Capítulo 8

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—¿Hey guapo a qué hora pasa por el pan?

—Ya kook —Jimin tapo su rostro pues este ya se estaba pintando de un bonito color rosa.

—Es que es inevitable no decirte cualquier cumplido cariño. —Jungkook se acercó por detrás para poder abrazar a su novio por su diminuta cintura quien estaba cocinando pero por tantas cursilerías que el azabache decía no podría cocinar tranquilo. —Eres merecedor de todas las palabras bonitas que puedan existir.

Desde su confesión de amor por parte de ambos y en dónde se habían hecho novios ya había pasado dos semanas.

Dos semanas de puro amor, cariño y mimos si antes de ser novios eran unidos ahora lo eran muchos más, se querían con locura.

Ambos sacaban su lado más cursi ese que pensaban no tener.

—Pero si dices todas esas cosas no puedo concentrarme en cocinar y puedo terminar quemando la comida —alzo sus hombros intentando ocultar su cuello al sentir el aliento de Jungkook el cual le causaba cosquillas.

—Bien bien te dejo en paz pequeño —ante la distracción del rubio logro dejar un rápido beso en su cuello, se alejo con una gran sonrisa al ver la pequeña protesta de Jimin.

Camino rumbo a la sala donde se sento frente a su gran televisión plana de 78 pulgadas, una maravilla. Soltó un suspiro lleno de amor y satisfacción al sentir aquel aroma exquisito que provenía de la cocina.

Luego de tantas súplicas por parte de Jungkook para que Jimin se quedará a dormir en su casa lo había logrado, el rubio no se sentía listo de dar ese paso dónde una persona de la relación se quedaba a dormir dónde su pareja.

El instante en que Jimin se adentró a la casa de su novio se quedó completamente deslumbrado al ver tan bonita casa que era por dentro. Al cruzar la puerta de entrada se podia encontrar una gran sala la cual en el centro tenía unos grandes sofás acomodados en forma rectangular frente a una gran televisión de la cual Jimin se enamoro al instante, en comparación con su pequeñísima televisión la de Jungkook era de cine.

Unos cuantos pasos más adelante a brazo derecho habían dos puertas una era del baño social y la otra era la cocina y ¡Que gran cocina! Jimin ya se podía visualizar yendo de un lado a otro mientras preparaba varias recetas. Frente a la puerta de la cocina al otro extremo estaban las escaleras que llevaban al segundo piso el cual estaba repartido con dos habitaciones y otro baño. Jungkook había tomado la mano de Jimin para mostrarle su habitación la cual estaba pintada de colores bajos como el plomo y un poco de blanco, en el centro de la habitación estaba colocada la gran cama de dos plazas con sábanas grises, frente a esta estaba otra televisión de unas cincuenta pulgadas y en una esquina estaba otra puerta la cula era el baño personal de la habitación. Algunos estantes estaban ocupados por historietas y trofeos de Jungkook.

Todo en aquella casa gritaba lujos.

Jimin se sentía pequeño ante tanta cosa cara, en su vida el no podría tener todo eso y se sintió mal por eso, pues si aquel fatídico suceso no hubiera ocurrido su vida fuera otra.

—¿Que película quieres ver Minnie? —grito Jungkook mientras abría la aplicación de Netflix.

—Lo que tú desees kook.

—Oh vamos cariño, me sentiré mal si soy yo el que elija. —Jimin se asomo por la puerta de la cocina para ver a su novio quien tenía abultado sus labios mirandolo.

—Lindo —susurro —si no la elijo yo de seguro harás tus berrinches —sonrio al ver a Jungkook quien puso cara de ofendido —veamos Tren a Busan.

Muy buena elección amor —Jimin volvió a colorearse por el apodo que Jungkook utilizo.

—Me ayudas a llevar la comida hasta la sala kook? —pregunto Jimin.

Company [KOOKMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora