LEXI
Otro día sin tener que lidiar con el idiota de Charles. Estar sin Charles alrededor era toda una bendición. Por suerte, con los pedidos en la pastelería y mi trabajo con la Sra García me habían mantenido toda la semana ocupada.
No había tenido ni tiempo para pensar y eso era genial.
Camino por la playa mientras veo la casa de Charles a lo lejos. Había venido para llevar un pedido a una casa cercana a la vecindad de Charles y por suerte, él no estaba en casa.
Mi móvil suena y veo el número de Valeria. Contesto con el presentimiento de que voy a meterme en problemas.
-¿Puedes decirme ahora mismo donde estás? -Pregunta nada más contestar.
-Terminando de cenar, ¿a qué viene ésa pregunta? -Miento descaradamente.
Escucho a Valeria reírse al otro lado.
-En tu departamento no estás, Alexandra. Andas trabajando hasta tarde como toda la semana. -Sentencia mientras voy caminando a la parada.
-Charles fue a buscarte y no estabas. -Dice y justamente veo el Ferrari de Charles entre los autos.
Mierda, estoy jodida.
Me escondo detrás de una señora y finjo mirar el periódico.
-Estoy camino a casa. Llegó mi bus, adiós. -Cuelgo y Charles pasa delante de la parada sin verme y respiro con normalidad.
Llega un bus y me alejo de allí. Mis tacones de tacón cuadrados resonaban por las escaleras de mi edificio. Por suerte había huido con éxito de Charles y eso se merecía salir a festejar la calma de mi vida.
Subo las escaleras y pongo la llave en la cerradura viendo a quién menos esperaba ver.
-Odio a los hombres. -Repito por no sé cuanta vez mientras bebo mi shot de tequila número ocho en la noche.-Te acompaño en el sentimiento, amiga. Salud por eso. -Dice la pelirroja y chocamos las copas.
Sonrío.
-Son todos unos idiotas sin sentido. -Suelto sin ganas.
-Charles Leclerc es un idiota con cara de no rompo un plato pero no te engañes, es un demonio. -Digo bajando la voz para que mi compañera de copas me escuche.
Ella asiente y me mira sorprendida.
-¿Hablas del famoso piloto de fórmula uno de Ferrari? -Dice sorprendida y yo me encojo de hombros por no saber de quién habla.
Ella saca su móvil y teclea en Google el nombre.
Efectivamente, Charles Leclerc era un piloto de fórmula uno y por eso tenía sentido lo de que todo lo suyo tuviese el dichoso logo Ferrari.
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THE 1 - [Charles Leclerc]
Romance"Puedo quebrarme en miles de pedazos que el hogar al que puedo aferrarme siempre serás tú, Alexandra West"