El Pirata Embarazado | Lawlu

15- Nueva tripulante.

Todos esperaban impacientes fuera de la habitación. Sobre todo Sabo; estaba tan nervioso que se mordía las uñas de los dedos de sus manos.

— Tranquilo, Sabo-kun. Law-kun es un excelente médico. Él sabe qué hacer, además es su hija. Tendrá extremo cuidado.

— Lo se... Pero soy el tío. Mi papel es hacer drama.

La mayoría esperaban fuera para no estorbar.
Dentro de la habitación estaban solamente Luffy, Law y sus ayudantes.
El Room de Law rodeaba la cama donde estaba Luffy recostado y a todos los presentes, para así comenzar con la cesárea.

Con un bisturí en su mano, Law le hizo una incisión vertical a su esposo por encima del área púbica. Luego abrió su útero, para poder sacar a la bebé de allí. Al instante mismo, comenzó a llorar desconsoladamente.

— YA NACIÓ?!

Sabo entró desperado, abriendo la puerta de una patada. Ya no podía esperar más, apenas escuchó el llanto no pudo controlar sus impulsos. Los demás también lo siguieron, totalmente emocionados.
Al instante Beppo les dijo que no se acerquen, así el cirujano podía acabar con su trabajo. El mismo los miró de reojo y rechisto.

— Esperen un poco, maldición.

Law tomó a su pequeña hija entre sus manos con mucho cuidado, para cortar primeramente el cordón umbilical. Luego limpió todos los fluidos y líquidos que la rodeaban.

El cirujano mentiría si dijera que no estaba nervioso, sus manos temblaban como hojas. Pero no sólo por el miedo de lastimar a ese pequeño ser, sino por la emoción y la ansiedad.
Oficialmente era padre de esa hermosa bebé.

Revisó todos sus signos vitales, los cuales estaban normales. Estaba completamente saludable, eso lo tranquilizó un poco.
Por un momento, sintió que todo desapareció a su alrededor. Sus ojos grises la miraron fijamente; brillaban tanto como cuando se casó con Luffy.

La pequeña era como un ángel, al igual que su esposo para él. Luffy lo enamoró con su sonrisa, pero con tan solo llegar a su vida, la bebé la iluminó como si fuera una joya preciosa.
Ambos eran su One Piece, sus dos mayores tesoros.

— Law-

— Shhh, silencio.

Luffy los calló a todos en susurros, haciéndoles señas con sus manos. Con una sonrisa en sus labios, notó como su esposo estaba teniendo un momento especial con su propia hija; su primer encuentro.

Aún con sus guantes en sus manos, acarició sus mejillas con ternura y de forma gentil, limpiando las pequeñas lágrimas que caían de sus ojos. Ella era exactamente igual que Luffy, solo que su piel era morena como la suya. Al sentir su calor corporal, la pequeña bebé comenzó a calmar su llanto.

Por mero instinto, Law acercó uno de sus dedos a la pequeña manito de su hija, a la cual al instante se aferró. Eso provocó que los ojos del mayor se llenaran de lágrimas.

— Awww, capitán...

— Q-que lindo, joder.

Todos comenzaron a llorar, totalmente emocionados al verlos vivir ese pequeño momento emotivo.
Un momento que Law nunca en su vida olvidaría.

Después de unos instantes sacudió su cabeza, volviendo a la realidad.
Se sintió un poco sucio, por tocar algo tan pequeño, frágil e inocente con sus manos. Éstas estaban manchadas de sangre; había cometido muchos crímenes en el pasado.
Aquello comenzó a atormentar un poco su mente; no se sentía digno de cargarla.

Dejó a la bebé en manos de sus ayudantes, para que la revisaran con más detenimiento y la vistieran.

— Luego de que acabe con la operación, densela a Mugiwara-ya.