•◦࿔*:･ﾟ☼sun and sea࿐*:･ﾟ─ ✧ Ben Beast🧸

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ESTÁBAMOS EN NUESTRO DORMITORIO hablando sobre como conseguiríamos esa varita. Evie descubrió que el hada madrina usará la varita en la coronación de Ben.

- No se preocupen por Ben. Está en la palma de mí mano. -Comento con una sonrisa fingida mientras todos se miran curiosos.

- ¿Cómo que tienes al príncipe en tu manos? ¿De qué hablas?

- Está hechizado, Evie. - Aclara Mal con tranquilidad sabiendo de esos poderosos dones de las sirenas. Mis dones

No me sentía para nada orgullosa, Ben era el único que nos había dado la oportunidad de estar aquí. Pero no aguantaba ni un segundo más viviendo sabiendo que mí hermana y madre están en esa isla.
Aveces una tiene que hacer lo que hay que hacer.

Un golpe en la puerta nos desconcertó y Mal fue a abrir la puerta.

- Cyra, me parece que vino tu príncipe azul. - Bromeó Jay mientras modelaba su camiseta nueva en el espejo ganándose un cachetazo en la nuca que lo hizo gritar.

Ben sonrió sonrojado. Era tan lindo

- Quería saber si ustedes se encuentran cómodo o si tienen alguna duda que pueda aclararles.

Todos nos miramos.

- Si, de hecho hay una. - Mal se recargo en el marco de la puerta. - ¿Es verdad que nosotros iremos a tu coronación?

- Si, por supuesto. Irá toda la preparatoria

- Y, ¿Tu crees que podamos estar en primera fila junto al hada madrina para que se nos pegue la bondad? - Suspiro Mal inocentemente.

- Am, no lo siento. En primera fila solo estaremos mis padres y yo.

Me acerque a la puerta ganando una sonrisa de Ben. De verdad debería considerarse un don tener esa sonrisa.

- ¿Y tu novia? - Me atreví a preguntar y este frunció el ceño y negó.

- No, No tengo novia. Bueno, ya no.

Mal y nos miramos cómplices.

- Por cierto Cy, quería invitarte a una cita mañana luego del partido.

☆

Cyra se sonrojo inevitablemente, nunca antes le había pedido una cita.
Carlos alguna vez lo habrá hecho vagamente pero nunca lo tomo en serio así que nunca se ejecutó esa cita.

- Yo... - Cyra se encontraba tan absorta al sentimiento cálido en su pecho.
No podía creerlo, su primera cita.

- ¡ Ella estaría encantada! - Todos encoran al unísono su respuesta.

Ben aún sigue mirando a Cyra, su respuesta era la única válida.

- Me gustaría mucho Ben.

Ben parecía descolocar cada hueso tenso de su cuerpo, su sonrisa se ensanchó más. Todos podrían hacer jurado que sus ojos estaban más brillantes.

- Eso es genial, Gracias por la oportunidad. No te defraudaré - Tomó la mano de la muchacha y le dio un beso. Ya se estaba haciendo costumbre.

Cuando esté se fue, cerraron la puerta.

Detrás de la puerta Ben se marchaba dando saltos tan altos como un canguro y entonaba una melodiosa canción generando sonrisas a los que pasaban
¿Por qué el príncipe estará tan feliz?

Dentro del cuarto los descendientes se encontraban analizando cada plan.

- Vaya que ese hechizo es potente. - Se burló Mal mientras dibujaba algo en su libreta.