LEXI
Con una respiración irregular y la vista nebulosa, lo único que puedo ver es la espalda de Charles y a una borrosa Valeria mientras corren a una velocidad que me deja agitada.
Ésto de hacer ejercicios no es para mí.
Maldigo la hora en que Valeria me arrastró a ésto. Ésta mañana, Valeria me había llamado porque Noah tenía que ver asuntos de su empresa y no podía correr con ella. Y después de tanto insistir y negarme sin parar, Valeria llamó a Charles para hacerme la vida aún peor. Puede que yo hubiese quedado en ser su novia falsa pero ni muerta quería hablarle a menos que fuese algo de muerte. Aún seguía con ganas de patearle en sus partes y quemarle todas su ropa en venganza.
Porque soy una persona con alma vengativa que no puede vivir en paz hasta vengarse.
Charles regresa a mi encuentro trotando al darse cuenta que no estoy detrás de ellos. Tiene una sonrisa de imbecíl olimpíco con los brazos cruzados sobre su regazo mientras me ve sentada sobre el pavimento.
-¿Qué te es tan gracioso? Que yo sepa, no tengo un payaso en la cara. -Protesto con mal humor.
Charles se sigue riendo y yo ruedo los ojos.
No voy a dejar que me cabree un idiota como él.
-Olvídalo, hablar contigo equivale a hablar con una pared. -Refunfuño y suelto un gruñido de frustración.
Valeria vuelve con nosotros al terminar su "llamada". No seaís tontos, Valeria jamás llamaba por telefóno mientras Charles y yo teníamos la ley del búrlate y protesta. Yo simplemente ni deseos tengo de hablarle porque mi poca paciencia que me había quedado en la mañana iba en picada y si quería mantener su casa intacta y que no me colase en su casa como ladrona a quemarle la ropa, más le convenía no cabrearme.
Y como obra del destino, iba y soltaba lo suyo.
-Se nota que sólo corres por el bus. Menos mal que tienes suerte de que todo lo que comes se te abulte en el culo. -Dice y yo boqueo en busca de algo que le hiera el orgullo pero nada de nada.
-Eres un tocapelotas, Leclerc. -Me limité a decir con falta de ideas.
-Bastante que brincaste en ella, ¿se te olvidó? Me pedías que no parase...
-Eres un cerdo sin escrúpulos. No sabía que podías caer tan bajo pero ya veo que tu gillipollez es extrema.
Valeria rueda los ojos, por décimoctava vez en la mañana.
Toda la mañana discutiendo y ésto parecía ir en peor. Charles y yo no congeniamos para nada. Él era muy idiota y yo que de cualquier cosa que diga me pico. Juntos somos un dolor de cabeza.
-Cerdo ya sabes donde soy, ¿tengo que repetirlo? -Dice con una sonrisa socarrona y yo boqueo en espera de alguna ofensa que le hiera.
No se me ocurría ninguna bendita grosería que le cabreara más que meterme con su auto o su ropa pero las ideas me abandonaron.
-Paren el coche los dos, ¿pueden? No hay quién os resista a vosotros. Soís insoportables. -Explota Valeria y la miro ofendida por no defenderme pero se la dejo pasar.
Y sonrío maliciosa como toda una demente mientras finjo que reviso mi móvil y Valeria y Charles me miran preocupados.
Un plan se cocina deliciosamente en mi mente.
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THE 1 - [Charles Leclerc]
Romance"Puedo quebrarme en miles de pedazos que el hogar al que puedo aferrarme siempre serás tú, Alexandra West"