Esta persona, Ethan Eldridge, fue una de las siete personas que vieron al Gran Dios Malvado junto conmigo. Frente a un poderoso mal que era simplemente inimaginable, una vez se sacrificó voluntariamente. Sin embargo, su bondad y su fuerte fe hicieron que un milagro descendiera sobre él. Hizo retroceder con éxito al Gran Dios Malvado temporalmente, dándonos la oportunidad de escapar. ¡Ese coraje y esa fe deberían servir de ejemplo a todos los que estamos aquí!".

Cada vez que alguien mencionaba el universo paralelo, el corazón de Ethan temblaba. Frente a los numerosos pares de ojos que reprimían su fanatismo, de repente regresó al momento en que se encontraba en el barco que se desintegraba gradualmente, despreciado por todos. Después de un momento de vacilación, dio una descripción muy concisa de cómo las leyes de ese universo habían infectado ligeramente la estación espacial. Omitió la parte en la que fue expulsado por otros no humanos, así como la participación de Tanisiel. Los no humanos mostraron expresiones de sorpresa mientras narraba los acontecimientos, y se podían escuchar un sinfín de exclamaciones.

Finalmente, Ethan se fue temprano con el pretexto de que no se sentía bien. Caminando solo a lo largo del oscuro y sinuoso canal, sintió que su piel se había vuelto cada vez más seca y con picazón a medida que se extendía desde la parte posterior de su cuello hasta sus omóplatos. Cuando se estiró hacia atrás, sintió algunas protuberancias en su piel con una textura parecida al musgo. Suspiró con impaciencia, pensando en cómo nunca antes había desarrollado tales dolencias. ¿Podría ser que hubiera alguna bacteria en la alcantarilla sucia?