Cayendo al abismo

Capítulo 125: La Tierra Profética (XI)

Gray Fur no fue llevado a juicio porque se había ido silenciosamente antes de que la nave espacial de Ethan aterrizara.

Cuando Ethan estaba en la Alianza Ofiuco anteriormente, Ethan había adivinado que había alguien de la Alianza Ofiuco en la Tierra que sabía todo sobre la situación en la Ciudad Prohibida. Es por eso que pudieron interceptar con precisión a Chen Zeng, quien estaba en camino de ser ejecutado en secreto, e incluso entendieron claramente su situación. El espía tenía que ser alguien que pudiera entrar y salir de la Ciudad Prohibida con frecuencia. Ahora, parecía que este espía era principalmente Vasilev.

Ahora todo tenía sentido. ¿Por qué Vasiliev quería deliberadamente deshacerse de Schneider? Porque necesitaba convertirse en el rey de la Ciudad Prohibida para cultivar el poder de Chen Zeng. Este era el plan de la Alianza Ofiuco. Apoyaron a Chen Zeng y a la Asociación de la Gracia del Señor e hicieron que la confianza de la gente en el gobierno de la Unión de la Tierra flaqueara. Las personas eran animales que eran fácilmente influenciables y a los que se les lavaba el cerebro. Mientras temieran el "día del juicio final" que llegaría pronto, podrían usar a Ethan para profundizar su miedo y confirmar la llamada profecía del fin del mundo. De esta manera, la profecía de Chen Zeng realmente se haría realidad.

La ira de ser utilizado ardía profundamente en el corazón de Ethan. Miró a los no-humanos frente a él que temblaban y le informaban de la noticia de la desaparición de Vasilev. El Alfa que una vez lo había mandado estaba temblando. Muchas de las personas a su alrededor que ahora le tenían miedo debido a su destreza mantuvieron la cabeza baja y no se atrevieron a hablar. Muchos de ellos se habían burlado de él e incluso lo habían golpeado después de que Samuel y Schneider cayeran en desgracia, pero ahora todos parecen débiles.

Chen Zeng se acercó a él y le dijo en un tono suave: "No te preocupes. Si realmente crees que es culpable, entonces lo encontraremos por ti. Sin embargo, en este momento, tenemos problemas mayores".

Ethan lo miró.

"Acabo de recibir la noticia de que el ejército de la Unión Terrestre ha rodeado la Tierra. La razón por la que pudimos regresar a la Tierra sin problemas anteriormente fue probablemente su trampa. Querían matar a todos en la Ciudad Prohibida después de que regresara a la Tierra".

Después de decir esto, hubo un alboroto. Aunque los guardias que se unieron a la Asociación de la Gracia del Señor aún podían encontrar muchas armas en el salón de guardia en la Ciudad Prohibida, todavía estaban demasiado débiles para enfrentarse a todo el ejército de la Unión Terrestre.

Ethan se rió entre dientes. "¿No crees que todos ustedes merecen morir?"

"¡Queremos sincera y verdaderamente servir a Dios!", gritó un Beta de aspecto muy anciano con miedo, "¡Estoy confesando mis pecados todos los días, pidiéndole al Gran Dios Malvado que nos perdone por ser corderos descarriados! ¡Pasaré el resto de mi vida predicando acerca de la gracia del Gran Dios Maligno!"

Muchas personas siguieron su ejemplo, arrodillándose ante Ethan y rogándole que les salvara la vida. Era como si mientras el alto pero no fuerte Beta frente a ellos estuviera dispuesto, no morirían bajo las armas del gobierno. Era como si pensaran que mientras creyeran en Ethan, Ethan los salvaría.

"¿Qué pasa con la Alianza Ofiuco? ¿No te van a ayudar?" Ethan ignoró a los que le rezaban y simplemente miró a Chen Zeng.

Chen Zeng dijo en voz baja: "Incluso Vasiliev se ha retirado ahora. Y la relación entre la Alianza Ofiuco y la Unión de la Tierra parece haber cambiado recientemente".

"Hmph, tal vez sepa por qué". Ethan recordó la destreza que mostró en la Alianza Ofiuco. Roland trató deliberadamente de matarlo, pero no pudo. Al final, tuvo que devolverlo a la Unión de la Tierra. Ahora, parecía que la Alianza Ofiuco probablemente era consciente de lo peligroso que era Ethan. Podía destruir la Unión de la Tierra, la Alianza Ofiuco, el Tercer Imperio e incluso la galaxia. Mientras viviera y propagara esas terribles plagas, cada estado planetario experimentaría la tragedia que se desarrollaba en la Unión Tierra.