Miradas

48 5 1
                                    

Me despierto como todas las mañanas sin aire, miro el reloj 6:30a bajo a la cocina pero mi padre aún no se despierta, preparo café aunque sé que no me lo tomare. Subo al baño y a darme una ducha esta vez teniendo cuidado de no caerme.

Cuando salgo del baño ya son las 6:50 así que voy a vestirme. Tomo lo que encuentro conmigo me visto y salgo.

Mi padre seguía sin despertar y Nethan aún no traía el coche así que me senté a esperar en la puerta de la casa, veo pasar el autobús que se detiene frente a mí, y subo a él. Me senté al lado de un chico, él estaba leyendo un libro, pero en cuanto me senté a su lado dejo de hacerlo y me miro

- Hola.- dijo el chico
- Hola.- le respondí.
- Me llamo Iván. ¿Y tú?
- Dye... No me digas que haces esto con todas las chicas que se sientan a tu lado en el autobús.
- No, la verdad no. Solo que estudiamos juntos y pues no sé, solo quería ser amable.
- Descuida simplemente no te había visto antes.
- Es normal, no es fácil saber que estoy ahí.

El autobús se detuvo al frente de la preparatoria, baje de él y me dirigí hacia el casillero a buscar mis libros. Iván me acompaño, no sé porque raramente su casillero esta junto al mío la verdad nunca repare en su existencia, se despidió de mi diciendo que nos veríamos en clase y se fue hacia la cafetería. Fui al salón y me senté a esperar a que llegara el profesor, revise mi horario y tenía tres clases: Matemática, deporte y luego idiomas. Hoy será un largo día.

Iván llego y se sentó en un asiento junto a mí, esta vez se empeñaba en hacerse notar, minutos más tarde llego el profesor de matemáticas nos asignó un especie de evaluación grupal. Me quede mirando como todos organizaban sus grupos, mientras yo solo me limité a quedarme en mi "cómodo" asiento.

- ¿Piensas quedarte ahí? - me pregunto Iván desde su asiento.

- Supongo que si.- le respondí sin mirarle.

El profesor entrego las hojas con las evaluaciones, cuando me entregó la mía sentí que estaba leyendo en árabe, la verdad no entendí ni donde tenía que colocar el nombre, así que me quede ahí mirando la hoja con recelo y reprochándome por faltar un día a clases.

- ¿Necesitas ayuda? - me pregunto Iván sonriendo.

- Si. - le respondí asintiendo sin poder evitar sonrojarme.

Iván me dijo todas las respuestas mientras yo solo me limité a escribir lo que él me decía, cuando terminamos le entregamos la hoja al profesor y salimos del salón al parecer éramos los primeros en terminar.

Fui a mi casillero deje los libros y me dirigí a la clase de deporte, me aprovecho de mi condición para no hacer absolutamente nada, la verdad no tengo permitido hacer ningún tipo de ejercicio que agite mis movimientos cardíacos, ni siquiera debería caminar, pero usar una silla de ruedas me pareció algo muy exagerado.

En camino a la clase de idiomas me encontré a Iván parecía nervioso pero decidido.

- Oye Dye ¿Puedo preguntarte algo? - Dijo Iván sin dejar de mirarme, quizás intentaba descifrar mis expresiones.

- Te escucho. - le respondí animada, lo considero mi amigo desde que me salvo la vida en matemáticas.

- Pues quería preguntarte si querrías salir conmigo después de clases.

- Pues lo pensare, te diré cuando termine la clase.

- Bueno.

La pregunta de Iván me dejo completamente desconcertada, pero como nunca aprendí a decir "NO" me fui haciendo la idea de salir con Iván. Aunque no dejaba de pensar en Nethan.

Cuando entre al salón ya Nethan estaba escribiendo algo en la pizarra, así que no noto cuando entre.

Nethan empezó a explicar la clase y había olvidado cuanto odio la clase de idiomas, pero él hacía que no me durmiera.

Al finalizar la clase espere a que todos salieran para poder hablar con Nethan.

- Hola. - le dije sonriendo.

- No tengo mucho tiempo ¿qué deseas?

- ¿A dónde vas con tanta prisa?

- ¿Eso importa?

- A mí me importa.

- Pues que deje de importarte.

- ¡Perfecto!- le dije mientras salía apresurada del salón.

Al salir Iván me esperaba sentado en las escaleras, así que me senté junto a él, mientras trataba de ocultar unas lágrimas que se esmeraban en hacerse notar. Iván me abrazo y me limite a seguir llorando en sus brazos.

- Si quieres mejor salimos otro día.

- No ¿A dónde vamos? .- dije regalándole una sonrisa.

.
.
.
.
.
.
¿Qué tal va la historia? ¿Les gusta?.

Sentimientos ajenosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora