Imagina Con Jennie

Atrapadas

Casi dejo caer el vaso que tenía en mi mano.
Jennie me había abrazado por detrás de la nada.
Sus manos rodearon mi cintura y su rostro se escondió entre mi cuello.
Una pequeña risa escapó de sus labios.

—Lamento eso~

Dejé el vaso en su lugar y me recosté en su pecho.
Cerré mis ojos y me concentré en su respiración chocando contra mi espalda.
Su pecho subía y bajaba lentamente.
Sentía una paz increíble.

—Deberíamos regresar, las chicas esperan

Me giré y dejé un beso en su mejilla.
Traté de alejarme pero sus manos me detuvieron.
De nuevo se recostó en mi hombro.

—Ellas están bien~ Están tan concentradas en la película que de seguro no saben que nos fuimos

Justo ahí, se escuchó la fuerte risa de las chicas.
Fue algo muy tierno.
Pero antes de que pudiera protestar, Jennie me giró para quedar frente a frente y atacó mis labios de forma apasionada.

Rápidamente le seguí el beso, cautivada por su encanto.
Cada que sus labios acariciaban los míos, sentía cómo el mundo daba vueltas.
Sus manos acariciaban suavemente mi cintura.

Abracé su cuello y traté de juntar aún más nuestros cuerpos.
Podía sentir su corazón latir contra mi pecho; el mío estaba igual de acelerado.
Me separé un segundo para respirar y Jennie no tardó en subirme a la mesa.
Reí por su desespero y tomé su rostro entre mis manos sintiendo como me besaba de nuevo.

Nuestras miradas chocaron cuando ella se separó.
Acomodó mi cabello detrás de mi oreja.
Besó mis mejillas una a la vez, hasta que llegó de nuevo a mis labios.

Sentía cosquillas cuando sus dedos me acariciaban.
Se sentía como si hubiera fuego en mis venas.
Estaba perdida en su aroma y su tacto.

Me sentía tan cautivada que no podía concentrarme en nada más, ella me hacía sentir completa...

Estaba tan metida en nuestra burbuja que no escuché que Lisa gritó que veía.
Tampoco escuché sus pasos entrar.
Lo único que escuché fue como jadeó sorprendida.

Me separé de Jennie con los ojos más que abiertos.
Rápidamente me escondí en su cuello.
Lisa solo miraba boquiabierta, tan sorprendida como Jen y yo.

—C-creo que vendré por el agua luego... —Murmuró y salió de la cocina.

Jennie levantó los hombros como si nada.
Se comenzaba a inclinar de nuevo para continuar con el beso.

—No, es hora de irnos —Me sostuve de sus hombros, alejándola. —Vamos a terminar esa película, mi amor

Ella chilló como bebé.
Tomé su mano y caminé hacia la sala.
Las chicas nos esperaban allí.
Jennie se sentó primero y luego me acomodó en sus piernas por el resto de la película.

Parece que será una noche entretenida al llegar a casa...