•◦࿔*:･ﾟ☼sun and sea࿐*:･ﾟ─ ✧ Ben Beast🧸

─── ⋆Extra. 𝖨𝖨

EL NUEVO REY DE AURADON se encontraba cansado, como si no hubiera dormido en todo el día y era el hecho en realidad.

— Si, ponlo todo en la cubeta... — Ben seguía escribiendo con los ojos cerrándose.

— ¿Disculpe? — El embajador del país de más maravillas tenía papeles importantes para que Ben firme. ¿En auradon ponían esos papeles en cubetas? Bueno, ellos lo ponían en teteras. Era el menos indicado para juzgar lo inusual.

— ¡Oh! Disculpe. No, en la cubeta no. Póngalo en mí escritorio y estará firmado para la semana que viene. — Ben se levantó y lo invito a su oficina.

— Entiendo, es muy divertido Rey Ben. Pensé que estaba imponiendo una nueva tendencia laboral.

Ben solo pudo sonreír ante su comentario y se despidieron con una cordial reverencia antes de volver a su asiento a firmar papeles o posponer su vida por completo.

Por otro lado Cyra se encontraba caminando por los jardines del castillo, ahora vivía ahí ya que era la consorte oficial del rey. Todavía no reina, así que podía continuar con sus caminatas sin preocupaciones.
Bueno, si tenía una preocupación.

— Ben trabaja tanto... — Esta miraba por la ventana en la cual estaba ubicada la oficina del rey.  Su semblante serio y su concentración hizo sonreír a Cyra.

Esta dudaba en si ir a visitar a su novio, claro que quería. Pero no quería desconcentrarlo.

Cyra encendió su teléfono y entro a la mensajería, fijado apareció Ben con el nombre de “mi vida 🤍” Si, un poco cursi pero Cyra era esa clase de chica.

“Hey, mira por tu ventana. ”

Ben casi al instante de escuchar sonar su teléfono lo toma y ve el mensaje. Obedece casi al instante pudiendo ver a su novia por la ventana.

Ambos conectan miradas con una sonrisa.

Ben vuelve la mirada a su celular y Cyra ve como sus dedos se mueven rápidamente.

“ Solo puedo ver a una hermosa mujer afuera.”

“ Bueno, esa hermosa mujer quiere irte a ver. La dejas pasar?”

“ Siempre. ”

Cyra metió su celular al bolsillo de su vestido y subió a la oficina de Ben.

— Toc toc. — Cyra habla fuerte detrás de la puerta la cual es abierta por un Ben bastante pálido y ojeroso. Pero con una brillante sonrisa. — ¿Quien soy?

— La mujer más hermosa. Mí mujer. — Ben la abraza por la cintura y deja un tierno beso en su cachete.

— ¿Como estas? Hoy no pudimos almorzar juntos... — Cyra hace un puchero y Ben la abraza con más fuerza, como si la fuera a perder.

— ¡Lo siento! De verdad, perdón cancelar ese plan. Pero había una reunión que no podía posponer.

— Lo entiendo Ben, no es para tanto. Podremos almorzar juntos otro día. Además nos queda la cena. — Cyra toma el rostro del rey en sus manos.

Se notaba que no podía dormir, había dejado crecer un poco de vello facial, sus labios resecos y su piel pálida de no haber visto la luz del día.

— Tienes que descansar. — Cyra acaricia su rostro y este cierra los ojos un momento.

— Tengo cosas que hacer, cuando termine. Descansaré.

Este va hacia su escritorio. A su lado había un sofá con mesa. Se coronó como el sillón de Cyra.

La muchacha se sienta en su sillón y observa a Ben trabajar hasta que se hace de noche, la espera la hizo dormirse.

Ben la observa y sonríe. Sabía que si le decía que se vaya, no se iría. Así que saco una pequeña manta que siempre usaba para cuando se dormía en la oficina.

— Soy tan afortunado. — Este la abriga con la manta y le da un beso en la frente para seguir firmando cosas.

Las horas pasaron y Ben ya no pudo mantenerse despierto así que cedió ante el sueño que lo venía amenazando desde hace ya semanas.

Cyra se levanta, con bastante dolor en su cuello.

— Ben, deberíamos poner un sofá cam-...— Está hace silencio al verlo completamente dormido sobre los papeles. 

Este parecía tan tranquilo, sonrió ante esto.

Está trato de moverlo pero solo pudo hacer que este se moviera a un costado dónde no habían papeles.
Leyó los papeles que Ben estaba firmando, la verdad es que solo eran permisos y reuniones que tenía que aceptar o denegar. Se le ocurrió una idea.

— Te ayudaré un poco Ben.

Está empezó a ordenar los papeles de mayor urgencia a menor urgencia, respondió las invitaciones de acuerdo a su agenda. También rechazo algunas cartas que venían de gente con la cual se sabía que Ben no se quería relacionar.

De repente las montañas y montañas de papeles se hicieron en una sola montaña mediana que tenían sello rojo de urgencia.

Cyra mira todo su trabajo con orgullo, aunque sus ojos ya no podían estar abiertos. Ben hacia este sacrificio todos los días.

— Espero que esto te haya ayudado. — Está bosteza un poco y cae dormida en el escritorio que estaba ahora completante ordenado a comparación del desastre que había en su principio.

— Me hacía falta dormir un poco la verdad. — Este bosteza un poco antes de despertar y estirarse un poco.

Ben primero queda mirando un punto fijo, primero se extraña ya que hace mucho no veía aquella lámpara que usualmente estaba tapada por los papeles. No fue hasta que se hizo la pregunta ¿Y los papeles?

— ¿Cy? — La muchacha se encontraba con el cabello desastroso y durmiendo plácidamente.

Este logro comprender la situación. Ella había ordenado y hecho su trabajo mientras el dormía.

— Mi amor. — Trato de levantarla su que fue en vano así que la alzó en sus brazos y está seguía sin despertar, solo balbuceaba cosas sin sentido.

— N-no quiero comer nada hoy, Ben no ha salido de la oficina. — Está se acurruca en el pecho del joven.

— Bueno, algo tendrás que comer. — Este le seguía la conversación divertido mientras la llevaba a su cuarto.

— ¡Jamás! — Esta habla en voz alta hasta que la recuesta en la cama.

Este le quita los accesorios y trata de desmaquillarla ya que era algo escencial para que ella duerma. Aunque era algo complicado para el, ese maquillaje no se iba a salir fácil.

Eran esos pequeños actos de amor lo que mantenía con vida aquel amor, aunque no siempre tuvieran el tiempo de estar juntos. La simple presencia de dormir juntos en una oficina, era lo que hacía que Ben y Cyra creyeran en su amor.