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Roier abrió los ojos con pesadez, se había acostado a dormir tarde, cómo a la media noche o un poquito pasadita esa hora. Se había quedado a dormir en su antigua casa ya que Cellbit estaba molesto y prefería darle su espacio. Se frotó los ojos intentando espantar al sueño, pero en ese momento se dió cuenta de que había algo pesado en su pecho.

Levanto la cobija y encontró el rostro adormitado de su pareja, retiro la cobija por completo y luego le acarició el cabello con cariño, despertando inmediatamente al brasileño.

-¿En qué momento llegaste tu aquí?- pregunto con una sonrisa adornando su semblante-

-Às três da manhã- suspiro al sentir el tacto de su novio-

- ¿Richass?-

-Na casa do Pac- se cómodo mejor- guapito lo siento- ocultó su rostro en el pecho del contrario-

-¿Por qué te disculpas?-

-Porque ontem me comportei como uma criança- suspiro y mostró su rostro- no respondí tus mensajes y te ignore-

-Esta bien Cellbit, yo tuve la culpa primero por ignorarte, además- acarició el rostro del contrario- me gustan los celos- sonrió de manera coqueta-

El contrario sonrió y dió un brinquito para acomodarse mejor en la cama, quedando ahora al lado de Roier, lo abrazo fuertemente y luego lo beso, era un beso tranquilo y sin prisa, pues era demasiado temprano como para hacer algo más, claro que ya habían pasado la línea de manita sudada. No aguantaron las ganas de esperar hasta el matrimonio y terminaron por comerse, y claro que Cellbit había empezado todo. Él siempre se había considerado asexual, ya que nunca llego a sentir algún interés sexual o algo parecido por nadie, pero con Roier la cosa cambio.

Conocio lo que era desear el cuerpo de otra persona, tuvo sueños húmedos y claro que se la había jalado pensando en su pareja. Roier era atractivo en cada aspecto más allá de lo físico, era también atractivo en la parte sentimental, él no sentía pena por nada, y cuando se convirtieron en pareja no intento ocultarlo ni dudo en gritarlo a todos. El también hubiera hecho lo mismo, pues sabía que habían personas que iban tras el mexicano.

Se separaron del beso y se vieron por unos cuantos segundos.

-¿Você quer me acompanhar a um dungeon?- pregunto el brasileño-

-si por qué no- sonrió- ¿Qué tan lejos está?-

- cinco mil bloques-

-abrio los ojos con sorpresa- está algo lejos- hizo una mueca- será un día algo largo, así que deberías levantarnos ya- acarició el rostro del contrario- Que te parece si desayunamos algo, nos preparamos y pasamos a recoger a Richass-

-Soa bem- cerró los ojos y disfruto el tacto de su pareja-

Desayunaron y se prepararon, impartieron camino a casa del otro brasileño tomándose de las manos mientras hablaban cualquier cosa. Recogieron a Rycharlison y juntos se dirigieron a la dungeon.

En el trayecto la pareja iba bromeando junto con el pequeño, hablaban de las contiendas y las votaciones que se acercan, llegaron a su destino e inmediatamente empezaron con la exploración. El tiempo pasó rápido y para el atardecer ellos ya iban camino a casa, pasaron a dejar al pequeño a la casa de uno de sus papás brasileños, y ambos tomados de la mano caminaban a casa, solo centrándose en ellos sin prestarle atención a lo que pasaba alrededor.

Bajo la sombra de un árbol a unos cuantos metros había un oso apretando sus manos con ansiedad, viendo de reojo a su acompañante. Quien solo mordía sus uñas con furia, termino por retirar su mano de su boca y apretó la mandíbula, sus nudillos estaban blancos por apretar con fuerzas sus puños.

The Federation.    Guapoduo ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora