EL HIMNO

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"No hace falta decirnos nada...si me lo cuentas con la mirada" me quito los cascos.

"Y, otra vez Chiara" me guía Vic "ponle más garra, un toque del gallo que te caracteriza, de los grillos uooooo" me dice sacándome una sonrisa.

Mamen me anima con un gesto coincidiendo con su compañero y repito la frase, al parecer con más éxito, porque mis profesores me aplauden y me dicen que ya he terminado de grabar mi parte del himno de OT 2023.

Salgo del estudio pensando en la frase que acabo de cantar ¿por qué a veces siento que entre nosotras no hace falta decir nada y otras, sin embargo, que necesito que hablemos de todo, contarle como me siento y, sobre todo, saber cómo se siente ella?

Entro en la sala y siento como me vibra el móvil, así que lo desbloqueo y veo un mensaje emergente del grupo de mis amigas

"Tía qu'es video que subiste ahí menand té 200 visitas" pone Martina y voy a contestarla cuando choco accidentalmente con una persona. La persona que ahora mismo menos quiero encontrarme.

"Lo sien..." alcanzo a decir cuando la pelirroja me interrumpe.

"Ya sé que quieres estar cerca de mí todo el rato, pero no hace falta que me arroyes por el camino Kiki" me dice sonriendo, enarcando una ceja. Pero justo ahora no estoy para bromas y, en especial, ese tipo de bromas.

Intento devolverle la sonrisa, pero sus palabras resuenan en mi mente ¿acaso a partir de ahora va a ser así?

Desde que salí de la academia cada vez que estamos en público saca a relucir el tema del ship y, lo que me duele más, es que deja a entrever una supuesta obsesión con ella.

Sin decir nada, sigo con camino y escucho como Álvaro le dice "te has pasao' eh" pero no alcanzo a oír más de la conversación porque me voy a sentar al sofá a mirar twitter y tiktok, lo que tampoco me hace desconectar, porque el maldito algoritmo no me deja de enseñar cosas nuestras.

Estoy tan absorta en mi teléfono que me sobresalto cuando siento el peso de alguien al sentarse a mi lado.

No necesito voltear la cabeza para saber quién es; reconocería ese aroma en cualquier lugar.

Suspiro profundamente, tratando de ignorar la oleada de emociones que me embargan al sentir su cercanía. Me pregunto qué estará pensando ella en este momento, si siente el ambiente.

Trato de ignorarla, pero ella tiene otros planes, porque recibo un mensaje en WA:

"Qué maleducada, ni siquiera miras a ver quién se ha sentado a tu lado" Vivi

"No necesito mirar para saber quién es" le respondo, ahora con más enfado que con tristeza porque a pesar de que visiblemente estoy molesta, sigue con la misma actitud.

"¿Ah no? ¿y eso por qué?" mierda, me acabo de exponer de una forma muy tonta.

...escribiendo

"No quiero decírtelo" me decido al final a ponerle, porque no estoy dispuesta a darle más razones a su teoría y, sobre todo, para que se aleje de mí.

"¿Por qué?" y no sé la razón, pero siento que esto último me lo ha dicho con otro tono.

"Porque no quiero darte otra razón más para que sigas con ese tema" pongo con un nudo en la garganta.

Oigo como suspira pesadamente y no puedo evitar mirar de reojo.

Está con el móvil entre sus manos y... las manos le están, ¿temblando?

"Kiki, lo siento. Es que está todo tan cargado, tantas miradas sobre nosotras..." y, de repente, siento como cruza las piernas para rozar una rodilla con la mía.

Es un gesto inofensivo y sutil pero cargado de significado. Es justo lo que necesitaba, el bálsamo que calma el desasosiego que llevo dentro.

De repente, siento un cambio en mi humor, como si una chispa de valentía se encendiera dentro de mí y le pongo "¿Quién es ahora la que necesita estar cerca?"

La escucho reír y deja el móvil encima de la mesa. Levanto la mirada justo a tiempo para ver cómo se vuelve hacia mi y me da un golpe en la gorra que hace que me tape la visión.

"Te voy a matar" me dice mientras siento como empieza a hacerme cosquillas.

Yo empiezo a retorcerme e intentar escabullirme, pero me veo acorralada de repente por Violeta. Se ha puesto encima de mí, y ahora sí que no puedo salir.

No se me ocurre otra cosa que agarrarle las muñecas y ponerlas encima de mi cabeza para librarme del ataque.

Y entonces me doy cuenta en la posición en la que estamos: Violeta está encima de mí, tan cerca, que puedo sentir su respiración agitada en mis labios.

Poco a poco, veo como se le va borrando la sonrisa de la cara, y como su mirada viaja de mis ojos a mis labios.

"Sí, me vas a matar" respondo en un susurro a su comentario de antes, y el tiempo parece detenerse mientras nos miramos fijamente,y me pregunto que estará pensando ella ¿siente lo mismo que yo? ¿o estoy interpretando mal todo esto?

For the hope of it allDonde viven las historias. Descúbrelo ahora