Dime que Bromeas

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Es a media noche que todo empeora, es la hora donde la mayoría de los villanos decide salir a jugar satisfechos bajo la idea de encontrarse con menos héroes, entonces es justificable como Shōta se sobresaltó al escuchar un grito de terror puro a dos calles de donde se encontraba.

Balanceándose por los tejados no tardó nada en llegar a la fuente de los gritos, un niño estaba huyendo de quien sabe que y por más que lo llamara no obtenía ninguna respuesta, salto justo frente a él para ver si lo calmaba lo suficiente para que le explicara la situación, definitivamente no esperaba ser abrazado como un salvavidas.

—Niño, necesito que respires.

El peliverde asiente mientras intenta regular su respiración. Definitivamente él no se pierde la forma en que el menor tiembla como si hace poco hubiera visto su vida pasar frente a sus ojos, el espera que este equivocado. El universo parece querer burlarse cuando escucha unos pasos acercándose desde el otro lado de la calle.

—¡Chico, espera!

Para su alivio el oficial Sansa es quien se acerca, probablemente también llegó a ver al niño y desde allí todo podría haber seguido un curso más tranquilo si no fuera por la reacción del niño al verlo. El peli verde jadeo justo antes de intentar correr hacia la otra dirección, Shōta no podía dejarlo ir especialmente cuando estaba tan frenético, solo era cuestión de tiempo que cruzara alguna calle sin mirar y terminará atropellado.

No le sorprendió del todo que el mocoso se desmayara 3 segundos después.

—¡Eraserhead! —Dice el oficial cuando está lo suficientemente cerca— Lo atrapaste.

—¿Porque estaba huyendo de ti?

—No lo se, lo encontré huyendo hace 4 minutos... Cuando me vio dijo algo sobre monstruos, me tiro una lata y volvió a huir. Es probable que este bajo el efecto de algún don ilusorio.

Shōta suspiro y decidió cargar al ahora inconsciente peli verde y seguir al oficial a la comisaría, luego con suerte le dejaría el caso a Tsukauchi y no tendría nada que ver con lo que ocurra.

Shōta no tenía suerte.

En el momento en el que Tamakawa decidió ir a buscar al detective el niño comenzó a despertarse, por su parte lo único que le preocupo fue que los efectos del don no hubieran desaparecido, pero al ver al chico más sereno creyó que estaba mejor.

—¿Estas más tranquilo ahora?

Los ojos esmeraldas se detuvieron en él y lo revisaron por un buen rato antes de atreverse a asentir lentamente.

—Yo... Disculpa por chocarme contigo.

—No te preocupes por eso. Más importante ¿De que estabas huyendo?

El niño se mordió los labios y luego negó con la cabeza.

—N-nada, debí de haberme golpeado la cabeza y ver cosas.

El azabache continuó mirándolo para que terminará de explicar.

—Es que... Estaba con unos amigos, acabábamos de salir del cine de ver la Liga de la Justicia 4 y no se, alguien me empujó y luego estaba en otro lugar y habían monstruos persiguiéndome...

—... ¿Monstruos?

—Sí, se que suena loco así que discúlpeme por molestarlo.

—Debes de haber estado bajo un don.

—¿Don? ¿Que es eso?... ¿¡Es el nombre de alguna droga!? Porque yo no-

—¿No sabes que es un don?

Atrapado en el FuturoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora