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Lujo - Cuando exista un "Frente a Frente" - Parte 1

Por fin llegaron a Londres, donde los chicos bajaron siendo acompañados de la azafata. La mujer noto la fama de los jóvenes al ver a tantos fans en el aeropuerto, únicamente asistiendo para recibirles. Les dejo disfrutar de la bienvenida, para después llevarlos a la oficina de seguridad. No fue mucho problema, ya que los chicos explicaron que no tenían conocimiento de que el perro estuvo en el avión.

Revisaron las cámaras del vuelo, las cuales tardaron en entregar dos horas, por lo que los chicos se llevaron una mañana tediosa en ese lugar. Los llevaron a la sala de juicio, vieron las cámaras que proyectaban las grabaciones y descubrieron como entro el perro: Loki había seguido el rastro de los chicos (cosa comprobada al verle llegar por la misma entrada por la que los chicos ingresaron al avión) colándose entre un tumulto de gente que iba en grupo, por lo que no fue detectado. Al estar dentro, ubico el lugar en donde estaba Tomoya (por el olor que quedo impregnado de su desayuno) donde busco donde quedarse, encontrando un hueco en el área de separación de asientos, donde se clocaban los carritos de comida que las azafatas llevaban al servir a los pasajeros. Estuvo muy callado, era imposible que las azafatas le vieran. El vídeo transcurrió con Loki quieto, hasta donde se acerco a Tomoya y le lamió la mano. El perro detecto algo en el batrista, así que, mientras los chicos discutían que hacer con el perro, Loki se alejo. Le siguieron con las cámaras, logrando ubicar que se detenía en las áreas de comida, queriendo sacar alimento. Pero no para él, ya que si lo necesitara, se lo pediría a sus dueños. Resulto que Loki llego a la mesa de azafatas, donde les señalaba con la nariz un alimento en especial que estaba en el refrigerador. Un platillo constituido de carne de pollo y verduras. ¿Qué ocurría? ¿Porqué el perro quería esa comida?...El perro había escuchado a Tomoya murmurar entre sueños, así que noto que su dueño tenía hambre, y buscaba a la azafata para que le dieran a Tomoya algo de comer.

Tomoya casi lagrimeaba al ver que el perro buscaba complacer sus hermosos sueños comestibles. La policía, al no ver ninguna violación de la regla "no mascotas dentro del avión", decidieron únicamente pedirles que tuviesen cuidado y se encargaran de que el perro, en un vuelo de regreso, fuera en el área de maletas. No les gustaba la idea, ya que era mucho tiempo para que el perro fuera sin alimento, sin comodidad y en movimientos bruscos. Pero eran reglas. Los chicos fueron liberados junto con sus acompañantes, y justo llegando al estacionamiento, se encontraron con Arisa.

La chica les recibió alegre, pero se extraño al ver a Tomoya tan cariñoso con el perro, opinando de manera cómica "Me vas a abandonar en el altar por ese perro". Sin mas rodeos le contaron el problema y abordaron la camioneta que les llevaría al hotel donde estaban hospedadas. Los chicos tenían una habitación aparte, quedando delante de la de las chicas, por lo que estarían en contacto durante esos días.

Los chicos entraron al hotel, subiendo el elevador con cansancio, Arisa les guío hasta su habitación para dejarles asentados, y no tardaron nada en entrar, desempacar y cambiarse de ropa.

El cuarto de los chicos era gigante. La entrada estaba constituida de dos puertas colo pastel de una madera inaudible. Entrando se encontraba la sala, que era de tres sillones con una televisión gigante de plasma en la pared, con una chimenea que se extendía al mismo largo de la televisión. Detrás de ella, un comedor grande que tenía otra tres sillas colocadas en la pare para por si había más hospedados en la habitación, la cual era aproximadamente un máximo de siete personas. Para poder quedarse todos, Taka, Toru, Ryota y Tomoya se quedarían en una habitación (tanto por equidad como comodidad propia, ya que se les hacía más común dormir en la misma habitación cuando iban de gira), Alex y Yu en otra, y las sobrantes se las quedarían los del staff y Rui, repartiendoselas a su gusto.

La habitaciones eran similares, cada una con dos camas muy grandes en las que cabían más de tres gentes. Los chicos dormirían a gusto. Un baño con tina, regadera, dos escusados privados, dos espejos con lavabo, banca con colchoneta para que se sentaran después de asearse y no se resbalaran. Había una habitación extra, donde estaban los instrumentos. Originalmente era una pequeña sala privada, donde podría estar sin problemas una persona cuando estuviera sola. Pero con comodidad, los chicos se deshicieron de la sala, volviéndola una sala de ensayo temporal.