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Suddenly - Operación: Boda de Arisa y Tomoya - Parte 2

El vestido colgaba del gran ropero de su cuarto, brillante por la blancura del mismo y la luz de la luna que se reflejaba en el. Arisa no podía dejar de verlo, sentada al borde de su cama sostenía entre sus manos el que seria el ramo de bodas. Sonreía. Se casarían dentro de dos semanas, dos rápidas semanas en las que debían planear todo para el evento. Sus amigas ya le habían ofrecido su ayuda, a lo que Arisa no se negó tanto por necesidad como por diversión y agradecimiento. Todas estarían el resto de la semana ayudándola con los arreglos personales de la novia, así que cancelaron todas sus citas y tacharon la semana entera como "ESPECIAL DE ARISA".

Arisa había hablado con la editora de la revista, el programa de televisión y la empresa de renta de vehículos, quienes solicitaron su permiso para poder tomar fotos y vídeo de la boda para mostrarlos en sus secciones especiales, y la compañía de renta de vehículos le habían pedido permiso para que ella hiciera promoción en su boda con uno de los autos de la compañía, en el cual llevarían a las damas de honor a la boda, y en otro a los caballeros acompañantes del novio. Al principio le preocupaba ello, ya que no quería involucrar el trabajo con su boda, pero hablándolo con Tomoya no lo vieron como algo perjudicial o malo, así que accedieron.

Las chicas habían, no solo comprado sus vestidos de damas de honor para la boda de Misora, sino también para la boda de Arisa. Habían elegido vestidos de color rojo vino, ajustados de la cadera hacía arriba y largos, que dejaban tener mucho vuelo gracias al tipo de tela del vestido; de tirantes gruesos de tela delgada y escotes en "v". Las únicas que serían damas de honor serían Yanagi, Haruka y Misora, ya que a Mary no la conocía como para pedírselo y de hecho ella había elegido no ser parte de ello por las mismas razones. Todas irían peinadas de maneras similares pero no iguales, para hacer resaltar a la novia. El problema que tenía Arisa era que su cabello era corto hasta por debajo de las orejas pero dejaba ver el cuello y sus rizos no le ayudaban mucho a variar en peinados, por lo que debía pensar bien que peinado se haría.

Pero aun tenía una semana, así que no estaba del todo preocupada, pero sí nerviosa. Había quedado con Tomoya para verse al día siguiente y elegir el salón. No irían acompañados de sus amigas, ya que ellas se habían citado para elegir sus peinados y como se arreglarían para ir parejas. Así que era un día solo para la pareja.

Nino entro por la puerta y caminó hasta los pies de ella, enredándose entre ellos mientras maullaba. Arisa bajo la vista y dejo el ramo a su lado para poder tomar al gatito entre sus manos.

-¿Y tú? ¿estás tan nervioso como yo o no te importa ni un ratón si me caigo durante la marcha nupcial?-Dijo bromeando, mientras colocaba al gato en su regazo. El gato ronroneo y restregó su carita contra la pansa de Arisa-¿Con quien te dejaré durante la luna de miel?-

El gato solamente le miraba sin entender nada, así que Arisa solo le sonrió.

-Creo que se con quien te dejaré-

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-¿Te será mucho problema?-Pregunto Arisa apenada, sentada en el sillón con su bolso sobre sus piernas. Hacía media hora que estaba en la casa de su novio junto a Ryota, platicando animadamente sobre la boda hasta que llegaron al tema del gato.

-Claro que no, será divertido verle convivir con mis perros-Dijo Ryota sonriente-No habrá problema, ninguno de los perros es agresivo. A lo mucho Loki es protector con todos pero se acostumbrara al gato y comenzara a tratarlo como parte de ellos-

-Espero sea así, comprenderás que me da miedo dejarlo con perros-Dijo Arisa con vergüenza, ya que no quería ofender a Ryota.

-Lo entiendo, es un gato muy pequeño y los perros ya son grandes. Pero se llevarán bien, lo garantizo-Dijo alegre. Ryota se puso de pie y caminó a la cocina-¿A donde piensan mudarse cuando se casen?-