The Federation. Guapoduo ♡

#13

Cellbit estuvo toda la noche buscando al mexicano por los alrededores de la isla, asustando mucho a sus amigos. Lo buscaba de manera desesperada con lágrimas cayendo por sus mejillas, con enormes bolsas bajo sus ojos, ya había hasta amanecido. Busco por los alrededores del castillo con la esperanza de encontrarlo, subió hasta lo más alto de la torre y no estaba ahí, bajo y se dispuso a ir a buscarlo un poco más lejos.

-¡Guapito!-

-Cellbo, pare, você está me assustando - felps hablo-

-Não! Eu sei que posso consertar as coisas- hablo furioso-

-¿Cellbo, What happened?- pregunto Philza-

El brasileño se soltó a llorar, cubrió sus ojos con las palmas de sus manos y mordió su labio inferior, levanto el rostro intentando calmarse, todos se vieron con preocupación, pues nunca lo habían visto llorar.

-Cellbit....- volvió a hablar Philza-

-¡El termino conmigo!- dijo aún sin apartar sus manos del rostro-

-¿Qué?- todos guardaron silencio-

-Ayer, me dijo que estaba cansado y qué...- gimoteo- sus sentimientos por mi habían cambiado- bajo el rostro-

-Eso no es posible... Ustedes estaban también- maxo hablo-

-Foi assim que foi...- se limpio las lágrimas-

-Esto solo debe ser una mala broma- maxo se tocó la frente confundido-

-Ojala lo fuera....- saco algo de su bolsillo y luego lo mostró a los presentes- Dijo...Que eu estava arrependido, por.....- lloro aún más fuerte arrodillándose- se que puedo arreglar las cosas....-

-Sus hermanos brasileños se acercaron a abrazarlo- Sinto muito Cellbit-

-Se que puedo hacer algo para .....-

-No, stop- Philza hablo- Give him space, you both need to think things through, maybe he's confused.- (Dale espacio, ambos necesitan pensar bien las cosas, tal vez esté confundido)-

-Phil tiene razón Cellbit... Déjalo solo por unos días-

-Pero.......-

Dejo de intentarlo y se rindió, siendo consolado por sus amigos, mientras que ellos hacían eso, el resto se dedicó a buscar a Roier para saber su versión de la historia.

Anocheció y amaneció en un abrir y cerrar de ojos, y no habían señas del mexicano, el rumor de su rompimiento se extendió por la isla.

En una oficina llena con pantallas observaba un pato muy contento por los acontecimientos de la isla, por un lado miraba a los brasileños consolando a su hermano, él cuál se veía decaído, por el otro a el resto de la isla dialogando al respecto.

-Buen trabajo- se dió la vuelta y vio a su acompañante-

El mexicano solo agacho la mirada y abrazo aún más a sus rodillas, sintiendo las enormes ganas de llorar.

-Deja de molestarlo- Hablo el francés con su mal español colocándole una frazada en los hombros agenos-

-Yo no tengo la culpa- hablo alzando los hombros-

-Tu me obligaste a romper con él- Hablo con lágrimas en los ojos-

-No lo hize, te di opciones y tú decidiste-

-¡Es la misma mierda!- golpe el sofá con su puño- y tú- vio hacía la dirección del contrario- Nunca me imaginé que trabajan juntos-

-Kameto se ofreció a hacerlo- dijo el pato-