No hay segundas oportunidades

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—Juro que si le vuelves a pinchar con ese lápiz, te voy a mandar con Nemuri

Izuku puso cara de disgusto ante ello. Sabía que cualquier comentario sobre que Kayama es una exhibicionista sin ética ni decencia, sería recibido con una reacción igual de severa. Morderse la lengua y guardar el lápiz se volvieron imperativos; después de todo, prefería cualquier cosa antes que pasar la tarde con esa mujer. ¡Era demasiado incómodo!

Solo habían pasado 10 días desde que regresó. Por lo tanto, hubo tiempo suficiente para que Izuku superara su crisis existencial y mostrara nuevamente su versión: "Soy mejor porque mi familia es rica'', como lo llamó el Sr. Aizawa.

Como consecuencia, demostró por qué se ganó tal título al tratar a Eri como si fuera un bicho raro, o como Aizawa lo pillo hace poco. Llegó al extremo de colocar un crucifijo en su puerta, lo que llevó a la niña a las lágrimas. Izuku había pensado que era una broma inofensiva, pero ahora se daba cuenta de que había ido demasiado lejos. Y eso no era nada en comparación con el episodio vergonzoso cuando trató de seguir a Aizawa a su salón de clases y tuvo un ataque de pánico al encontrarse con Shoji.

Para su pesar, descubrió lo que es estar en el extremo receptor de la ira de Aizawa, aunque en vez de gritos todo terminó con expresión de total decepción. Ahora el hombre ni siquiera le hablaba a menos que fuera para llamarle la atención sobre algo.

Fue solo entonces que alguien por fin tocó la puerta y al ser Izuku el unico que no estaba haciendo nada, le tocó ir a abrir, solo para encontrarse con el chico que lo había reclamado como amigo.

—Akatani.

El chico le sonrió y sin preguntarle pasó hacia adelante.

—Traje algunos videojuegos. Como me torcí el tobillo, no puedo entrenar. ¿Te importaría jugar conmigo? Bakugo y Kaminari acapararon la televisión, —dijo, mientras comenzaba a conectar una consola.

Otro de los grandes cambios fue el descubrimiento de que Bakugo se quedó allí, aprovechando que no tenía donde volver. Ahora estaba estudiando heroísmo, aunque nadie sabía exactamente por qué motivo.

—Está castigado —se escuchó la voz de Aizawa, pero Akatani fingió no escucharlo y continuó conectando los mandos—. Solo me faltaba que los dos niños problemáticos se juntaran —refunfuño.

—¿Dos? —Preguntó Izuku confundido, pensaba que era un apodo exclusivo para él.

—Sí, me dice niño problemático —Respondió Akatani, sin darse cuenta de lo abatido que estaba el otro niño—. Oh, ¿También te dice así a ti?

—¿Será por qué de alguna forma igualaste la cantidad de problemas que Midoriya puede causar en un día?

—Oh, vamos, no hay forma de que te secuestren y casi te maten el mismo día - Ante el silencio del maestro, Akatani miró al chico que estaba a su lado y le tendió la mano—. Te sedo el título, porque al menos yo no he viajado en el tiempo.

Izuku no respondió y simplemente se sentó, agarrando el mando. No se dio cuenta de que lo sostenía al revés hasta que Akatani comenzó a reír. Pasaron una hora explicándole cómo usar el mando y cómo jugar, e incluso Eri parecía saber más que él.

La diversión entre los tres llegó a su fin cuando Akatani le prestó una Nintendo con juegos antiguos a Izuku, quien se negaba a devolverla.

—Midoriya, creo que ya debo irme... me perderé la cena —dijo Akatani.

—Uh-huh.

—¿Puedes devolverme mi Nintendo?

Izuku dudó un momento, mirando entre el juego y Akatani. —Pero todavía me falta mucho para vencer a Ganondorf.

—Bueno, el juego no está hecho para que lo termines en un solo día.

—... Pero quiero terminarlo.

Izuku miró a Aizawa con ojos suplicantes.

—Midoriya, devuélvele la consola a Akatani.

—Pero...

—Tienes 13 años. ¿Necesito decirte por qué?

Con un suspiro de derrota, Izuku devolvió la Nintendo al chico, quien se despidió prometiendo volver a prestar el juego al día siguiente.

Cuando se sentó en el sofá, se dio cuenta de que ya era de noche.

—¿Por qué está oscuro? Akatani vino temprano.

—Cuando juegas o ves películas, el tiempo pasa muy rápido —le respondió Eri quien estaba comiendo feliz una manzana.

Entiende lo de las películas, pero no sabía que los videojuegos podrían robarle tanto tiempo, fácilmente fueron 6 horas. Y ahora, aparentemente, había que ir a la sala común porque los otros profesores pidieron KFC para la cena. Izuku nunca probó el pollo de allí.

Eri prácticamente desapareció, apenas lo dijeron, así que ahora estaba Izuku solo con Aizawa.

—No tienes que probarlo si no quieres.

Izuku lo pensó por un momento— No importa, supongo que solo es pollo.

Eso hizo sonreír un poco a Aizawa quien le revolvió el cabello.

—Tu castigo está levantado, pero le tienes que pedir disculpas a Shoji y quiero que hagas un ensayo sobre la discriminación.

—... ¿Cómo en la escuela?

El hombre se encogió de hombros y le hizo una seña para que lo siguiera.

Izuku hizo caso, pero antes de alcanzarlo, un dolor horrible le atravesó el pecho. No pudo contener el grito que siguió y vio a Aizawa voltearse y palidecer. Entonces cayó de rodillas y miró hacia arriba, donde Aizawa había estado mirando.

—Te dije que era importante escuchar...

El dolor era horrible. La visión se le puso borrosa muy rápido por las lágrimas, pero aún alcanzó a ver el rostro. Era su mismo rostro cubierto por cabello que seguía teñido de verde y vestido con el mismo abrigo que Bakugo le regaló.

Tick Tack

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932 palabras


Ay... qué feo se siente terminar un fanfic :'(

Atrapado en el FuturoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora