El Pirata Embarazado | Lawlu

10 - Embarazado a bordo.

Los días transcurrían con rapidez.

El abdomen de Luffy crecía cada vez más, hasta se le dificultaba un poco hacer algunas cosas.
Además le había crecido un poco el pecho y se le habían ensanchado las caderas. Para Law estaba cada vez más sexy y apetecible.

— Ahg... Ya estos pantalones no me quedan... Tendré que pedirle a Nami que me compre otros.

Comentó Luffy mientras intentaba vestirse y subirse sus clásicos pantalones cortos de mezclilla.
Éstos se quedaron atorados en sus piernas, debajo de su trasero, y no querían ceder.
Law estaba con el, en el submarino y su
habitación. Como tenían más privacidad allí, solían dormir en ella.
Apenas escuchó aquello, soltó una risita para acercarse a él.

— Pues aunque no te quede la ropa, debo admitir que... Te ves muy sexy.

Lo abrazó por detrás y rodeó su barriga con sus brazos,  acariciándola con suavidad y dejando algunos besitos en su cuello.
Luffy frunció su ceño, alejándolo molesto y apartándose de él.

— No me toques! Por tu culpa estoy más gordo y no me queda la ropa, maldito pirata embarazador!

Law rodeó sus ojos, soltando una risa divertida. Se acercó de nuevo para darle un pequeño apretón en su trasero, el cual también estaba un poco más grande, y fue hacia su armario. Luffy lo miró sonrojado con sus mejillas infladas.

— Pervertido.

— Veré qué puedo darte hasta que te compres ropa.

Buscó en su armario hasta que encontró y tomó un pantalón corto tipo leggins. De esa forma Luffy se los probó y le quedaban muy bien; ese material se estiraba bastante y le resultaba muy cómodo con la barriga tan abultada. Sonrió al ver qué al menos tenía algo que ponerse.

— Gracias, Torao.

— De nada... Mmm, tu trasero se ve genial con esos pantalones.

Ésta vez le dio una nalgada, relamiéndose los labios. Luffy rodeó sus ojos, mirándolo molesto de nuevo.

— Eres un maldito pervertido.

— Ya ya, no te enojes. Vamos a desayunar.

(...)

Estaban todos comiendo tranquilamente en la cubierta del Sunny; todos menos Luffy. El comía siempre como si fuera su último día en la tierra. Inclusive se estaba por ahogar siempre con la comida.

— Ahg, ten. Come más despacio, maldita sea.

Law estaba sentado junto a él, extendiéndole un vaso de agua para ayudarlo a tragar mejor. Luffy lo tomó y se bebió el contenido tan rápido como comía. Luego el otro le extendió una servilleta para que limpiara su rostro.

— Eres un desastre para comer. Estás todo sucio.

— Shishishi, gracias Torao.

No pasaron tantos minutos hasta que Luffy se levantó apresuradamente de su lugar. Luego fue corriendo hacia una de las barandillas del barco. Law se levantó un poco preocupado, yendo tras él.

— Mugiwara-ya? Estás bien?

Rápidamente comenzó a vomitar todo lo que había comido, sintiéndose mareado y débil de un momento a otro. Law le dio una servilleta para que se limpiara la boca y le dió agua para que pudiera enjuagarla.

— Gracias...

— Ven, toma asiento.

Lo tomo de la mano y lo ayudó a volver a su silla, para que se sentara de nuevo y se quede allí hasta que se sintiera mejor. Law tomó asiento a su lado, vigilandolo de vez en cuando.
Después de unos minutos, Luffy intentó volver a comer, pero empezó a llorar desconsoladamente con un trozo de carne en su mano.